De Rossi: en la playa y “Bianchi, medio boludo”
Daniele, mientras aprovecha del verano italiano, contó cómo lo ven al Virrey en Roma y avisó que volverá a Boca, “sí o sí”. También elogió a Gallardo.
Olé
En Buenos Aires hace apenas 7 grados de temperatura. En Roma superan los 30. Y más allá de que él disfruta de ese verano europeo, del sol y de las playas, Daniele De Rossi afirmó que extraña Argentina y, sobre todo, a Boca. Por eso, ya tiene en mente regresar a nuestro país "como turista", pero también al Xeneize: "Tengo en mi cabeza la idea de volver como entrenador de Boca, sí o sí". El romano dejó el club a inicios de este 2020, en una decisión que ya tenía tomada desde el año pasado.
Sabaudia es el lugar que eligió Lele para relajarse bajo el sol y con el Mar Tirreno de fondo. Ahí, a menos de 100 kilómetros al sur de Roma, De Rossi habló de todo un poco, desde su paso por Boca, los amigos que le quedaron, las comidas que extraña, de un tal Lionel Messi... Pero también tocó otro nombre propio que une a Boca y a la Loba: Carlos Bianchi, multicampeón y leyenda en el Xeneize, pero con un paso sin ruido por la capital de Italia. "Bianchi en Boca es un dios y en Roma es medio boludo, la gente lo considera medio boludo y eso es increíble", soltó en una entrevista con La Nación.
"Es un entrenador que ganó todo, ganó todo en Sudamérica, ganó todo en el mundo, ganó tres veces la Intercontinental, fue campeón del mundo con Vélez y dos veces con Boca, ¿entonces de qué estamos hablando? Bianchi puede tener la misma jerarquía que un Lippi o un Capello, hablamos de un fenómeno absoluto... Pero no me acuerdo mucho de su fútbol en Boca, era muy joven", agregó Daniele, que ahora se prepara para ser entrenador y justamente es por ese lado que planea volver a Boca.
El ex 16, que de paso pidió la camiseta actual de Boca con ese número, contó también qué entrenador argentinos le gustan, y entre ellos está el de River: "Mirando los técnicos de la actualidad, y siendo muy muy distintos entre ellos, los dos mejores entrenadores que tiene la Argentina son Simeone y Gallardo. Tienen una mentalidad distinta, son opuestos, pero ambos son dos fenómenos. Simeone ya demostró en Europa que es un gran técnico y Gallardo tiene todo por delante aún, pero su manera de ser y de entrenar me parecen muy europeas. Después, también destaco a Pochettino y, para mí, el más encantador es Bielsa. Me interesa porque todos los jugadores que lo tuvieron hablan bien de él, y porque sus equipos juegan para atacar, para disfrutar. Me gustaría ir a Leeds a ver sus entrenamientos y hablar un poquito con él. Me encantaría aprender de él", detalló.
Mientras disfruta de su retiro y pasa el tiempo con su familia, De Rossi también analiza qué será de su futuro y ya conformó el cuerpo técnico, con el que miran videos y piensan opciones. Es más, en estos días sonó como posible DT de la Fiorentina. Seguramente Italia sea el lugar para dar los primeros pasos, pero ahí asoma el deseo xeneize. "Tengo que volver (a Buenos Aires) como turista y tengo que volver para agradecerle a la gente que tanto me ayudó. Y tengo en mi cabeza la idea de volver como entrenador de Boca, sí o sí. Puedo ser el último de la lista, pero mi idea es esa. Si las cosas seguían bien, ya había quedado con Nico (Burdisso) que iba a empezar mi carrera de entrenador en las inferiores del club. Eso fue antes de que empezaran los pequeños problemas familiares. El día que firmé la rescisión estaba en las oficinas de la Bombonera, y de repente levanté la cabeza y estaba la Copa Libertadores ahí, en una vitrina. Y me dije, 'no dejé lo que podía dejar como futbolista, no dejé nada, por eso quiero volver como entrenador porque este club está en mi corazón'. Las vueltas de la vida dirán, pero mi deseo es dirigir a Boca".
Daniele en Boca.
