La poderosa arma de Uganda en la lucha contra el coronavirus

Los conocimientos adquiridos en situaciones similares a lo largo de la historia son recogidos por las culturas del país africano y pueden ser útiles ante la pandemia.

As.com
Los contagios en África se están acelerando y ello ha puesto en alerta a la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo que contabiliza hasta la fecha 741.186 positivos confirmados y 15.479 fallecidos. No obstante, algunos territorios mantienen bajo control a la pandemia. Es el caso de Uganda, país cuyo gobierno actuó con rapidez cerrando el tráfico aéreo y los desplazamientos internos tras la aparición de los primeros infectados.


Esta nación logró frenar el impacto de la enfermedad gracias a estas medidas y a otras actuaciones menos comunes que relata el diario El País. Así, la puesta en práctica de antiguos rituales por parte de líderes culturales sirvió como aviso para que los ciudadanos estuviesen alerta ante el surgimiento de una nueva amenaza. Dichos rituales datan de la etapa precolonial y son utilizados en Uganda desde entonces para espantar a los espíritus malignos.

A pesar de que estos métodos resultaron efectivos para que muchos ugandeses decidiesen cumplir con las órdenes de las autoridades, el Gobierno de la nación africana se mostró públicamente en contra de estas actividades debido a que consideraban que reconocer a la pandemia como un espíritu podía hacer que la población se sintiese confundida.

La importancia de las culturas

Ante esta actitud, y debido a las especiales características de la sociedad del país africano, la Fundación Transcultural de Uganda (CCFU) ha propuesto al Ejecutivo que tenga en cuenta los contextos sociales de cada territorio e identificar a las culturas como herramientas contra la COVID-19 para que las medidas decretadas resulten más eficaces.

“Las culturas determinan nuestra manera de actuar”, afirma en El País uno de los líderes de la CCFU, Simon Musasizi, quien defiende que las estrategias llevadas a cabo en otros lugares pueden no resultar del todo útiles en Uganda si no van acompañadas por elementos de las tradiciones. Estas culturas, en su opinión, puede resultar un arma con el que combatir el virus. “La cultura nos proporciona una lente especial para comprender las pandemias y cómo reaccionar ante ellas. Las estrategias para contenerlas deberían tener en cuenta este enfoque”, argumenta Musasizi en El País.

La experiencia ante pandemias

El continente africano está acostumbrado a luchar contra pandemias desde tiempos inmemoriales. Ello ha obligado a sus habitantes a buscar los medios para combatirlas a lo largo de la historia y ha convertido a los curanderos en personajes más requeridos que los relacionados con la medicina moderna en un país donde los centros de salud escasean.

Los conocimientos adquiridos en estas situaciones han ayudado a superar enfermedades infecciosas en otras ocasiones a unas sociedades que, no obstante, también se han expuesto a los peligros que supone ponerse en manos de personas sin formación médica. Por ello, las autoridades sanitarias han puesto en marcha algunos programas para supervisar sus prácticas. Sin embargo, sus conocimientos suelen ser ignorados por las élites, a pesar de que pueden contener elementos útiles para combatir el virus, según defienden las voces que apoyan la importancia de las culturas ante las epidemias.

“Las normas de salud públicas se arraigan mejor en los contextos locales cuando reconocen sus culturas y tienen en cuenta sus experiencias anteriores con escenarios parecidos”, asegura Musasizi en El País en su defensa de adecuar las estratetigias a las características de la nación. Uganda es el país con más densidad de todo el mundo, según datos del Instituto de Investigación Económica de la Universidad de Harvard que recoge El País. Están reconocidos oficialmente 45 idiomas y 65 grupos étnicos.

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