Zidane aprueba en el Di Stéfano
Madrid, AS
EI pasado 28 de mayo Zinedine Zidane comunicó a sus jugadores que ese día la sesión de entrenamiento no sería en los habituales campos 1 y 2 de Valdebebas, sino que se trasladaría al estadio Alfredo Di Stéfano. El técnico quería que sus jugadores fuesen acostumbrándose a un campo que sólo conocen de hacer allí el entrenamiento de puertas abiertas en Navidad, y que será su sede en los seis encuentros como local que les restan para terminar la temporada tanto en la Liga como en la Champions (si eliminan al Manchester City en agosto), para de esa manera agilizar las obras de remodelación del Bernabéu. Esa toma de contacto fue para comprobar de primera mano cómo respondía el césped después de los meses de inactividad y para que los jugadores se vayan familiarizando con el que va a ser su escenario (habitualmente juegan ahí sus partidos el Castilla y el Juvenil A blanco en los partidos de la Youth League).
Pero para Zizou, el Di Stéfano no es un mero desconocido: fue uno de los jugadores que participó en el partido de su puesta de largo en 2006 ante el Stade Reims... y donde también hizo sus primeras armas como técnico en sus banquillos en las temporadas 2014-15 y 2015-16, antes de que a comienzos de 2016 sustituyese a Rafa Benítez al frente de la primera plantilla blanca. Hasta entonces había dirigido al Castilla en 28 encuentros como local en el Di Stéfano (de un total de 57), con un balance aceptable: 17 victorias (el 60,71% del total), siete empates (el 25%) y sólo cuatro derrotas (el 14,29%: curiosamente se estrenó perdiendo ante el Getafe B: 1-2). Además, en esos 28 encuentros sus pupilos anotaron 61 goles (una media de 2,17 tantos por encuentro) y encajaron 30 (1,07 de media). El Castilla no marcó en cuatro encuentros, mientras que no encajó en seis. Eso sí, su primer rival en este regreso a la competición liguera será el Eibar: dos de las cuatro derrotas (todas en su primera campaña como entrenador del filial) que tuvo fueron antes conjuntos vascos: el Amorebieta y el Real Unión de Irún. Precisamente, ante los primeros, los cachorros blancos sufrieron su goleada más dura como locales (0-3). Era el tercer encuentro de Zidane en Vadebebas...
EI pasado 28 de mayo Zinedine Zidane comunicó a sus jugadores que ese día la sesión de entrenamiento no sería en los habituales campos 1 y 2 de Valdebebas, sino que se trasladaría al estadio Alfredo Di Stéfano. El técnico quería que sus jugadores fuesen acostumbrándose a un campo que sólo conocen de hacer allí el entrenamiento de puertas abiertas en Navidad, y que será su sede en los seis encuentros como local que les restan para terminar la temporada tanto en la Liga como en la Champions (si eliminan al Manchester City en agosto), para de esa manera agilizar las obras de remodelación del Bernabéu. Esa toma de contacto fue para comprobar de primera mano cómo respondía el césped después de los meses de inactividad y para que los jugadores se vayan familiarizando con el que va a ser su escenario (habitualmente juegan ahí sus partidos el Castilla y el Juvenil A blanco en los partidos de la Youth League).
Pero para Zizou, el Di Stéfano no es un mero desconocido: fue uno de los jugadores que participó en el partido de su puesta de largo en 2006 ante el Stade Reims... y donde también hizo sus primeras armas como técnico en sus banquillos en las temporadas 2014-15 y 2015-16, antes de que a comienzos de 2016 sustituyese a Rafa Benítez al frente de la primera plantilla blanca. Hasta entonces había dirigido al Castilla en 28 encuentros como local en el Di Stéfano (de un total de 57), con un balance aceptable: 17 victorias (el 60,71% del total), siete empates (el 25%) y sólo cuatro derrotas (el 14,29%: curiosamente se estrenó perdiendo ante el Getafe B: 1-2). Además, en esos 28 encuentros sus pupilos anotaron 61 goles (una media de 2,17 tantos por encuentro) y encajaron 30 (1,07 de media). El Castilla no marcó en cuatro encuentros, mientras que no encajó en seis. Eso sí, su primer rival en este regreso a la competición liguera será el Eibar: dos de las cuatro derrotas (todas en su primera campaña como entrenador del filial) que tuvo fueron antes conjuntos vascos: el Amorebieta y el Real Unión de Irún. Precisamente, ante los primeros, los cachorros blancos sufrieron su goleada más dura como locales (0-3). Era el tercer encuentro de Zidane en Vadebebas...
Sin embargo, sus mejores datos como local los consiguió en su segunda campaña: antes de suplir a Benítez, no había perdido ninguno de sus nueve encuentros como local. Sumaba seis triunfos y tres empates en esos nueve partidos. Le habían servido para sumar 21 puntos (como visitante había logrado 16 para un total de 37) y dejar al Castilla en segunda posición de la tabla clasificatoria, a cuatro puntos del entonces líder, el Barakaldo, en el Grupo II de Segunda B. Cuando el 19 de diciembre de 2015 el colegiado coruñés Óscar Martínez Santos señaló el final del encuentro entre el Castilla y el Talavera (1-1), pocos aventuraban el futuro del actual entrenador del Madrid. El gol del empate lo había marcado Marcos Llorente, que igualaba un remate de Agudo con un zapatazo desde fuera del área. Incluso Mariano pudo haber dado los tres puntos con un remate que repelió el poste. Casi cinco años después, sólo el hispano-dominicano figura en la plantilla del Madrid de aquel Castilla...
Kroos. A semana y media del regreso a la competición, Kroos resaltó la importancia de cada entrenamiento con vistas al encuentro ante el Eibar del día 14 (19:30h.): "Estamos entrenando bien, con intensidad, intentando llegar al primer partido de la mejor manera posible. No podemos hacer más. Esta situación es igual para todos. Hay que entrenar bien el físico y recuperar la sensación con balón. No lo hemos tocado mucho estando estas semanas en casa, pero sí hemos podido trabajar el físico. Ahora lo más importante es tocar mucho el balón para no olvidarnos de cómo se hace", dijo. Y añadió: "Para mí, por ejemplo, es mucho mejor entrenar con el grupo, parece más normal. Nos preparamos para el primer partido y para eso tienes que entrenar con todo el grupo, hacer partidos en los entrenamientos... Ya todo parece más normal y nos gusta más". Y valoró la actual situación: "Para lo que falta, vamos a ganar si nos adaptamos bien a la situación. Es la primera vez que tenemos que jugar los partidos sin la afición, a ver cómo es. El equipo que se adapte mejor a esta situación es el que va a ganar".