Diez años de un gol que unió para siempre a España y Sudáfrica

España, AS
Diez años atrás, las miradas del mundo estaban puestas en Johannesburgo, donde España y Holanda se jugaban el primer mundial de fútbol disputado en África. Aquella noche no solo acabó con España campeona, sino que unió para siempre, gracias al "deporte rey", a dos países sin grandes lazos históricos.
El campeonato había comenzado el 11 de junio de 2010 y, un mes después, el estadio Soccer City de Johannesburgo (ahora rebautizado FNB Stadium) se volvió a llenar para poner el punto final a una cita histórica.


Había sido el mundial de las vuvuzelas, del "Waka waka" de Shakira y de las predicciones del pulpo Paul, que aquella noche volvería a acertar al dar a "la Roja" por futura campeona, por primera vez en su historia.

Ni un ya anciano Nelson Mandela, que no había podido estar en la inauguración, quiso perderse aquel broche de oro a un torneo con el que Sudáfrica sorprendió -para bien- a quienes durante los años precedentes habían puesto en duda su capacidad para celebrar con éxito el mundial.

"A los sudafricanos les gustaba la forma en la que España juega al fútbol. Fútbol simple, eficiente, jugadores muy habilidosos y talentosos. Y eso es lo que los aficionados al fútbol sudafricanos querían ver. Así que, sí, fuimos muy felices" compartió el presidente de la Asociación de Fútbol de Sudáfrica (SAFA), Danny Jordaan, en una entrevista con motivo de este aniversario.

"Alemania era ciertamente uno de los favoritos y Holanda jugó muy bien hasta la final. Pero en la final estuvo claro que España producía el mejor fútbol. Y cuando (Andrés) Iniesta marcó ese gol, aquí en el estadio, el estadio estalló en celebración y emoción porque el equipo de España se convertía en merecido ganador", prosiguió Jordaan.

Sudáfrica 2010 en MARCA.com

El primer mundial africano

"¿Vosotros vivís entre leones?". Aaron Mokoena, el hombre que capitaneó a la selección de Sudáfrica durante el torneo, asegura que esa es una de las preguntas que más le repitieron en los cientos de entrevistas internacionales que concedió antes del campeonato.

"Era el primer mundial en el continente africano y en Sudáfrica y significó muchísimo para todo el mundo. Nuestro país se ve diferente ahora. Cambió absolutamente nuestra perspectiva y nos las arreglamos para levantar la bandera en cuanto a nuestro fútbol, nuestras infraestructuras...", explicó Mokoena.

El mundial fue un escaparate que, al igual que lo habían hecho en el pasado otros grandes eventos deportivos como el Mundial de Rugby de 1995 (inseparable de la historia de reconciliación de Sudáfrica tras el "apartheid"), mostró al mundo la capacidad de superación de la nación más desarrollada de África.

"Fue increíble, normalmente hablamos del espíritu 'ubuntu' (unidad, humanidad), de la nación arco iris (como se conoce a Sudáfrica): la gente blanca, negra, india, mestiza, todos juntos celebrando (...). Ese legado lo mantenemos ahora en parte gracias a que el mundial puso esos cimientos", prosiguió el capitán de "Bafana Bafana".

Mokoena, que había vivido en los Países Bajos, tenía el corazón más del lado holandés la noche de la final, pero reconoce que aquel día España fue la justa vencedora.

"Fue una de las mejores finales de la historia y no fue fácil, pero el mejor equipo ganó", aseveró.

Nuevos lazos gracias al fútbol

Hasta el 2010, los lazos históricos que unían España y Sudáfrica eran en cierta medida limitados. El mundial, sin embargo, fue un catalizador para que ambas naciones empezaran a pensar la una en la otra con cariño especial.

Prueba de ello es que La Liga española, dentro de su estrategia de expansión internacional, apostó en 2015 por este país para establecer su primera base de operaciones en el continente africano.

"(El torneo) unió a los dos países de una manera muy cercana porque ellos estaban organizando el primer mundial en suelo africano y, de hecho, lo hicieron muy bien. Y España ganó su primer mundial", apuntó Marcos Pelegrín, director de la oficina de La Liga en Sudáfrica.

Desde entonces, el fútbol español personificado en La Liga no solo trabaja para potenciar su imagen en África, sino que también colabora en proyectos de apoyo al deporte profesional sudafricano o incluso promueve iniciativas sociales para ayudar a través de este deporte a los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

"Estamos en un país donde tenemos que intentar aportar nuestro granito de arena", ratificó Pelegrín.

Todas las celebraciones de este aniversario en Sudáfrica han tenido que suspenderse por culpa del duro impacto que está teniendo la pandemia de Covid-19 en el país austral africano.

Pese a ello, diez años después, el espíritu "ubuntu" y el recuerdo de aquel histórico gol de Andrés Iniesta en el minuto 116 de la final siguen de la mano en Sudáfrica.

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