Daniele contó que extraña mucho vivir en Argentina. Es más, hasta mirando la serie La Casa de Papel, cuando apareció el personaje Palermo, se miró con su mujer Sarah y los dos pensaron lo mismo. "Casi arrancamos a llorar... No pasa semana que no extrañe todo de Boca", dijo. Y hasta pidió que la nueva marca que viste al Xeneize le mande una camiseta con el 16 en la espalda: "Me dijeron que debía firmar no sé qué, que los derechos..., a mí no me importa una mierda, me gusta que mi imagen esté cercana a Boca".
El romano no tardó en sumar a su vocabulario las palabras argentas, como "boludo", "vendehumo" y muchas más. Y las dice como si nada, con total naturalidad. Hasta adoptó el mate. Y le manda mensajes al cocinero de Boca contándole que extraña el pastel de papas. Ni hablar de la carne: "Esos asados tampoco los comí más...".
De Rossi, como era en la cancha, es afuera. Y con ese ímpetu respondió a los que dudaron de los motivos de su retiro: "No me importa una mierda lo que dice una persona detrás de una pantalla. Si digo que amo a Boca, soy vendehumo; si explico las razones de mi decisión, soy vendehumo. En Argentina es así y acá en Italia es parecido. En Argentina ese vendehumo se usa para todos, para los futbolistas, los políticos, los entrenadores, los dirigentes..., para cada pelotudo en la calle. No me importa lo que hayan dicho, salvo, salvo, un poquito sí, si lo dicen futbolistas, o exfutbolistas que están en la tele, pero me doy cuenta de que ellos tienen necesidad de hablar en la tele. Yo nunca podría hacer algo así. Ni hoy ni en 50 años, yo no hablaría mal de mis colegas en la tele. Puedo dar un juicio, pero nunca diría que alguien estuvo de vacaciones porque es una falta de respeto dirigida a alguien que trabajó en mi profesión. Y además, habla sin conocerme".
Daniele es campeón del fútbol argentino con Boca porque formó parte del plantel que ganó la Superliga pasada. Aunque él se quiera correrse un poco del escenario. "Yo soy feliz si alguien piensa que fui parte de una alegría para los hinchas de Boca, pero yo no hice casi nada. Me doy cuenta solo, soy muy consciente. No soy de esos que se toman los méritos de otros. El título lo ganaron mis compañeros en la cancha y me sentí muy feliz por ellos. Me sentí parte de ese grupo, también hoy me siento parte de ese grupo, pero yo no hice mucho", reveló, humilde.
De Rossi jugó siete partidos en Boca, cinco de ellos por Superliga, uno por Copa Argentina (con gol), y otro por Libertadores. Un total de 432 minutos, mucho menos de lo que esperaba. "Un jugador como yo, que siempre fue protagonista, un líder, una pieza importante, que jugaba mil partidos, no se va a hinchar el pecho por un título que se ganaron con los dientes y con las uñas mis compañeros. No sería justo, sería irrespetuoso con ellos. Cuando jugué en Boca dejé todo, hice mi parte, sumamos puntos importantes, yo me siento parte de ese equipo y me seguiré sintiendo parte de ese equipo por los próximos dos o tres años, pero mis merecimientos son muy muy muy pocos", agregó.
"Hablo muy seguido con muchos de mis compañeros... Les mandé videos, notas de audio, los cargué, les reclamé que quería premios, plata, esas cargadas. Les dije que todo era por mis méritos, que ellos no habían hecho nada para ganar el título..., jaja", bromeó Daniele, que se llevó buenos amigos de Boca.
Saliendo un poco de Boca, el ex volante, campeón del mundo con Italia, se refirió a Lionel Messi con una frase particular: "Si en Italia contás que en la Argentina le dicen pechofrío a Messi, acá se ríen, no entienden nada. ¡Cómo le vas a decir pechofrío a Messi que tiene dos huevos así de grandes! Hay gente que tiene el coraje de decirle pechofrío a Messi detrás de una computadora, y después ni tiene los huevos de pedirle a su mujer el control de la tele para cambiar de canal. ¡Y le dicen pechofrío a uno que marcó más de 1000 goles en su vida! ¡Vamos!".
Los ex compañero que más extraña: "Todos me emocionaron. Pero con Franco Soldano, mi compañero de cuarto, hablamos cada dos o tres días; con Paolo Goltz, que es un fenómeno como jugador y como hombre; el Cali Izquierdoz, también..., tengo miedo de olvidarme de alguno... Alguna vez hablo con Junior Alonso, con Wancho, con Ema Mas, con Buffa... con Campuzano... El otro día fue el cumpleaños de Iván Marcone y le escribí un mensaje... Pero Franco, Cali y Paolo Goltz están en mi corazón. Me ayudaron, nos acoplamos fácil, en una semana ya sentía que los conocía desde siempre".
