La mano de Zidane en el Real Madrid campeón
El entrenador francés regresó para levantar a un equipo golpeado y lo llevó a consagrarse nuevamente en La Liga. En Olé recordamos el camino al título.
Olé
Llegó un nuevo campeonato para el Real Madrid con el triunfo sobre el Villarreal. El equipo estuvo implacable desde el regreso de las competencias tras la pandemia de coronavirus y logró alzarse con el título de La Liga. Se podría señalar a varios protagonistas que se destacaron en el último trayecto para lograr que esto sea posible como Sergio Ramos y Karim Benzema, pero sin dudas, uno de los máximos responsables de esta hazaña es Zinedine Zidane.
284 días después de haber dejado el club luego de haber ganado su tercera Champions League como director técnico, Zizou volvió a tomar las riendas de un equipo golpeado que no le encontró la vuelta con Julen Lopetegui y el argentino Santiago Solari. Eliminado de la Copa del Rey ante el Barcelona, eliminado de la Champions League tras caer estrepitosamente contra Ajax en el Bernabéu y muy lejos de los culés en La Liga, al francés le quedaban 10 fechas por delante para dejar la mejor imagen posible en el cierre de la temporada 2018/2019: cinco victorias, tres empates y dos derrotas y a dar vuelta la página.
En la pretemporada llegaron refuerzos de calidad, nombres como Eden Hazard, Luka Jovic y Eder Militao sonaban como la solución para levantar al Real de su caída, pero el rendimiento en los amistosos no era el esperado y la durísima paliza 7 a 3 a manos del Atlético Madrid del Cholo ponía en jaque al DT antes del comienzo de las competiciones. Más tarde, se demostraría que fue el quiebre para que el equipo repuntase.
El equipo iba a tener un buen arranque en La Liga 2019/20 con cinco triunfos y tres igualdades antes de perder sorpresivamente ante el Mallorca, recién ascendido. Pero el mal rendimiento en Champions (obteniendo un punto de seis en las primeras fechas) hacía tambalear a Zidane en el cargo a mediados de septiembre y hasta sonaban reemplazantes: Mourinho, Allegri y Raúl González. Finalmente, logró el pase a octavos como segundo del grupo detrás del PSG de Neymar y Mauro Icardi.
Volviendo a la competencia doméstica, la irregularidad del Atlético, Sevilla y Barsa permitía que se mantuviera en la pelea en la punta pese a dejar puntos en el camino. Contra Lionel Messi y compañía empató sin goles en el Camp Nou y perdía la oportunidad de acercarse a la cima. Ya en el 2020, cosechaba cinco en victorias en los primeros cinco partidos y aparte, se alzaba con la Supercopa de España en Arabia Saudita venciendo al equipo de Simeone por penales. Sin embargo, dos fuertes cachetazos en febrero frenaron su ascenso: primero, la eliminación en la Copa del Rey ante Real Sociedad y luego, la derrota en la ida de octavos 2 a 1 versus el Manchester City de Pep Guardiola.
El 1° de marzo con el enorme triunfo en casa contra Barcelona gracias a los goles de Vinicius y Mariano Díaz se convertía en el nuevo líder de la competencia, pero siete días más tarde perdió con el Betis y bajó al segundo escalón en el último encuentro previo al parate por la pandemia de COVID-19.
La vuelta de la actividad los encontraba dos unidades abajo del conjunto Blaugrana, pero con mayor ímpetu de cara a lo que se venía. De la mano del francés, con más corazón que juego (el juego llegaría después), y algunas polémicas por el manejo del VAR lograba un 100% de efectividad: nueve triunfos en nueve partidos, 27 puntos que, ante los 21 de los de Messi, inclinaban la balanza a su favor sacando cuatro de diferencia a falta de dos fechas. Sólo faltaba un paso, el último paso para alcanzar la gloria y, este jueves, lo dio. La victoria ante Villarreal en el Santiago Bernabéu selló su consagración y alejó a todos los fantasmas que lo asecharon durante el último año.
Todo mérito de Zidane, todo mérito del DT que fue ídolo como jugador, se convirtió en prócer con sus logros como entrenador y que se bajó del pedestal y regresó cuando el equipo más lo necesitaba. Los resultados hablan por sí solos.
