¡Perlita retro de Maidana!
¿Qué decía Jony días antes de firmar con River? ¿Qué sentía? Olé y una joya de archivo de hace exactamente una década.
Olé
Cuando atendió su teléfono celular en Misiones, Jonatan Maidana posiblemente no imaginó que una década más tarde se habría convertido en uno de los jugadores más importantes del ciclo más exitoso del club al que estaba por ser transferido. El Metalist de Ucrania todavía era poseedor de su ficha aunque restaban detalles para que se concretara su venta a River. Era, a los 24 años, un refuerzo que estaba a punto de llegar a Núñez. Y en diálogo con Olé manifestaba sus sensaciones sobre su futuro cercano.
“Estoy ansioso por jugar en River”, planteaba Jony en pleno Mundial de Sudáfrica. Y se preparaba para un gran desafío, puesto que la realidad del equipo al que Maidana terminaría desembarcando días más tarde (llegó junto a Walter Acevedo; la dirigencia pagó u$s 5.000.000 por el combo) poco tenía que ver con la del que dejó en 2019. Ángel Cappa era el entrenador, Daniel Passarella el presidente de la institución y urgía sumar puntos para engrosar el promedio. En lo personal se afianzaría, e incluso marcaría un gol en el superclásico del Apertura 2010. Sin embargo, en aquella temporada 10/11, River no podría evitar el desenlace menos deseado: jugaría -y perdería- la Promoción ante Belgrano, ya con otro deté, Juan José López. A fines de ese duro 2011, aun con la posibilidad de emigrar, él manifestó que quería quedarse. Ya era, bajo el mando de Matías Almeyda, un futbolista que comenzaba a ser fundamental para River.
Maidana ya era una fija en el River que demostró haber regresado mucho más fortalecido a Primera: como integrante de una defensa sólida logró títulos con Ramón Díaz (el Final 2014) y posteriormente se volvería uno de los emblemas de la gran era de la historia del club, la de Marcelo Gallardo como entrenador. Integró una última línea que salía de memoria (Mercado, Maidana, Funes Mori y Vangioni; la que levantó la primera Copa Libertadores del ciclo del Muñeco) y también la que alzó el trofeo en el Santiago Bernabéu de Madrid, ante Boca, el 9 de diciembre de 2018 (Montiel, Maidana, Pinola y Casco). En ambas definiciones resultó fundamental su presencia, siendo extraordinaria su actuación hace casi cinco años, imponiendo su presencia ante un delantero top como lo es el francés Gignac contra Tigres y volviéndose una de las grandes figuras de aquella serie decisiva.
Maidana cumpliría 200 partidos en River en 2016, ganándose tiempo más tarde el elogio incluso de Juan Román Riquelme, con quien compartió equipo en Boca. "Es el mejor, hizo el milagro de vender a sus compañeros titulares y suplentes. Vendió a Mammana, Pezzella, Funes Mori y Balanta. Un fenómeno”. Ya era, para ese entonces, uno de los referentes del equipo junto a Leonardo Ponzio. Un hombre de experiencia que potenciaba a los futbolistas que tenía a su lado.
En 2019, luego de haber ganado la Copa Libertadores en Madrid y de jugar el Mundial de Clubes, el ciclo de Maidana comenzaría a cerrarse. "Si desea salir, lo acompañaremos y lo recordaremos como lo que fue: un jugador de la puta madre”, había expresado el propio Gallardo, habilitando su salida del club. Se despediría de River con una ovación en la previa del partido ante Defensa y Justicia, ocho años y medio -y once títulos- después de manifestar que estaba ansioso por fichar en River. Un sentimiento que tenía explicación.
Olé
Cuando atendió su teléfono celular en Misiones, Jonatan Maidana posiblemente no imaginó que una década más tarde se habría convertido en uno de los jugadores más importantes del ciclo más exitoso del club al que estaba por ser transferido. El Metalist de Ucrania todavía era poseedor de su ficha aunque restaban detalles para que se concretara su venta a River. Era, a los 24 años, un refuerzo que estaba a punto de llegar a Núñez. Y en diálogo con Olé manifestaba sus sensaciones sobre su futuro cercano.
“Estoy ansioso por jugar en River”, planteaba Jony en pleno Mundial de Sudáfrica. Y se preparaba para un gran desafío, puesto que la realidad del equipo al que Maidana terminaría desembarcando días más tarde (llegó junto a Walter Acevedo; la dirigencia pagó u$s 5.000.000 por el combo) poco tenía que ver con la del que dejó en 2019. Ángel Cappa era el entrenador, Daniel Passarella el presidente de la institución y urgía sumar puntos para engrosar el promedio. En lo personal se afianzaría, e incluso marcaría un gol en el superclásico del Apertura 2010. Sin embargo, en aquella temporada 10/11, River no podría evitar el desenlace menos deseado: jugaría -y perdería- la Promoción ante Belgrano, ya con otro deté, Juan José López. A fines de ese duro 2011, aun con la posibilidad de emigrar, él manifestó que quería quedarse. Ya era, bajo el mando de Matías Almeyda, un futbolista que comenzaba a ser fundamental para River.
Maidana ya era una fija en el River que demostró haber regresado mucho más fortalecido a Primera: como integrante de una defensa sólida logró títulos con Ramón Díaz (el Final 2014) y posteriormente se volvería uno de los emblemas de la gran era de la historia del club, la de Marcelo Gallardo como entrenador. Integró una última línea que salía de memoria (Mercado, Maidana, Funes Mori y Vangioni; la que levantó la primera Copa Libertadores del ciclo del Muñeco) y también la que alzó el trofeo en el Santiago Bernabéu de Madrid, ante Boca, el 9 de diciembre de 2018 (Montiel, Maidana, Pinola y Casco). En ambas definiciones resultó fundamental su presencia, siendo extraordinaria su actuación hace casi cinco años, imponiendo su presencia ante un delantero top como lo es el francés Gignac contra Tigres y volviéndose una de las grandes figuras de aquella serie decisiva.
Maidana cumpliría 200 partidos en River en 2016, ganándose tiempo más tarde el elogio incluso de Juan Román Riquelme, con quien compartió equipo en Boca. "Es el mejor, hizo el milagro de vender a sus compañeros titulares y suplentes. Vendió a Mammana, Pezzella, Funes Mori y Balanta. Un fenómeno”. Ya era, para ese entonces, uno de los referentes del equipo junto a Leonardo Ponzio. Un hombre de experiencia que potenciaba a los futbolistas que tenía a su lado.
En 2019, luego de haber ganado la Copa Libertadores en Madrid y de jugar el Mundial de Clubes, el ciclo de Maidana comenzaría a cerrarse. "Si desea salir, lo acompañaremos y lo recordaremos como lo que fue: un jugador de la puta madre”, había expresado el propio Gallardo, habilitando su salida del club. Se despediría de River con una ovación en la previa del partido ante Defensa y Justicia, ocho años y medio -y once títulos- después de manifestar que estaba ansioso por fichar en River. Un sentimiento que tenía explicación.