Sobre Carlos Tevez: "Cuando alguien duda de tu nivel, los campeones, los que son número 1, suben de nivel y les cierran la boca a todos. Pasa siempre y en todos lados. Y un fenómeno como él es otro ejemplo. Después, lo ayudó la manera de jugar del equipo, el entrenador Russo le dio mucha confianza y encontró el estado físico óptimo, porque a nuestra edad, si no estás al 100%, es mucho más difícil. La jerarquía no es todo, no alcanza si los músculos no te responden. Se puso bien, se puso con la cabeza justa, como decimos acá, e hizo una segunda parte de la liga increíble. Pero no me sorprendió, no estamos hablando de un desconocido o de un jugador cualquiera. Estamos hablando de Tevez".
¿Cómo fue dejar Boca? "Estoy re tranquilo con mi conciencia, pero muchas veces me despierto extrañando a Boca. Yo y también mi mujer, Sarah; los nenes no, los nenes son más felices acá, más allá de que mi hijo Noah sigue cantando las canciones de Boca y sigue hablando de Güenos Aires, porque él le dice Güenos Aires. Pero acá tienen a sus abuelos, sus amigos, sus primos. Fue una experiencia increíble, muy corta, demasiado corta para lo que quería hacer yo, pero muy intensa. muy fuerte. Yo no estaba acostumbrado a cambiar de lugar, y menos de país. Y la primera vez que lo hago, me voy al otro lado del mundo, adonde nadie me conocía. En Italia tenía como 1000 personas que me decían '¿adónde vas? Argentina está lleno de criminales, allá te matan por tomar un taxi a la noche, es peligroso...'. Yo elegí venir y estuve cómodo y fui feliz. Pero extrañaba a mi hija mayor, ella me necesitaba".
El coronavirus en Italia: "Hay que ser cuidadosos, ya que algunos infectólogos siguen alertando de una posible segunda curva en septiembre u octubre. Yo sigo teniendo un poco de miedo".
Olé
En Buenos Aires hace apenas 7 grados de temperatura. En Roma superan los 30. Y más allá de que él disfruta de ese verano europeo, del sol y de las playas, Daniele De Rossi afirmó que extraña Argentina y, sobre todo, a Boca. Por eso, ya tiene en mente regresar a nuestro país "como turista", pero también al Xeneize: "Tengo en mi cabeza la idea de volver como entrenador de Boca, sí o sí". El romano dejó el club a inicios de este 2020, en una decisión que ya tenía tomada desde el año pasado.
Sabaudia es el lugar que eligió Lele para relajarse bajo el sol y con el Mar Tirreno de fondo. Ahí, a menos de 100 kilómetros al sur de Roma, De Rossi habló de todo un poco, desde su paso por Boca, los amigos que le quedaron, las comidas que extraña, de un tal Lionel Messi... Pero también tocó otro nombre propio que une a Boca y a la Loba: Carlos Bianchi, multicampeón y leyenda en el Xeneize, pero con un paso sin ruido por la capital de Italia. "Bianchi en Boca es un dios y en Roma es medio boludo, la gente lo considera medio boludo y eso es increíble", soltó en una entrevista con La Nación.
"Es un entrenador que ganó todo, ganó todo en Sudamérica, ganó todo en el mundo, ganó tres veces la Intercontinental, fue campeón del mundo con Vélez y dos veces con Boca, ¿entonces de qué estamos hablando? Bianchi puede tener la misma jerarquía que un Lippi o un Capello, hablamos de un fenómeno absoluto... Pero no me acuerdo mucho de su fútbol en Boca, era muy joven", agregó Daniele, que ahora se prepara para ser entrenador y justamente es por ese lado que planea volver a Boca.
