Día 1 en París sin Cavani
París, AS
La única espina que tendrá Cavani tras haber dejado ayer oficialmente de ser jugador del PSG es la de no haber podido ganar la Champions League. El uruguayo aterrizó en la capital francesa hace siete años en un equipo que tenía como ídolo a Ibrahimovic y que ahora añorará al uruguayo, consolidado como el máximo goleador histórico del club y como uno de los delanteros más infravalorados del último lustro.
En 300 partidos con el PSG, Cavani batió todos los registros. Marcó 200 goles, se convirtió en el máximo goleador histórico, superando a Ibrahimovic, y dejó una huella que difícilmente pueda ocupar cualquier otro jugador. A pesar del fichaje de Mauro Icardi, Tuchel no podrá contar más con uno de los delanteros de Europa que más ocasiones generaba por partido, además de aportar un sacrificio defensivo que le daba mucha solidez al conjunto parisino.
A Cavani poco le importó que Ibrahimovic fuera la pieza sobre la que girara el PSG de Nasser Al-Khelaïfi. Sin reproches, el ex del Napoli se reinventó como extremo izquierdo y formó una dupla espectacular con el sueco. No solo le superó en números, sino que, en la última etapa del gigante sueco en París, ya se hablaba más del PSG de Cavani que del PSG del Ibrahimovic.
En siete años en la capital francesa, Cavani consiguió 19 títulos, repartidos en 6 Ligue 1, 5 Copas de la Liga, 4 Copas de Francia y 4 Supercopas, cifras al alcance de muy pocos y que le sitúan en el olimpo de uno de los mejores delanteros que han pasado por el fútbol francés. Por ello, su salida de París, sin poder despedirse en dos finales (Copa de Francia y Copa de la Liga) o en la disputa de la Champions League, el único torneo que se le ha resistido en el PSG, supone volver a poner en entredicho la gestión de los parisinos con sus mejores jugadores en los últimos años.
La única espina que tendrá Cavani tras haber dejado ayer oficialmente de ser jugador del PSG es la de no haber podido ganar la Champions League. El uruguayo aterrizó en la capital francesa hace siete años en un equipo que tenía como ídolo a Ibrahimovic y que ahora añorará al uruguayo, consolidado como el máximo goleador histórico del club y como uno de los delanteros más infravalorados del último lustro.
En 300 partidos con el PSG, Cavani batió todos los registros. Marcó 200 goles, se convirtió en el máximo goleador histórico, superando a Ibrahimovic, y dejó una huella que difícilmente pueda ocupar cualquier otro jugador. A pesar del fichaje de Mauro Icardi, Tuchel no podrá contar más con uno de los delanteros de Europa que más ocasiones generaba por partido, además de aportar un sacrificio defensivo que le daba mucha solidez al conjunto parisino.
A Cavani poco le importó que Ibrahimovic fuera la pieza sobre la que girara el PSG de Nasser Al-Khelaïfi. Sin reproches, el ex del Napoli se reinventó como extremo izquierdo y formó una dupla espectacular con el sueco. No solo le superó en números, sino que, en la última etapa del gigante sueco en París, ya se hablaba más del PSG de Cavani que del PSG del Ibrahimovic.
En siete años en la capital francesa, Cavani consiguió 19 títulos, repartidos en 6 Ligue 1, 5 Copas de la Liga, 4 Copas de Francia y 4 Supercopas, cifras al alcance de muy pocos y que le sitúan en el olimpo de uno de los mejores delanteros que han pasado por el fútbol francés. Por ello, su salida de París, sin poder despedirse en dos finales (Copa de Francia y Copa de la Liga) o en la disputa de la Champions League, el único torneo que se le ha resistido en el PSG, supone volver a poner en entredicho la gestión de los parisinos con sus mejores jugadores en los últimos años.