Ahora, ganada La Liga, solo le resta enfrentarse al City en Champions en busca de revertir la serie. ¿Seguirá haciendo historia?
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Llegó un nuevo campeonato para el Real Madrid con el triunfo sobre el Villarreal. El equipo estuvo implacable desde el regreso de las competencias tras la pandemia de coronavirus y logró alzarse con el título de La Liga. Se podría señalar a varios protagonistas que se destacaron en el último trayecto para lograr que esto sea posible como Sergio Ramos y Karim Benzema, pero sin dudas, uno de los máximos responsables de esta hazaña es Zinedine Zidane.
284 días después de haber dejado el club luego de haber ganado su tercera Champions League como director técnico, Zizou volvió a tomar las riendas de un equipo golpeado que no le encontró la vuelta con Julen Lopetegui y el argentino Santiago Solari. Eliminado de la Copa del Rey ante el Barcelona, eliminado de la Champions League tras caer estrepitosamente contra Ajax en el Bernabéu y muy lejos de los culés en La Liga, al francés le quedaban 10 fechas por delante para dejar la mejor imagen posible en el cierre de la temporada 2018/2019: cinco victorias, tres empates y dos derrotas y a dar vuelta la página.
En la pretemporada llegaron refuerzos de calidad, nombres como Eden Hazard, Luka Jovic y Eder Militao sonaban como la solución para levantar al Real de su caída, pero el rendimiento en los amistosos no era el esperado y la durísima paliza 7 a 3 a manos del Atlético Madrid del Cholo ponía en jaque al DT antes del comienzo de las competiciones. Más tarde, se demostraría que fue el quiebre para que el equipo repuntase.
El equipo iba a tener un buen arranque en La Liga 2019/20 con cinco triunfos y tres igualdades antes de perder sorpresivamente ante el Mallorca, recién ascendido. Pero el mal rendimiento en Champions (obteniendo un punto de seis en las primeras fechas) hacía tambalear a Zidane en el cargo a mediados de septiembre y hasta sonaban reemplazantes: Mourinho, Allegri y Raúl González. Finalmente, logró el pase a octavos como segundo del grupo detrás del PSG de Neymar y Mauro Icardi.
Volviendo a la competencia doméstica, la irregularidad del Atlético, Sevilla y Barsa permitía que se mantuviera en la pelea en la punta pese a dejar puntos en el camino. Contra Lionel Messi y compañía empató sin goles en el Camp Nou y perdía la oportunidad de acercarse a la cima. Ya en el 2020, cosechaba cinco en victorias en los primeros cinco partidos y aparte, se alzaba con la Supercopa de España en Arabia Saudita venciendo al equipo de Simeone por penales. Sin embargo, dos fuertes cachetazos en febrero frenaron su ascenso: primero, la eliminación en la Copa del Rey ante Real Sociedad y luego, la derrota en la ida de octavos 2 a 1 versus el Manchester City de Pep Guardiola.
El 1° de marzo con el enorme triunfo en casa contra Barcelona gracias a los goles de Vinicius y Mariano Díaz se convertía en el nuevo líder de la competencia, pero siete días más tarde perdió con el Betis y bajó al segundo escalón en el último encuentro previo al parate por la pandemia de COVID-19.
La vuelta de la actividad los encontraba dos unidades abajo del conjunto Blaugrana, pero con mayor ímpetu de cara a lo que se venía. De la mano del francés, con más corazón que juego (el juego llegaría después), y algunas polémicas por el manejo del VAR lograba un 100% de efectividad: nueve triunfos en nueve partidos, 27 puntos que, ante los 21 de los de Messi, inclinaban la balanza a su favor sacando cuatro de diferencia a falta de dos fechas. Sólo faltaba un paso, el último paso para alcanzar la gloria y, este jueves, lo dio. La victoria ante Villarreal en el Santiago Bernabéu selló su consagración y alejó a todos los fantasmas que lo asecharon durante el último año.
Todo mérito de Zidane, todo mérito del DT que fue ídolo como jugador, se convirtió en prócer con sus logros como entrenador y que se bajó del pedestal y regresó cuando el equipo más lo necesitaba. Los resultados hablan por sí solos.
Ahora, ganada La Liga, solo le resta enfrentarse al City en Champions en busca de revertir la serie. ¿Seguirá haciendo historia?