El reto del Barça: ninguna lesión más hasta el Nápoles

AS ha tenido acceso a la metodología de trabajo que llevará a cabo el club las próximas dos semanas con el objetivo de afrontar la Champions en condiciones óptimas.

Javier Miguel
As
El partido del 8 de agosto en el Camp Nou ante el Nápoles se presenta como el más importante de la temporada. Los técnicos han elaborado una detallada hoja de ruta de sesiones de entrenamiento, que empezará el 28 de julio, con el fin de afrontar la Champions en condiciones óptimas. Una de las prioridades es recuperar a los jugadores lesionados -se espera que Griezmann, Lenglet y hasta Umtiti estén disponibles- y evitar a toda costa lesiones durante las próximas dos semanas.


Para minimizar este tipo de riesgos, el club seguirá la pauta de trabajo marcada por el ‘maestro’ Paco Seirul.lo, actualmente director del área de la metodología del club, que será coordinada por Fran Soto, preparador físico del staff de Setién.

As ha tenido acceso a una parte de estos documentos, que podrá en práctica los próximos días el primer equipo, con el fin de mitigar las lesiones musculares y articulares. Básicamente se abordan cuatro bloques específicos: la fuerza de desplazamiento, la fuerza de salto, la fuerza de lucha y la fuerza de acciones con balón.

Cada bloque tiene sus connotaciones y peculiaridades. Por ejemplo, dentro de la fuerza de desplazamiento se incluye los cambios de ritmo, la aceleración, la desaceleración o cambios de dirección, en la fuerza de lucha se incluyen equilibrios, empujes, agarres y tensiones, en la fuerza de salto, impulso y recepciones, entre otros, mientras que en la fuerza de acciones de balón, se trabaja el chut, los pases y centros, principalmente.

Todas y cada una de estas fases se estructura a través de tres niveles de trabajo. En el primero, conocido como tarea fundamental, se ciñe al grupo muscular que se exige a la hora de hacer la práctica. Se trata de un trabajo coadyuvante, realizado casi siempre en el gimnasio, y que está muy lejos del trabajo específico. Por ejemplo, en la fuerza de salto, se realiza un trabajo de ‘squat’ o sentadilla con la barra para fortalecer los cuádriceps, el músculo más importante a la hora del impulso. Se trata de un esfuerzo claramente muy alejado de lo que se encontrará un futbolista en el terreno de juego. Seguidamente hay un trabajo compensatorio o complementario. En este segundo nivel lo que se busca es contrarrestar a nivel de prevención el movimiento que se ha realizado en el gimnasio para minimizar lesiones. Y el tercer nivel, el trabajo de aplicación o transparencia, se trata de plasmar en el campo el ejercicio que se parece mucho más a las necesidades prácticas del futbolista en el campo. En este caso es con un banco, pero podría ser con unas cuerdas de goma cogidas en la cintura.

Básicamente, el objetivo prioritario del trabajo físico que realizará el primer equipo será transferir la fuerza que se ha hecho en el ejercicio fundamental, pasando por un compensatorio, que reducirá el riesgo de lesiones del ejercicio anterior, y cuya correspondencia final se plasmará en un trabajo más específico y parecido al gesto técnico específico que se encontrará el jugador en el partido.

El objetivo final de este tipo de sesiones es ‘driblar’ las lesiones, ya que a día de hoy cualquier contratiempo sería mortal para las aspiraciones del Barcelona de continuar en la Champions. Al tratarse de una competición tan concentrada y con tantos partidos en un tramo relativamente corto de tiempo, se presenta primordial el trabajo de acondicionamiento físico que se abordará en la plantilla durante las próximas dos semanas.

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