Las 25 historias del campeón del 95

Los protagonistas en primera persona cuenta anécdotas de aquella vuelta olímpica en Rosario.

Olé
1 La máxima arenga televisiva de la historia

Que el Bambino Veira siempre fue un gran motivador, se sabe. Pero aquella vez, luego de la fecha 18 que había dejado a su equipo un punto abajo de Gimnasia​, se sentó en Fútbol de Primera y entregó un mensaje de fe que hizo que decenas de miles de cuervos se hicieran presentes en el Gigante de Arroyito la última fecha.



2 Preparate que vas a ser campeón

Algunos jugadores de aquel plantel nunca habían tenido la oportunidad de salir campeones, Claudio Rivadero era uno de ellos, y la noche anterior, cenando en la concentración, Paulo Silas le anticipó lo que viviría al día siguiente.

3 De Devoto a la gloria

Carlos Javier Netto siempre se destacó por su potente pegada y era un especialista en los penales. Incluso, en la anteúltima fecha, ante Lanús, convirtió desde los doce pasos en la agónica victoria que le permitió al Ciclón llegar con chances. Sin embargo, en Rosario, pudo abrir la cuenta a los 12 minutos del ST pero su remate en la pena máxima se fue muy por arriba. El mediocampista no se permitió bajonearse y terminó siendo una de las figuras de aquel partido que terminó con los hinchas azulgranas festejando.

4 El jugador que se “lesionó” para ver al campeón

Diego Díaz, actual conductor de TyC Sports, es fana reconocido del Ciclón y tiene un pasado como jugador de fútbol profesional. En aquel 95 era uno de los delanteros de Platense, incluso había jugado ante el equipo del Bambino en la fecha 13, pero para la última jornada, en conflicto con el DT y los dirigentes, sabía que se iba (se terminó retirando) y fingió una lesión para poder viajar a Rosario a celebrar el título del club de sus amores.

5 Goles del corazón

El Gallego González convirtió ocho tantos en aquel Clausura del 95, pero hubo dos que son imborrables. Uno, obviamente, el gol del campeonato, ese cabezazo en Arroyito para hacer estallar a los hinchas, en Rosario y en Boedo. Y el otro en la fecha 6, ante Belgrano en el Bidegain, cuando no fue titular por el reciente fallecimiento de su papá pero pidió igual estar en el banco. Reemplazó a Netto en el segundo tiempo y, a los 41 minutos, marcó el gol del triunfo.

6 De Honduras al Bidegain

El año anterior Héctor Veira recibió un delantero extranjero a prueba, que finalmente se quedó y formó parte del plantel campeón del Clausura 95. ¿De quién se trataba? Del Hondureño Eduardo Bennett. El moreno causó sorpresa cuando llegó, aunque ni siquiera había pisado el césped. De Ezeiza se fue directo, con valijas y todo, al estadio del Ciclón y el Bambino no dudó: ya era un triunfador.

7 Invasión y caminata

Marcelo Tinelli​, hoy presidente del club y de la Liga Profesional de fútbol, fue protagonista de aquella consagración. Primero fue uno de los primeros en invadir el terreno de juego en Arroyito, cuando todavía quedaban algunos minutos por jugar, y luego organizando una masiva caminata a la Basílica de Luján para cumplir una promesa que le había hecho a la Virgen.

8 Quedate para ser campeón

El plantel azulgrana que terminó coronándose en el Clausura 95 tenía varios jugadores experimentados pero se destacaban dos que habían disputado Mundiales: Silas (México 86 e Italia 90) y Ruggeri ​(86, 90 y USA 94). Justamente entre ellos, a fines del año anterior, hubo una charla importante para que el equipo no se desarmara.

10 El Conde y una noche larga

Fernando Galetto tenía una calidad que asombraba a propios y extraños y, lógicamente, era una de las piezas claves del equipo azulgrana. Sin embargo, en una práctica de fútbol de aquel campeonato, el Bambino, a su modo, le largó un reto porque sus pocas horas de sueño se notaban en la cancha...

11 El ángel de la pelota

Ya los últimos partidos, Veira había prohibido que hubiera radios cerca para seguir los partidos de Gimnasia, temía que el equipo se deprimiera o se relajara si sabía los resultados. Así fue que Damián Manusovich, aquel día en Arroyito, apeló a un alcanzapelotas que le fue pasando el parte de lo que ocurría en La Plata.

12 Mucho tráfico en Rosario

Fueron tantos los hinchas que viajaron para acompañar al equipo, que el plantel de San Lorenzo demoró más de la cuenta en llegar al Gigante por la caravana de autos que lo acompañaron desde el hotel donde se había instalado.

13 Gol clásico para cortar la racha

Javier Arbarello llegó como refuerzo para aquel torneo y fue alternando en el equipo titular, incluso fue parte del 11 inicial aquel partido en Rosario. Sin embargo, apenas marcó un gol pero que fue por demás importante. En la fecha 16, en plena definición del torneo, le puso el moño al 2-0 a Boca con un golazo bárbaro, desde afuera del área, que sacó de la pelea por el título al equipo de Silvio Marzolini.

14 Sin camiseta y con un chichón

Uno de los hinchas de San Lorenzo que invadió la cancha fue el mismísimo Diego Díaz, por aquel entonces jugador de Platense pero fana reconocido del Ciclón. Lo primero que hizo fue acercarse al Beto Ortega Sánchez para intentar quedarse con su camiseta de recuerdo, pero entre la alegría y los abrazos, recibió otra cosa.

