Movimiento de policías en la residencia mexicana en La Paz provoca inquietud en redes sociales
La Paz, El Deber
El movimiento de policías y el patrullaje en toda la periferia de la residencia de la embajada de México en Bolivia inquietó a varios ciudadanos bolivianos, organizaciones políticas, especialmente, a seguidores del Movimiento Al Socialismo (MAS), que alertaron, a través de redes sociales, de una posible intervención de esas instalaciones diplomáticas. El Gobierno asegura que ninguna intervención está en ciernes.
“Denuncia internacional. Violan el derecho internacional público, la Convención de Viena y los derechos humanos de los asilados. Efectivos policiales cercan la residencia mexicana en Bolivia, altamente armados, con equipos antimotines, con gases y perros policías”, se lee en un twit, queriendo alertar a la comunidad internacional.
La exministra de Autonomías Claudia Peña copia varias de las advertencias y de forma “urgente”, denuncia que “fuerzas policiales rodean en este momento la residencia de la embajada de México en La Paz”. Complementa que “estarían al mando de dos coroneles y contarían con equipo antimotines y armas”. “¿Alguien que pueda verificar?”, pide la ex autoridad de Evo Morales.
En la embajada de México se encuentran refugiados los exministros Juan Ramón Quintana, Hugo Moldiz y Wilma Alanoca, entre otras autoridades del anterior gobierno que son acusados de promover actos irregulares durante los conflictos de octubre y noviembre del año pasado que provocaron la renuncia de Evo Morales a la Presidencia.
Otra información da cuenta de que “se registra una inusual y masiva movilización de policías en torno y alrededores de la residencia de México en La Paz, donde están asiladas exautoridades del gobierno de Evo Morales. Versiones hablan de unos doscientos uniformados”.
Por su parte, una organización política afín al MAS insta al Gobierno boliviano “a cumplir y respetar el Derecho Internacional Público y la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas”. Asegura que “la residencia del cuerpo diplomático de México en Bolivia, que goza de inviolabilidad, está siendo cercada por policías”.
La Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, también se pronunció, a través de su cuenta twitter. "Ante el nuevo asedio policial a la Embajada de México, se exhorta a la Policía Boliviana, a ajustar su accionar al respeto de la norma nacional e internacional, en especial, la de protección de los derechos humanos y asumir la responsabilidad de sus excesos policiales", escribió.
La versión del Gobierno
Ante las alertas en las redes sociales, la tarde de este domingo el viceministro de Régimen Interior y Policía, Javier Issa, negó que se esté preparando una intervención a la residencia de Méxco, asegurando que solo se trató de un patrullaje para la seguridad de ese lugar.
“Son puras conjeturas de redes sociales. Hubo una movilización policial como se hace cada cierto tiempo, con cambios de guardia y relevos, pero no tiene nada que ver con una intervención. Solo estamos precautelando la seguridad de la embajada”, confirmó la autoridad a EL DEBER.
Explicó que los uniformados realizaron un patrullaje por los alrededores de la residencia, ubicada en la zona sur de la ciudad de La Paz, ante la información preliminar de que habría gente que quería forzar el ingreso a esa residencia para liberar a los refugiados que se encuentran en el lugar, ex autoridades del Gobierno de Evo Morales.
No obstante, la autoridad reconoció que no hubo un pedido oficial de la embajada de México para realizar ese movimiento policial.
“Nosotros no vamos a permitir que se vulnere el derecho internacional, respecto a una embajada. Es nuestra obligación cuidar esa instancia diplomática. Se ha hecho el relevo de los policías que estaban y se ha hecho un patrullaje al alrededor, para sentar presencia policial”, confirmó el viceministro Javier Issa.
Refugiados
Después de la renuncia del expresidente Evo Morales, salió de Bolivia colaborado por el gobierno de México. Entre tanto, otros funcionarios acudieron a la embajada mexicana en La Paz para solicitar protección diplomática.
En ese entonces, se asilaron Juan Ramón Quintana, exministro de la Presidencia; Wilma Alanoca, exministra de Cultura y Turismo; Nicolás Laguna, exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic); Javier Zavaleta, exministro de Defensa; entre otras cinco exautoridades. Algunos de ellos, recibieron salvoconducto para salir del país.
