El Deportivo La Coruña pasó de la gloria al desastre en dos décadas

El conjunto gallego, a 20 años de pisar fuerte en España y Europa con el histórico equipo conocido como Súper Depor, sorprendió al descender a la tercera categoría. ¿Cómo fueron sus años dorados?

Olé
El descenso del Deportivo La Coruña a la Segunda División B de España llamó la atención. Claro, más allá de que hace años no es protagonista en lo más alto de LaLiga, el conjunto gallego dejó en claro que está muy lejos del equipo que supo maravillar a lo largo de la década de 1990: el famoso Súper Depor. Pero, ¿por qué ese plantel se convirtió en leyenda? ¿Cómo hizo para quedar en la historia?


Todo comenzó en junio de 1991, cuando el club volvió a la máxima categoría tras vencer por 2-0 al Real Murcia. Y ese paso ya era todo una novedad, porque La Coruña estaba hace 18 años en el ascenso del país ibérico. En su regreso, igual, sufrió hasta el final para no volver a caer y se terminó quedando tras vencer al Betis en la Promoción ante Betis​.

Ya en la temporada 1992/93, con varios cambios en el formato de la competencia y una apertura para la llegada de nueva jugadores de peso, el Depor empezó a moverse de forma hábil en el mercado. Augusto César Lendoiro, su presidente en ese entonces, cerró a a varios pesos pesados de la época: Bebeto, Mauro Silva, Miroslav Djukic y Aldana.

​El arquitecto de ese plantel, el entrenador Arsenio Iglesias, entonces tuvo ya los elementos necesario para pelear el torneo casi hasta el final y quedó tercero, a solo cuatro puntos del campeón Barcelona. Gracias a esa impresionante campaña, donde Bebeto terminó como goleador con 29 tantos. el Depor se metió por primera vez en la historia en una competencia continental: la Copa UEFA (actual Europa League).

La historia en el próximo certamen fue más agónica, al punto que quedaron a un solo un penal de la gloria. Ya con Donato y Voro como nuevas cartas clave en la cancha, los de Galicia llegaron a la última fecha con la seguridad de que si ganaban su encuentro ante Valencia eran campeones. Pero el Barsa, su competidor directo por la estrella, le metió presión desde el Camp Nou con su victoria sobre Sevilla. Y ahí nació la historia de Miroslav Djukic...

El nacido en la antigua Yugoslavia se hizo un cargo de una definición desde los doce pasos en el último minuto, una situación ideal para conseguir la liga.​ Sin embargo, esa inmejorable situación se convirtió en una tragedia deportiva para Djukic porque el arquero José Luis González se lo tapó y el Culé celebró a la distancia. Vale señalar que el serbio no era el habitual ejecutor pero se hizo cargo porque Donato, el encargado de siempre, había sido reemplazado. "Fue el momento más triste de mi vida", aseguró Miroslav tiempo después.

La 1994/95 tampoco fue la indicada para conseguir la tan buscada corona en el torneo. Es que el Real Madrid de Jorge Valdano​ ganó cómodo, mientras que otra vez se había caído en octavos de final de la Copa UEFA contra un equipo alemán (primero Eintracht Frankfurt, luego Borussia Dortmund). Ojo, en esa temporada sí rompieron el maleficio al levantar la Copa del Rey y justo con una victoria 2-1 sobre el Valencia en la gran final.

Luego de esa consagración, el técnico Iglesias dejó su cargo para asumir en el Madrid y el Deportivo entró en un proceso de reconstrucción que lo hizo pasar casi desapercibido en los años siguientes. Hasta que en el 2000, con Javier Irureta dando las indicaciones desde el banco de suplentes, finalmente llegó el tan esperado título en la Liga de España. Mucho de ese éxito se explica también desde la solidez de Noureddine Naybet en el fondo, la calidad de Djalminha en el medio y la gran cantidad de goles que aportó Roy Makaay.

Ese equipo se subió a lo más alto del torneo en la fecha 12 del certamen y no se bajó más. También contó con ADN argentino en sus filas porque Lionel Scaloni, Gabriel Schurrer y el Turu Flores eran habituales. Ese mismo año, de hecho, el Depor se metió en cuartos de final de la Champions y ya en la 2003/04 hasta cayó en semifinales con el después campeón Porto de José Mourinho.

El club, entre malas administraciones y flojas campañas, empezó a entrar en una pronunciada decadencia. En el 2011 volvió a caer en el segundo escalón del sistema español y volvió rápido, pero siempre con la permanencia como único gran objetivo​. Ahora, su sueño será volver a ser lo que hace dos décadas lo puso en las primeras planas internacionales.

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