En Dinamarca hubo nuevo campeón y festejaron como en la “vieja normalidad”
El Midtjylland le ganó 3-1 al Copenhague y se coronó en la Superliga danesa. Celebraron como antes del Covid-19: con público en la cancha y todos abrazados. ¡Hasta alzaron al DT! Tampoco faltó la cerveza...
Olé
Dinamarca fue uno de los países que mejor contuvo el brote de coronavirus. Desde que se desató la pandemia sólo se contagiaron 13.117 personas (apenas registró 12 nuevos casos durante las últimas 24 horas) y hubo 609 muertes, números más que envidiables si se los compara, por ejemplo, con su vecino Suecia: que tiene 74.333 casos y 5.550 muertes. Con el nivel de contagio tan controlado, los daneses volvieron a las clases presenciales desde mediados de abril y a principios de junio se reanudó la Superliga, primero con partidos a puertas cerradas y luego se permitió que los hinchas paulatinamente vuelvan a copar las tribunas.
Por ese motivo, hoy la fiesta en el MCH Arena, que está en la ciudad de Herning, fue completa... Claro, si bien no estaba al 100% de su ocupación y en las plateas se respetaba cierto distanciamiento social, fueron miles los hinchas de Midtjylland que se acercaron a su cancha para ver la posible coronación de su equipo. Los locales, que venían desfilando en el torneo, se enfrentaron al Copenhague, el equipo más grande de Dinamarca, que venía segundo. Pese a irse al entretiempo 1-0 abajo en el resultado, el líder del campeonato lo dio vuelta en el complemento y terminó ganando 3-1, con goles de Kaba, Dreyer y Mabil. Así le sacó 17 puntos de diferencia al escolta y se consagró campeón de la Superliga cuatro fechas antes del final.
Apenas el referí marcó el final del partido, los jugadores, el cuerpo técnico y los hinchas que estaban en las tribunas celebraron como locos el tercer título de la historia de este club, que se fundó hace apenas 21 años y que la temporada pasada quedó 2° en la tabla, abajo del Copenhague. En un época en que la mayoría de las ligas que se reanudaron o que empezaron durante la pandemia de coronavirus, lo hicieron con estadios vacíos y respetando estrictos protocolos para evitar nuevos brotes de Covid-19 (con jugadores con barbijos en los bancos de suplentes), llamó la atención el festejo del Midtjylland... Ya que fue como en la "vieja normalidad": es decir, todos los futbolistas abrazados y con la gente en las tribunas no respetando el distanciamiento social.
La celebración en la cancha se extendió un buen rato, hubo un momento en que los jugadores cantaron de cara su hinchada, tampoco faltó la cerveza a la hora de festejar ni la música. Incluso los futbolistas (algunos ingresaron al campo de juego con sus hijos) terminaron alzando y tirando por el aire a Brian Priske, el entrenador de los campeones. Ah y la fiestita también siguió en el vestuario...
Dinamarca fue uno de los países que mejor contuvo el brote de coronavirus. Desde que se desató la pandemia sólo se contagiaron 13.117 personas (apenas registró 12 nuevos casos durante las últimas 24 horas) y hubo 609 muertes, números más que envidiables si se los compara, por ejemplo, con su vecino Suecia: que tiene 74.333 casos y 5.550 muertes. Con el nivel de contagio tan controlado, los daneses volvieron a las clases presenciales desde mediados de abril y a principios de junio se reanudó la Superliga, primero con partidos a puertas cerradas y luego se permitió que los hinchas paulatinamente vuelvan a copar las tribunas.
Por ese motivo, hoy la fiesta en el MCH Arena, que está en la ciudad de Herning, fue completa... Claro, si bien no estaba al 100% de su ocupación y en las plateas se respetaba cierto distanciamiento social, fueron miles los hinchas de Midtjylland que se acercaron a su cancha para ver la posible coronación de su equipo. Los locales, que venían desfilando en el torneo, se enfrentaron al Copenhague, el equipo más grande de Dinamarca, que venía segundo. Pese a irse al entretiempo 1-0 abajo en el resultado, el líder del campeonato lo dio vuelta en el complemento y terminó ganando 3-1, con goles de Kaba, Dreyer y Mabil. Así le sacó 17 puntos de diferencia al escolta y se consagró campeón de la Superliga cuatro fechas antes del final.
Apenas el referí marcó el final del partido, los jugadores, el cuerpo técnico y los hinchas que estaban en las tribunas celebraron como locos el tercer título de la historia de este club, que se fundó hace apenas 21 años y que la temporada pasada quedó 2° en la tabla, abajo del Copenhague. En un época en que la mayoría de las ligas que se reanudaron o que empezaron durante la pandemia de coronavirus, lo hicieron con estadios vacíos y respetando estrictos protocolos para evitar nuevos brotes de Covid-19 (con jugadores con barbijos en los bancos de suplentes), llamó la atención el festejo del Midtjylland... Ya que fue como en la "vieja normalidad": es decir, todos los futbolistas abrazados y con la gente en las tribunas no respetando el distanciamiento social.
La celebración en la cancha se extendió un buen rato, hubo un momento en que los jugadores cantaron de cara su hinchada, tampoco faltó la cerveza a la hora de festejar ni la música. Incluso los futbolistas (algunos ingresaron al campo de juego con sus hijos) terminaron alzando y tirando por el aire a Brian Priske, el entrenador de los campeones. Ah y la fiestita también siguió en el vestuario...
