Disneyland París reabre tras la pandemia con mascarilla y con fe en el futuro

París, EFE
Las puertas de Disneyland París reabrieron este miércoles, tras más de tres meses de cierre a causa de la pandemia, con importantes medidas de seguridad para dar confianza a los visitantes, a quienes los organizadores esperan devolver la magia del parque de atracciones más visitado de Europa.
"Estamos sintiendo una emoción similar a la que tuvimos en abril de 1992 cuando se abrió el parque", afirma a Efe el vicepresidente de Ventas y Distribución, Javier Moreno.


La presidenta de Disneyland París, Natacha Rafalski, dio el banderazo de salida a la reapertura en una ceremonia festiva con música y un pequeño espectáculo, con el que se dio la bienvenida a los primeros visitantes, entusiastas, acogidos por los aplausos del personal dispuesto en un pasillo de honor a lo largo de toda la avenida principal del parque.

Las atracciones y los célebres personajes creados tras la Primera Guerra Mundial por Walt Disney -él mismo superviviente de la llamada gripe española- recibieron a familias y pequeños en condiciones excepcionales.

Mascarillas obligatorias

Los personajes de la saga 'Los Increíbles' recuerdan a mayores y niños las consignas de seguridad: las mascarillas son obligatorias a partir de los 11 años, más de 20 kilómetros de recorridos marcados en el suelo para guardar las distancias de seguridad y más de 2.000 distribuidores de gel hidroalcohólico por todo el parque.

Además, todas las ventas se harán por internet y aquellos que tengan una entrada sin fecha precisa deberán inscribirse para anunciar el día que quieren disfrutar del parque.

"Pero la esencia está ahí, el ADN de Disney está, los personajes, la magia, la música,... Los visitantes vienen para romper con el mundo exterior y la promesa se cumple", asegura Moreno.

El respeto de las normas de seguridad ha obligado, en cualquier caso, a renunciar a los desfiles y otras manifestaciones en las que el público se junta más, al igual que a cerrar los parques infantiles.

Para compensar, se han ideado puntos de encuentro con los personajes en los que se han marcado en el suelo los lugares para que los "selfis" queden perfectos.

Aforo limitado

La organización guarda un secreto sepulcral sobre la reducción del aforo que han acordado con las autoridades sanitarias, aunque los sindicatos han filtrado que, de los 80.000 turistas diarios habituales en temporada alta, se pasará a 24.000 en tiempos de la Covid-19.

Por ahora solo uno de los seis hoteles que rodean el complejo está abierto, pero Moreno afirma que tienen ya un plan para ir subiendo de intensidad de forma paulatina.

Siempre, matiza, con un ojo puesto en la seguridad, que para ellos es la prioridad, lo que les obligará a adaptarse a la situación en función de la evolución de la pandemia.

El Disney parisiense vuelve a la actividad unas semanas después de que lo hicieran sus hermanos mayores de Orlando y es el último de los grandes parques de atracciones franceses que sube el telón.

Además, lo hace con medidas más estrictas que otros y, si se analizan las cifras desveladas por los sindicatos, con un aforo más limitado.

Obligaciones que impone ser el mayor de todos ellos, con mucha diferencia sobre los demás. Disnelyland París recibía en condiciones normales unos 15 millones de visitantes anuales, frente a los 2,3 millones del Puy-du-Fou, en el oeste del país.

Otro problema suplementario es que, mientras los otros parques se alimentan sobre todo de visitantes locales, la mitad de los que pasean por las calles aledañas al castillo de la Bella Durmiente son extranjeros, lo que presupone un riesgo añadido en cuanto a la circulación del virus.

Frente a eso, Disney lanza un mensaje de esperanza y seguridad. "Es el momento de salir, de aprovechar, de pasar momentos únicos en familia. En eso somos únicos, porque creamos magia. Hay que tener momentos de felicidad y ahí es donde nosotros tenemos que poner nuestro granito de arena", subraya Moreno.

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