Burgess presume de cómo va el nuevo césped del Bernabéu
El director de terrenos de juego publicó una secuencia de fotografías mostrando el avance de las obras. "Es hora de volver a convertir esto en un campo de fútbol", señaló.
Sergio López de Vicente
As
El Santiago Bernabéu sigue su ferviente remodelación, rumbo a convertirse en un estadio referencia de la vanguardia tecnológica a nivel mundial. Esta misma mañana el director de supervisión de terrenos de juego, Paul Burgess, publicó en sus redes sociales unas imágenes de cómo avanzan las obras en la superficie.
"Es hora de volver a convertir esto en un campo de fútbol, así que estaré un poco ocupado las próximas semanas", escribió. En las mismas se aprecia como un enorme tubo atraviesa todo el terreno de juego por debajo.
Una "cueva invernadero" y un césped retráctil
Pero esa no será la única novedad del nuevo tapete madridista. El césped será retráctil, descansando sobre unas ochos planchas que permitirán retirar el terreno de juego a un espacio aislado en el lateral oeste, de forma que se puedan realizar eventos musicales o de otra índole sin que se estropee.
La complejidad de las obras hará que estas se retrasen un año, pero el césped se desplazará a través de raíles, distribuyéndose en planchas y apilándose en lo que se ha denominado "cueva invernadero", un sistema subterráneo que mantendrá el césped en todo momento intacto, a una temperatura ideal y con pulverización mecanizada.
Otros clubes ya tienen sistemas parecidos
El Real Madrid busca perfeccionar una técnica que ya han implementado otros clubes de Europa. El Tottenham, por ejemplo, tiene un césped distribuido en tres secciones que también se puede retirar a través de un sistema de raíles. Esto permite a los clubes tener un campo multiusos sin arriesgar el verde.
También cuenta con esta técnica el Schalke 04, cuyo terreno de juego está compuesto por una plancha de 10.000 toneladas que tarda entre 10 y 12 horas en retirarse. Todo, para obtener un césped "de quita y pon" digno de la vanguardia del fútbol.
Sergio López de Vicente
As
El Santiago Bernabéu sigue su ferviente remodelación, rumbo a convertirse en un estadio referencia de la vanguardia tecnológica a nivel mundial. Esta misma mañana el director de supervisión de terrenos de juego, Paul Burgess, publicó en sus redes sociales unas imágenes de cómo avanzan las obras en la superficie.
"Es hora de volver a convertir esto en un campo de fútbol, así que estaré un poco ocupado las próximas semanas", escribió. En las mismas se aprecia como un enorme tubo atraviesa todo el terreno de juego por debajo.
Una "cueva invernadero" y un césped retráctil
Pero esa no será la única novedad del nuevo tapete madridista. El césped será retráctil, descansando sobre unas ochos planchas que permitirán retirar el terreno de juego a un espacio aislado en el lateral oeste, de forma que se puedan realizar eventos musicales o de otra índole sin que se estropee.
La complejidad de las obras hará que estas se retrasen un año, pero el césped se desplazará a través de raíles, distribuyéndose en planchas y apilándose en lo que se ha denominado "cueva invernadero", un sistema subterráneo que mantendrá el césped en todo momento intacto, a una temperatura ideal y con pulverización mecanizada.
Otros clubes ya tienen sistemas parecidos
El Real Madrid busca perfeccionar una técnica que ya han implementado otros clubes de Europa. El Tottenham, por ejemplo, tiene un césped distribuido en tres secciones que también se puede retirar a través de un sistema de raíles. Esto permite a los clubes tener un campo multiusos sin arriesgar el verde.
También cuenta con esta técnica el Schalke 04, cuyo terreno de juego está compuesto por una plancha de 10.000 toneladas que tarda entre 10 y 12 horas en retirarse. Todo, para obtener un césped "de quita y pon" digno de la vanguardia del fútbol.