La cofradía del clavo ardiendo, en clave blaugrana: “Es complicado, pero no imposible”
Barcelona, AS
La cofradía del clavo ardiendo, en clave blaugrana: “Es complicado, pero no imposible”
Xavi Bonilla / AFP7 / Europa Pre Xavi Bonilla / AFP7 / Europa Pre
En Can Barça no están acostumbrados a agarrarse a este tipo de ‘heroicas’, que son tan habituales en el Real Madrid. En el club blanco viven con naturalidad las remontadas en el último suspiro y las proclamas optimistas hasta que las matemáticas no digan lo contrario, mientras que en el vestuario blaugrana, este tipo de arrebatos, son más esporádicos y comedidos.
Sin embargo, desde hace unos días el convencimiento de que se puede ganar el título se ha ido instalado poco a poco en el vestuario blaugrana. El contundente triunfo ante el Villarreal (1-4) y la victoria en el derbi ante el Espanyol (1-0) han levantado los ánimos a un equipo que empezaba a mirar el calendario con estupor, consciente que el tiempo se les estaba echando encima, sobre todo tras empatar en casa ante el Atlético de Madrid (2-2) y unos días antes dejarse dos puntos en Vigo frente al Celta (2-2), tirando cuatro puntos en dos jornadas.
Además, las victorias del Real Madrid, con o sin ayuda del VAR, sumían aún más en el poso de la decepción y la resignación a los blaugrana, sobre todo tras el triunfo 0-1 en San Mamés ante el Athletic, donde más de un jugador del Barcelona tenía depositadas parte de sus esperanzas para soñar todavía con el campeonato.
Pero, como ya adelantó uno de los capitanes, Gerard Piqué, respaldado posteriormente por jugadores como Luis Suárez o Clément Lenglet, y hasta por el propio entrenador Quique Setién: “Somos el Barcelona y vamos a luchar hasta el final”.
Esta frase la pronunció tras el empate ante el Celta y cuando el equipo parecía que había tocado fondo: el ambiente en el vestuario se podía cortar con una hoja de afeitar, con algunos pesos pesados discrepando abiertamente sobre decisiones técnicas.
Sin embargo, tras una catártica cumbre de casi una hora, el vestuario se conjuró para unir fuerzas y los resultados no se han hecho esperar, sumando dos triunfos consecutivos.
Tras la victoria ante el Espanyol, el vestuario lo tenía muy claro: “Está complicado, pero no es imposible”. Ahora mismo están a un solo punto del Real Madrid, si bien es verdad que los blancos han de jugar este viernes en casa ante el Alavés.
Pero las cábalas blaugrana no están en este partido, sino en el posterior, contra el Granada en el estadio de Los Cármenes, un equipo que se está jugando estar en Europa, y sobre todo después en el Villarreal de Calleja, que también está buscando un billete en Europa. El reto pasa por un empate en Granada y un triunfo del equipo castellonense. Estos dos resultados, sumados a dos triunfos del Barcelona (Valladolid y Osasuna), pondría a los blaugrana un punto por delante del Real Madrid en la última jornada: el escenario soñado para revalidar el título de Liga.
La cofradía del clavo ardiendo, en clave blaugrana: “Es complicado, pero no imposible”
Xavi Bonilla / AFP7 / Europa Pre Xavi Bonilla / AFP7 / Europa Pre
En Can Barça no están acostumbrados a agarrarse a este tipo de ‘heroicas’, que son tan habituales en el Real Madrid. En el club blanco viven con naturalidad las remontadas en el último suspiro y las proclamas optimistas hasta que las matemáticas no digan lo contrario, mientras que en el vestuario blaugrana, este tipo de arrebatos, son más esporádicos y comedidos.
Sin embargo, desde hace unos días el convencimiento de que se puede ganar el título se ha ido instalado poco a poco en el vestuario blaugrana. El contundente triunfo ante el Villarreal (1-4) y la victoria en el derbi ante el Espanyol (1-0) han levantado los ánimos a un equipo que empezaba a mirar el calendario con estupor, consciente que el tiempo se les estaba echando encima, sobre todo tras empatar en casa ante el Atlético de Madrid (2-2) y unos días antes dejarse dos puntos en Vigo frente al Celta (2-2), tirando cuatro puntos en dos jornadas.
Además, las victorias del Real Madrid, con o sin ayuda del VAR, sumían aún más en el poso de la decepción y la resignación a los blaugrana, sobre todo tras el triunfo 0-1 en San Mamés ante el Athletic, donde más de un jugador del Barcelona tenía depositadas parte de sus esperanzas para soñar todavía con el campeonato.
Pero, como ya adelantó uno de los capitanes, Gerard Piqué, respaldado posteriormente por jugadores como Luis Suárez o Clément Lenglet, y hasta por el propio entrenador Quique Setién: “Somos el Barcelona y vamos a luchar hasta el final”.
Esta frase la pronunció tras el empate ante el Celta y cuando el equipo parecía que había tocado fondo: el ambiente en el vestuario se podía cortar con una hoja de afeitar, con algunos pesos pesados discrepando abiertamente sobre decisiones técnicas.
Sin embargo, tras una catártica cumbre de casi una hora, el vestuario se conjuró para unir fuerzas y los resultados no se han hecho esperar, sumando dos triunfos consecutivos.
Tras la victoria ante el Espanyol, el vestuario lo tenía muy claro: “Está complicado, pero no es imposible”. Ahora mismo están a un solo punto del Real Madrid, si bien es verdad que los blancos han de jugar este viernes en casa ante el Alavés.
Pero las cábalas blaugrana no están en este partido, sino en el posterior, contra el Granada en el estadio de Los Cármenes, un equipo que se está jugando estar en Europa, y sobre todo después en el Villarreal de Calleja, que también está buscando un billete en Europa. El reto pasa por un empate en Granada y un triunfo del equipo castellonense. Estos dos resultados, sumados a dos triunfos del Barcelona (Valladolid y Osasuna), pondría a los blaugrana un punto por delante del Real Madrid en la última jornada: el escenario soñado para revalidar el título de Liga.