Oblak, el muro de LaLiga
Madrid, AS
Jan Oblak continúa haciendo historia en el Atlético de Madrid y en las competiciones por las que pasa. El guardameta, ganador cuatro años consecutivos del premio Zamora, recuperó el cerrojo de su portería en El Sadar para alcanzar las 100 porterías a cero en Liga. Una gesta que gana peso teniendo en cuenta que tan sólo ha necesitado 182 partidos para lograrlo, 43 menos que un Miguel Reina que hasta el momento era el portero que menos encuentros había necesitado para alcanzar ese centenario de porterías a cero (el tercero es Víctor Valdés con 230).
Y eso que, extrañamente, al meta le ha costado conseguirlo más de lo que acostumbra. Desde que el 8 de febrero cerró la jornada de Liga con victoria por 1-0 ante el Granada, el partido 99 en la competición imbatido, Valencia (dos goles), Villarreal (uno), Espanyol (uno), Sevilla (dos) y Athletic (uno) habían conseguido perforar su meta. Pero contra Osasuna volvió a su tónica habitual. Para conocer la dimensión del récord conseguido por Oblak tan sólo hay que acudir a sus estadísticas. En los 182 partidos del esloveno en Liga ha dejado la portería a cero 100 veces y ha encajado 116 goles, una media de 0,64 tantos por encuentro.
Profundizando un poco más, Oblak debutó en la Liga el 21 de marzo de 2015 en la victoria por 2-0 contra el Getafe, aprovechando una lesión de Moyá en el partido de Champions contra el Bayer Leverkusen donde el esloveno tuvo que salir desde el banquillo para acabar siendo el héroe parando un lanzamiento en la tanda de penaltis. Hasta ese momento su papel se había resumido en un mal partido en Champions ante el Olympiacos (derrota por 3-2) y la Copa del Rey, hasta caer en cuartos contra el Barcelona después de haber eliminado al Real Madrid en octavos.
Pero desde que aquel día, en el que los focos los concentró un Fernando Torres que marcó su primer gol de regreso en Liga, Oblak cogió las riendas de la portería como titular, cuando ya había ciertos sectores que criticaban los 16 millones pagados al Benfica por sus servicios (el portero de LaLiga más caro en ese momento), hasta convertirse en el mejor portero del mundo. Entre aquel partido contra el Getafe y el disputado el pasado miércoles en El Sadar ante Osasuna, Oblak ha jugado un total de 16.307 minutos en Liga en los que ha recibido esos 116 goles, es decir, le han hecho un gol cada 140,5 minutos: un partido completo, la mitad de otro y cinco minutos de una segunda parte. Números estratosféricos y difícilmente igualables para un Oblak que ya es santo y seña del Atlético e historia viva de LaLiga.
Jan Oblak continúa haciendo historia en el Atlético de Madrid y en las competiciones por las que pasa. El guardameta, ganador cuatro años consecutivos del premio Zamora, recuperó el cerrojo de su portería en El Sadar para alcanzar las 100 porterías a cero en Liga. Una gesta que gana peso teniendo en cuenta que tan sólo ha necesitado 182 partidos para lograrlo, 43 menos que un Miguel Reina que hasta el momento era el portero que menos encuentros había necesitado para alcanzar ese centenario de porterías a cero (el tercero es Víctor Valdés con 230).
Y eso que, extrañamente, al meta le ha costado conseguirlo más de lo que acostumbra. Desde que el 8 de febrero cerró la jornada de Liga con victoria por 1-0 ante el Granada, el partido 99 en la competición imbatido, Valencia (dos goles), Villarreal (uno), Espanyol (uno), Sevilla (dos) y Athletic (uno) habían conseguido perforar su meta. Pero contra Osasuna volvió a su tónica habitual. Para conocer la dimensión del récord conseguido por Oblak tan sólo hay que acudir a sus estadísticas. En los 182 partidos del esloveno en Liga ha dejado la portería a cero 100 veces y ha encajado 116 goles, una media de 0,64 tantos por encuentro.
Profundizando un poco más, Oblak debutó en la Liga el 21 de marzo de 2015 en la victoria por 2-0 contra el Getafe, aprovechando una lesión de Moyá en el partido de Champions contra el Bayer Leverkusen donde el esloveno tuvo que salir desde el banquillo para acabar siendo el héroe parando un lanzamiento en la tanda de penaltis. Hasta ese momento su papel se había resumido en un mal partido en Champions ante el Olympiacos (derrota por 3-2) y la Copa del Rey, hasta caer en cuartos contra el Barcelona después de haber eliminado al Real Madrid en octavos.
Pero desde que aquel día, en el que los focos los concentró un Fernando Torres que marcó su primer gol de regreso en Liga, Oblak cogió las riendas de la portería como titular, cuando ya había ciertos sectores que criticaban los 16 millones pagados al Benfica por sus servicios (el portero de LaLiga más caro en ese momento), hasta convertirse en el mejor portero del mundo. Entre aquel partido contra el Getafe y el disputado el pasado miércoles en El Sadar ante Osasuna, Oblak ha jugado un total de 16.307 minutos en Liga en los que ha recibido esos 116 goles, es decir, le han hecho un gol cada 140,5 minutos: un partido completo, la mitad de otro y cinco minutos de una segunda parte. Números estratosféricos y difícilmente igualables para un Oblak que ya es santo y seña del Atlético e historia viva de LaLiga.