El ex 16, que de paso pidió la camiseta actual de Boca con ese número, contó también qué entrenador argentinos le gustan, y entre ellos está el de River: "Mirando los técnicos de la actualidad, y siendo muy muy distintos entre ellos, los dos mejores entrenadores que tiene la Argentina son Simeone y Gallardo. Tienen una mentalidad distinta, son opuestos, pero ambos son dos fenómenos. Simeone ya demostró en Europa que es un gran técnico y Gallardo tiene todo por delante aún, pero su manera de ser y de entrenar me parecen muy europeas. Después, también destaco a Pochettino y, para mí, el más encantador es Bielsa. Me interesa porque todos los jugadores que lo tuvieron hablan bien de él, y porque sus equipos juegan para atacar, para disfrutar. Me gustaría ir a Leeds a ver sus entrenamientos y hablar un poquito con él. Me encantaría aprender de él", detalló.
Mientras disfruta de su retiro y pasa el tiempo con su familia, De Rossi también analiza qué será de su futuro y ya conformó el cuerpo técnico, con el que miran videos y piensan opciones. Es más, en estos días sonó como posible DT de la Fiorentina. Seguramente Italia sea el lugar para dar los primeros pasos, pero ahí asoma el deseo xeneize. "Tengo que volver (a Buenos Aires) como turista y tengo que volver para agradecerle a la gente que tanto me ayudó. Y tengo en mi cabeza la idea de volver como entrenador de Boca, sí o sí. Puedo ser el último de la lista, pero mi idea es esa. Si las cosas seguían bien, ya había quedado con Nico (Burdisso) que iba a empezar mi carrera de entrenador en las inferiores del club. Eso fue antes de que empezaran los pequeños problemas familiares. El día que firmé la rescisión estaba en las oficinas de la Bombonera, y de repente levanté la cabeza y estaba la Copa Libertadores ahí, en una vitrina. Y me dije, 'no dejé lo que podía dejar como futbolista, no dejé nada, por eso quiero volver como entrenador porque este club está en mi corazón'. Las vueltas de la vida dirán, pero mi deseo es dirigir a Boca".
Daniele en Boca.
Daniele contó que extraña mucho vivir en Argentina. Es más, hasta mirando la serie La Casa de Papel, cuando apareció el personaje Palermo, se miró con su mujer Sarah y los dos pensaron lo mismo. "Casi arrancamos a llorar... No pasa semana que no extrañe todo de Boca", dijo. Y hasta pidió que la nueva marca que viste al Xeneize le mande una camiseta con el 16 en la espalda: "Me dijeron que debía firmar no sé qué, que los derechos..., a mí no me importa una mierda, me gusta que mi imagen esté cercana a Boca".
El romano no tardó en sumar a su vocabulario las palabras argentas, como "boludo", "vendehumo" y muchas más. Y las dice como si nada, con total naturalidad. Hasta adoptó el mate. Y le manda mensajes al cocinero de Boca contándole que extraña el pastel de papas. Ni hablar de la carne: "Esos asados tampoco los comí más...".
De Rossi, como era en la cancha, es afuera. Y con ese ímpetu respondió a los que dudaron de los motivos de su retiro: "No me importa una mierda lo que dice una persona detrás de una pantalla. Si digo que amo a Boca, soy vendehumo; si explico las razones de mi decisión, soy vendehumo. En Argentina es así y acá en Italia es parecido. En Argentina ese vendehumo se usa para todos, para los futbolistas, los políticos, los entrenadores, los dirigentes..., para cada pelotudo en la calle. No me importa lo que hayan dicho, salvo, salvo, un poquito sí, si lo dicen futbolistas, o exfutbolistas que están en la tele, pero me doy cuenta de que ellos tienen necesidad de hablar en la tele. Yo nunca podría hacer algo así. Ni hoy ni en 50 años, yo no hablaría mal de mis colegas en la tele. Puedo dar un juicio, pero nunca diría que alguien estuvo de vacaciones porque es una falta de respeto dirigida a alguien que trabajó en mi profesión. Y además, habla sin conocerme".
Daniele es campeón del fútbol argentino con Boca porque formó parte del plantel que ganó la Superliga pasada. Aunque él se quiera correrse un poco del escenario. "Yo soy feliz si alguien piensa que fui parte de una alegría para los hinchas de Boca, pero yo no hice casi nada. Me doy cuenta solo, soy muy consciente. No soy de esos que se toman los méritos de otros. El título lo ganaron mis compañeros en la cancha y me sentí muy feliz por ellos. Me sentí parte de ese grupo, también hoy me siento parte de ese grupo, pero yo no hice mucho", reveló, humilde.
