Un as para Setién: Messi también es el mejor suplente de LaLiga
Barcelona, AS
Uno de los retos más gigantescos para Setién en las últimas once jornadas de Liga será cómo gestionar a Messi. Nadie conoce su cuerpo mejor que Leo y el argentino, que en principio está a punto para jugar en Mallorca, se guiará por sus propias sensaciones. Pero el cántabro tendrá que escoger los momentos para dosificar a los jugadores más veteranos de su plantilla en un calendario que no dará tregua. Once jornadas en cinco semanas supone un esfuerzo extra, especialmente si se advierte que los cuerpos han estado tres meses sin competición. "Hay que saber las necesidades que tenemos, las circunstancias que se vayan dando, y que no tenemos una plantilla larga. Pero prefiero tener a Messi siempre en el campo, luego veremos qué va pasando", dijo Setién este domingo en Movistar.
Setién, no obstante, sabe que tiene un as en la manga. Messi, como en tantas otras cosas, también es el mejor suplente de LaLiga. Ningún jugador en activo ha marcado más goles que él saliendo desde el banquillo. Tantos como 24, una marca espectacular para alguien que siempre quiere estar sobre el campo. Sólo Julio Salinas (28) y Óscar de Paula (27) han marcado más goles como suplente). Por poner un ejemplo, el año pasado Messi ganó tres partidos en la última media hora. En casa, contra el Leganés (3-1), cuando los pepineros habían empatado con un gol de Brathwaite. Fuera, contra el Villarreal, en un espectacular arrebato del Barça que terminó con 4-4. Y, finalmente, saliendo el día del Levante para darle LaLiga al Barça con un gol en un partido de nervios que sólo resolvió su temple ante Aitor. Messi también es una bomba de destrucción masiva desde el banquillo.
Es cierto que al argentino le gusta jugar siempre y todos los partidos. De hecho, esta temporada en Liga, cuando estuvo en condiciones de jugar, sólo se quedó en el banquillo en el partido ante el Granada y sólo fue sustituido en un partido por molestias (Vllarreal). En el resto de los partidos, jugó los noventa minutos. Pero Messi también ha aprendido a dosificar su cuerpo con el paso de los años y a leer los partidos, los calendarios y saber cómo puede ser más provechoso para el equipo. Los tres botones del año pasado son el mejor ejemplo de que también puede ser decisivo entrando la última media hora. Y ese detalle se antoja decisivo para que Setién pueda manejar sus minutos en los últimos once partidos sin que eso signifique que tenga que darle descaso obligatoriamente. Solamente gestionarlo y optimizar su rendimiento.
Uno de los retos más gigantescos para Setién en las últimas once jornadas de Liga será cómo gestionar a Messi. Nadie conoce su cuerpo mejor que Leo y el argentino, que en principio está a punto para jugar en Mallorca, se guiará por sus propias sensaciones. Pero el cántabro tendrá que escoger los momentos para dosificar a los jugadores más veteranos de su plantilla en un calendario que no dará tregua. Once jornadas en cinco semanas supone un esfuerzo extra, especialmente si se advierte que los cuerpos han estado tres meses sin competición. "Hay que saber las necesidades que tenemos, las circunstancias que se vayan dando, y que no tenemos una plantilla larga. Pero prefiero tener a Messi siempre en el campo, luego veremos qué va pasando", dijo Setién este domingo en Movistar.
Setién, no obstante, sabe que tiene un as en la manga. Messi, como en tantas otras cosas, también es el mejor suplente de LaLiga. Ningún jugador en activo ha marcado más goles que él saliendo desde el banquillo. Tantos como 24, una marca espectacular para alguien que siempre quiere estar sobre el campo. Sólo Julio Salinas (28) y Óscar de Paula (27) han marcado más goles como suplente). Por poner un ejemplo, el año pasado Messi ganó tres partidos en la última media hora. En casa, contra el Leganés (3-1), cuando los pepineros habían empatado con un gol de Brathwaite. Fuera, contra el Villarreal, en un espectacular arrebato del Barça que terminó con 4-4. Y, finalmente, saliendo el día del Levante para darle LaLiga al Barça con un gol en un partido de nervios que sólo resolvió su temple ante Aitor. Messi también es una bomba de destrucción masiva desde el banquillo.
Es cierto que al argentino le gusta jugar siempre y todos los partidos. De hecho, esta temporada en Liga, cuando estuvo en condiciones de jugar, sólo se quedó en el banquillo en el partido ante el Granada y sólo fue sustituido en un partido por molestias (Vllarreal). En el resto de los partidos, jugó los noventa minutos. Pero Messi también ha aprendido a dosificar su cuerpo con el paso de los años y a leer los partidos, los calendarios y saber cómo puede ser más provechoso para el equipo. Los tres botones del año pasado son el mejor ejemplo de que también puede ser decisivo entrando la última media hora. Y ese detalle se antoja decisivo para que Setién pueda manejar sus minutos en los últimos once partidos sin que eso signifique que tenga que darle descaso obligatoriamente. Solamente gestionarlo y optimizar su rendimiento.