El movimiento de policías y el patrullaje en toda la periferia de la residencia de la embajada de México en Bolivia inquietó a varios ciudadanos bolivianos, organizaciones políticas, especialmente, a seguidores del Movimiento Al Socialismo (MAS), que alertaron, a través de redes sociales, de una posible intervención de esas instalaciones diplomáticas. El Gobierno asegura que ninguna intervención está en ciernes.
“Denuncia internacional. Violan el derecho internacional público, la Convención de Viena y los derechos humanos de los asilados. Efectivos policiales cercan la residencia mexicana en Bolivia, altamente armados, con equipos antimotines, con gases y perros policías”, se lee en un twit, queriendo alertar a la comunidad internacional.
La exministra de Autonomías Claudia Peña copia varias de las advertencias y de forma “urgente”, denuncia que “fuerzas policiales rodean en este momento la residencia de la embajada de México en La Paz”. Complementa que “estarían al mando de dos coroneles y contarían con equipo antimotines y armas”. “¿Alguien que pueda verificar?”, pide la ex autoridad de Evo Morales.
En la embajada de México se encuentran refugiados los exministros Juan Ramón Quintana, Hugo Moldiz y Wilma Alanoca, entre otras autoridades del anterior gobierno que son acusados de promover actos irregulares durante los conflictos de octubre y noviembre del año pasado que provocaron la renuncia de Evo Morales a la Presidencia.
Otra información da cuenta de que “se registra una inusual y masiva movilización de policías en torno y alrededores de la residencia de México en La Paz, donde están asiladas exautoridades del gobierno de Evo Morales. Versiones hablan de unos doscientos uniformados”.
Por su parte, una organización política afín al MAS insta al Gobierno boliviano “a cumplir y respetar el Derecho Internacional Público y la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas”. Asegura que “la residencia del cuerpo diplomático de México en Bolivia, que goza de inviolabilidad, está siendo cercada por policías”.
La Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, también se pronunció, a través de su cuenta twitter. "Ante el nuevo asedio policial a la Embajada de México, se exhorta a la Policía Boliviana, a ajustar su accionar al respeto de la norma nacional e internacional, en especial, la de protección de los derechos humanos y asumir la responsabilidad de sus excesos policiales", escribió.
La versión del Gobierno
Ante las alertas en las redes sociales, la tarde de este domingo el viceministro de Régimen Interior y Policía, Javier Issa, negó que se esté preparando una intervención a la residencia de Méxco, asegurando que solo se trató de un patrullaje para la seguridad de ese lugar.
“Son puras conjeturas de redes sociales. Hubo una movilización policial como se hace cada cierto tiempo, con cambios de guardia y relevos, pero no tiene nada que ver con una intervención. Solo estamos precautelando la seguridad de la embajada”, confirmó la autoridad a EL DEBER.
Explicó que los uniformados realizaron un patrullaje por los alrededores de la residencia, ubicada en la zona sur de la ciudad de La Paz, ante la información preliminar de que habría gente que quería forzar el ingreso a esa residencia para liberar a los refugiados que se encuentran en el lugar, ex autoridades del Gobierno de Evo Morales.
No obstante, la autoridad reconoció que no hubo un pedido oficial de la embajada de México para realizar ese movimiento policial.
“Nosotros no vamos a permitir que se vulnere el derecho internacional, respecto a una embajada. Es nuestra obligación cuidar esa instancia diplomática. Se ha hecho el relevo de los policías que estaban y se ha hecho un patrullaje al alrededor, para sentar presencia policial”, confirmó el viceministro Javier Issa.
Refugiados
Después de la renuncia del expresidente Evo Morales, salió de Bolivia colaborado por el gobierno de México. Entre tanto, otros funcionarios acudieron a la embajada mexicana en La Paz para solicitar protección diplomática.
En ese entonces, se asilaron Juan Ramón Quintana, exministro de la Presidencia; Wilma Alanoca, exministra de Cultura y Turismo; Nicolás Laguna, exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic); Javier Zavaleta, exministro de Defensa; entre otras cinco exautoridades. Algunos de ellos, recibieron salvoconducto para salir del país.