De Rossi jugó siete partidos en Boca, cinco de ellos por Superliga, uno por Copa Argentina (con gol), y otro por Libertadores. Un total de 432 minutos, mucho menos de lo que esperaba. "Un jugador como yo, que siempre fue protagonista, un líder, una pieza importante, que jugaba mil partidos, no se va a hinchar el pecho por un título que se ganaron con los dientes y con las uñas mis compañeros. No sería justo, sería irrespetuoso con ellos. Cuando jugué en Boca dejé todo, hice mi parte, sumamos puntos importantes, yo me siento parte de ese equipo y me seguiré sintiendo parte de ese equipo por los próximos dos o tres años, pero mis merecimientos son muy muy muy pocos", agregó.
"Hablo muy seguido con muchos de mis compañeros... Les mandé videos, notas de audio, los cargué, les reclamé que quería premios, plata, esas cargadas. Les dije que todo era por mis méritos, que ellos no habían hecho nada para ganar el título..., jaja", bromeó Daniele, que se llevó buenos amigos de Boca.
Saliendo un poco de Boca, el ex volante, campeón del mundo con Italia, se refirió a Lionel Messi con una frase particular: "Si en Italia contás que en la Argentina le dicen pechofrío a Messi, acá se ríen, no entienden nada. ¡Cómo le vas a decir pechofrío a Messi que tiene dos huevos así de grandes! Hay gente que tiene el coraje de decirle pechofrío a Messi detrás de una computadora, y después ni tiene los huevos de pedirle a su mujer el control de la tele para cambiar de canal. ¡Y le dicen pechofrío a uno que marcó más de 1000 goles en su vida! ¡Vamos!".
Los ex compañero que más extraña: "Todos me emocionaron. Pero con Franco Soldano, mi compañero de cuarto, hablamos cada dos o tres días; con Paolo Goltz, que es un fenómeno como jugador y como hombre; el Cali Izquierdoz, también..., tengo miedo de olvidarme de alguno... Alguna vez hablo con Junior Alonso, con Wancho, con Ema Mas, con Buffa... con Campuzano... El otro día fue el cumpleaños de Iván Marcone y le escribí un mensaje... Pero Franco, Cali y Paolo Goltz están en mi corazón. Me ayudaron, nos acoplamos fácil, en una semana ya sentía que los conocía desde siempre".
Sobre Carlos Tevez: "Cuando alguien duda de tu nivel, los campeones, los que son número 1, suben de nivel y les cierran la boca a todos. Pasa siempre y en todos lados. Y un fenómeno como él es otro ejemplo. Después, lo ayudó la manera de jugar del equipo, el entrenador Russo le dio mucha confianza y encontró el estado físico óptimo, porque a nuestra edad, si no estás al 100%, es mucho más difícil. La jerarquía no es todo, no alcanza si los músculos no te responden. Se puso bien, se puso con la cabeza justa, como decimos acá, e hizo una segunda parte de la liga increíble. Pero no me sorprendió, no estamos hablando de un desconocido o de un jugador cualquiera. Estamos hablando de Tevez".
¿Cómo fue dejar Boca? "Estoy re tranquilo con mi conciencia, pero muchas veces me despierto extrañando a Boca. Yo y también mi mujer, Sarah; los nenes no, los nenes son más felices acá, más allá de que mi hijo Noah sigue cantando las canciones de Boca y sigue hablando de Güenos Aires, porque él le dice Güenos Aires. Pero acá tienen a sus abuelos, sus amigos, sus primos. Fue una experiencia increíble, muy corta, demasiado corta para lo que quería hacer yo, pero muy intensa. muy fuerte. Yo no estaba acostumbrado a cambiar de lugar, y menos de país. Y la primera vez que lo hago, me voy al otro lado del mundo, adonde nadie me conocía. En Italia tenía como 1000 personas que me decían '¿adónde vas? Argentina está lleno de criminales, allá te matan por tomar un taxi a la noche, es peligroso...'. Yo elegí venir y estuve cómodo y fui feliz. Pero extrañaba a mi hija mayor, ella me necesitaba".
El coronavirus en Italia: "Hay que ser cuidadosos, ya que algunos infectólogos siguen alertando de una posible segunda curva en septiembre u octubre. Yo sigo teniendo un poco de miedo".