Una ex figura del Real Madrid contó cómo Boca les ganó la Intercontinental
Fernando Morientes, histórico delantero español que jugó la recordada final con el Merengue, elogió al equipo del Virrey. Además, comentó qué camiseta del Xeneize atesora.
Olé
Quizá por las distancias y la lejanía en el tiempo no esté tan presente el nombre de Fernando Morientes. Un delantero letal en el frente de ataque y un ejemplo perfecto del manual del número nueve de la vieja escuela. Supo brillar en el poderoso Real Madrid de los Galácticos, en el Liverpool, Valencia y la selección española; donde dejó una gran marca.
Ahora, abocado a su rol de embajador de La Liga y comentarista deportivo, el ex delantero suele definir con la misma elegancia y certeza que en sus épocas de futbolista. En diálogo con varios medios argentinos recordó la histórica final de la Intercontinental en el 2000, en la que el Xeneize estuvo en boca de todo el mundo tras vencer al Merengue, el gran favorito.
"En esta parte del mundo no hay nada más importante que la Champions. Jugar la Intercontinental o el Mundial de Clubes es un premio, pero no es el objetivo primordial. En esa final Boca nos sorprendió de una manera extraordinaria. Además de que se tomaron el partido de una manera más concienzuda desde el principio, nos hicieron dos goles muy rápido y fue muy difícil darle vuelta la situación", confesó Moro.
De esta manera Morientes, que compartía equipo con Luis Figo, Roberto Carlos, Iker Casillas, Raúl y Fernando Hierro entre otros, confesó que el plantel de Vicente Del Bosque le había quitado importancia al certamen y que no salió del asombro ante el vendaval que provocó Boca ese día, que ya ganaba 2 a 0 en los primeros seis minutos de juego (los dos goles de Palermo).
Al mismo tiempo, el ex goleador que convirtió un centenar de tantos y obtuvo 11 títulos durante ocho temporadas en la Casa Blanca, advirtió que "Boca tenía grandes jugadores y era un muy buen equipo". Además, confesó que al ser en Japón y no sentir el aliento de su gente como en el Santiago Bernabéu hizo que les jugara en contra para poder dar vuelta el resultado.
También confesó que atesora una camiseta de Martín Palermo, con quien la intercambió esa noche del 28 de noviembre del 2000 y como tiene amigos en ambos lados, no quiso elegir entre Boca o River. Sin embargo, Morientes comentó lo importante que fue para los españoles albergar la definición de la Libertadores en el 2018: "Fue algo extraordinario. Estoy convencido de que a los jugadores los afectó anímicamente, pero para nosotros fue un privilegio. Pero sin dudas afectó porque si bien había hinchas, Argentina es uno de los sitios donde se vive el fútbol con más pasión".
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Quizá por las distancias y la lejanía en el tiempo no esté tan presente el nombre de Fernando Morientes. Un delantero letal en el frente de ataque y un ejemplo perfecto del manual del número nueve de la vieja escuela. Supo brillar en el poderoso Real Madrid de los Galácticos, en el Liverpool, Valencia y la selección española; donde dejó una gran marca.
Ahora, abocado a su rol de embajador de La Liga y comentarista deportivo, el ex delantero suele definir con la misma elegancia y certeza que en sus épocas de futbolista. En diálogo con varios medios argentinos recordó la histórica final de la Intercontinental en el 2000, en la que el Xeneize estuvo en boca de todo el mundo tras vencer al Merengue, el gran favorito.
"En esta parte del mundo no hay nada más importante que la Champions. Jugar la Intercontinental o el Mundial de Clubes es un premio, pero no es el objetivo primordial. En esa final Boca nos sorprendió de una manera extraordinaria. Además de que se tomaron el partido de una manera más concienzuda desde el principio, nos hicieron dos goles muy rápido y fue muy difícil darle vuelta la situación", confesó Moro.
De esta manera Morientes, que compartía equipo con Luis Figo, Roberto Carlos, Iker Casillas, Raúl y Fernando Hierro entre otros, confesó que el plantel de Vicente Del Bosque le había quitado importancia al certamen y que no salió del asombro ante el vendaval que provocó Boca ese día, que ya ganaba 2 a 0 en los primeros seis minutos de juego (los dos goles de Palermo).
Al mismo tiempo, el ex goleador que convirtió un centenar de tantos y obtuvo 11 títulos durante ocho temporadas en la Casa Blanca, advirtió que "Boca tenía grandes jugadores y era un muy buen equipo". Además, confesó que al ser en Japón y no sentir el aliento de su gente como en el Santiago Bernabéu hizo que les jugara en contra para poder dar vuelta el resultado.
También confesó que atesora una camiseta de Martín Palermo, con quien la intercambió esa noche del 28 de noviembre del 2000 y como tiene amigos en ambos lados, no quiso elegir entre Boca o River. Sin embargo, Morientes comentó lo importante que fue para los españoles albergar la definición de la Libertadores en el 2018: "Fue algo extraordinario. Estoy convencido de que a los jugadores los afectó anímicamente, pero para nosotros fue un privilegio. Pero sin dudas afectó porque si bien había hinchas, Argentina es uno de los sitios donde se vive el fútbol con más pasión".