15 Se festejó hasta en la embajada

Por aquellos años, Estados Unidos tenía en la Argentina un embajador bastante estridente: James Cheek. Al hombre le gustaba mostrarse y había tomado un cariño especial por San Lorenzo​. Era común verlo en el palco presidencial cuando el equipo del Bambino jugaba de local y en su automóvil diplomático que lo trasladaba, de un lado estaba la bandera de su país y del otro la del Ciclón. Pero eso no fue todo. El tipo se fue a Arroyito a seguir al equipo ante Central, con la particularidad de que viajó ¡En limusina desde la Ciudad de Buenos! Y a los pocos días se apareció en el programa y terminó cantando canciones cuervas en spanglish...

16 Un venezolano que quedó en la historia

Oscar Passet atajó todos los partidos de aquel campeonato, no le permitió jugar ni un minuto a su suplente, Gilberto Angelucci. Sin embargo, él también quedó en la historia siendo el primer venezolano en ser campeón de la liga argentina. Ahora, en el último torneo, Jan Hurtado, en Boca, se anotó como el segundo.

17 La heladera y la inseguridad

Mario Rolando Escudero era una fija en el equipo de Veira, pero el Roly tenía tendencia a aumentar unos kilos de vez en cuando, principalmente durante las vacaciones. Para eso, en la pretemporada previa al Clausura que terminó ganando el Ciclón, el Bambino encontró una solución, que al parecer fue efectiva...

18 Del dicho al hecho

La semana previa al partido en Rosario, San Lorenzo estaba un punto por debajo de Gimnasia, que tenía que recibir en El Bosque a Independiente. El plantel andaba un poco bajoneado, temeroso de que el campeonato se les escapara, pero el Bambino Veira, siempre un motivador, encontró la frase exacta para ese momento.

19 Jugador hoy, hincha ayer

Tenía 13 años cuando San Lorenzo dio la vuelta en Arroyito y ni siquiera sabía que años después sería parte del Clausura 2001, brillaría en Europa, jugaría un Mundial y hasta hoy seguiría vistiendo la camiseta azulgrana. Pero Fabricio Coloccini es cuervo desde la cuna por herencia familiar y, travesura mediante, se escapó para poder estar en el Gigante.

20 Un campeón en el paravalanchas

Ariel Graña era uno de los jugadores surgidos de la cantera que formaba parte de aquel plantel, pero no pudo estar en Rosario. Una lesión lo marginó de aquella lista de concentrados y se quedó en Buenos Aires, siguiendo el encuentro por televisión. Sin embargo, una vez que se dio el título, no quiso perderse los festejos y terminó en el paravalanchas del Bidegain, que había abierto sus puertas para que festejaran los hinchas que no habían podido viajar.

21 Una dupla que trae suerte

Fútbol de Primera, el legendario programa futbolero de los domingos, planificó su jornada pensando en Gimnasia campeón, por eso mandó a su dupla principal, Araujo y Macaya, a La Plata. Al final, Walter Nelson y Alejandro Fabbri se quedaron con el protagonismo desde Rosario y no fue la única vez que le acercaron su fortuna a un equipo...

22 Un gol y el amor de dos clubes

Javier Mazzoni había saltado de Dock Sud a Independiente​, pero aquel 25 de junio quedaría en la historia de San Lorenzo y de Estudiantes. Sí, es que aquel gol que le arruinó la fiesta a Gimnasia hizo que un tiempo después, cuando le tocó visitar el Bidegain con el Rojo, se ganara la ovación de todo el pueblo cuervo. Mientras que los hinchas del Pincha le pusieron su nombre a una filial, o al menos colgaron una bandera que decía “Peña Javier Mazzoni”. Unos meses después, también llegó a la gloria de su club al abrir la cuenta en la ida de la final ante el Flamengo de la Supercopa 95 que ganó el equipo del Zurdo López.

23 El copyright del gol

El triunfo de Independiente en La Plata no alcanzaba, faltaba que San Lorenzo ganara su partido y en medio de la emoción, cuando la pelota tocó la red del arco de Arroyito, el Bambino, sin saberlo, generó una disputa entre los dos goleadores...

24 Los Clausura son suyos

Eduardo Tuzzio era uno de los canteranos de aquel plantel y bien merecida tiene la medalla de aquel 95 con San Lorenzo a pesar de que recién daba sus primeros pasos en Primera. Pero eso no fue el único título del defensor: en el 2001 volvió a consagrarse en el Ciclón, mientras que tiempo después fue campeón en River en 2003, 2004 y 2008. Un detalle, las cinco ligas locales que ostenta (además ganó la Sudamericana 2010 en Independiente) fueron en torneos Clausura.

25 La mala pata de Cacho

El Ciclón había sumado un buen refuerzo en esa pretemporada de verano: Cacho Borelli, quien venía de jugar en Racing ​y era un habitué de la Selección, habiendo sido parte de la Copa América 93 y del Mundial de Estados Unidos 94. Sin embargo, en el inicio del torneo sufrió una grave lesión que no le permitió volver a jugar. Incluso, debió pasar diez veces por el quirófano y recién en 1997 pudo volver a las canchas.

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