La Liga de Hazard
Madrid, AS
Eden Hazard (29 años) parece otro. Es el comentario entre los habituales inquilinos de Valdebebas. El belga ha recuperado la sonrisa, ha dejado atrás las interminables sesiones en solitario que tuvo que soportar en la recuperación de su primera lesión grave (la que le provocó el 26 de noviembre su compatriota Meunier ante el PSG) y en los entrenamientos se está mostrando como ese jugador desequilibrante que le trajo al Madrid hace justo un año. En el de ayer, aseguran, dio una auténtica exhibición. Zidane organizó un partido en el Di Stéfano a las 19:30 horas, un simulacro de la reanudación del campeonato ante el Eibar con equipaciones, incluso, oficiales. Hazard formó con Benzema, Modric, James, Carvajal, Asensio, Varane, Nacho Kroos, Modric... En el otro equipo Isco, Brahim, Lucas Vázquez, Casemiro, Marcelo, Rodrygo, Vinicius, Valverde, Ramos... Fue un 2-2 final y Bale, la gran ausencia.
Hazard vuelve a ser importante. El 7 de junio de 2019, el club blanco anunció en su web la contratación del crack del Chelsea por 100 millones de euros y cinco años de contrato. Pero ya en la presentación ante 50.000 aficionados en el Bernabéu se comprobó que llegaba fuera de forma tras su periplo vacacional (parte del mismo fue en las playas de Marbella). Además, en la víspera del debut liguero del equipo con el Celta en Balaídos sufrió otra lesión, esta en el recto anterior del muslo izquierdo, que retrasó su estreno oficial con el Real Madrid unas semanas (jugó media hora ante el Levante el 14 de septiembre). Le costó coger el ritmo que conocemos de su etapa en el Chelsea y apenas dejó un golazo de vaselina al Granada y muchos detalles técnicos, como en Ipurua. Pero no era el Hazard con el que soñaba la afición del Bernabéu.
El calvario ha terminado para él. Sus compañeros lo comentan, convencidos de que va a ser clave en estos 11 partidos en los que se juegan LaLiga con el Barça: “El belga está como una moto. Está entrenando como si no le hubiera pasado nada. Está feliz, lo intenta todo y encima le sale. Nos va a ayudar mucho para el asalto a la Liga y para la vuelta con el City”.
El jueves colgó un vídeo la televisión del club donde se corroboraran esos buenos vaticinios. En el partidillo que dispuso Zidane hizo un hat-trick, siendo dos de los goles de muy bella factura. Se le ve rápido, dinámico, sin miedo a golpear la pelota con fuerza y con mucha hambre de balón. Ayer repitió. Hazard ha dicho a su gente de confianza que quiere demostrar en estos 11 partidos que restan que su fichaje está más que justificado y que el Madrid hizo un esfuerzo con él precisamente para estar a tope en la hora de la verdad, en la que se deciden los títulos. El confinamiento, a pesar de la causa desgraciada que lo provocó, le vino de perlas al belga, dado que cuando fue a operarse a Dallas, tras caer lesionado grave en el campo del Levante, él daba por perdida la temporada.
Para Zidane no hay debate. Hazard y Benzema son intocables en la punta de ataque, mientras que habrá un puñado de jugadores (Vinicius, Asensio, Rodrygo, Lucas Vázquez, Bale...) que se disputarán la otra plaza del tridente de ataque. La única duda es si Zizou prefiere en el estreno liguero ante el Eibar en el Di Stéfano (día 14, 19:30 horas) darle entrada en la segunda parte para que vaya cogiendo ritmo y ya sea titular a partir del siguiente partido, más exigente, ante el Valencia también en Valdebebas (día 18, a las 22:00). Hazard no quiere esperar más. Aspira a que esta sea su Liga. Tiene por delante once exámenes para consumar su deseo.
Eden Hazard (29 años) parece otro. Es el comentario entre los habituales inquilinos de Valdebebas. El belga ha recuperado la sonrisa, ha dejado atrás las interminables sesiones en solitario que tuvo que soportar en la recuperación de su primera lesión grave (la que le provocó el 26 de noviembre su compatriota Meunier ante el PSG) y en los entrenamientos se está mostrando como ese jugador desequilibrante que le trajo al Madrid hace justo un año. En el de ayer, aseguran, dio una auténtica exhibición. Zidane organizó un partido en el Di Stéfano a las 19:30 horas, un simulacro de la reanudación del campeonato ante el Eibar con equipaciones, incluso, oficiales. Hazard formó con Benzema, Modric, James, Carvajal, Asensio, Varane, Nacho Kroos, Modric... En el otro equipo Isco, Brahim, Lucas Vázquez, Casemiro, Marcelo, Rodrygo, Vinicius, Valverde, Ramos... Fue un 2-2 final y Bale, la gran ausencia.
Hazard vuelve a ser importante. El 7 de junio de 2019, el club blanco anunció en su web la contratación del crack del Chelsea por 100 millones de euros y cinco años de contrato. Pero ya en la presentación ante 50.000 aficionados en el Bernabéu se comprobó que llegaba fuera de forma tras su periplo vacacional (parte del mismo fue en las playas de Marbella). Además, en la víspera del debut liguero del equipo con el Celta en Balaídos sufrió otra lesión, esta en el recto anterior del muslo izquierdo, que retrasó su estreno oficial con el Real Madrid unas semanas (jugó media hora ante el Levante el 14 de septiembre). Le costó coger el ritmo que conocemos de su etapa en el Chelsea y apenas dejó un golazo de vaselina al Granada y muchos detalles técnicos, como en Ipurua. Pero no era el Hazard con el que soñaba la afición del Bernabéu.
El calvario ha terminado para él. Sus compañeros lo comentan, convencidos de que va a ser clave en estos 11 partidos en los que se juegan LaLiga con el Barça: “El belga está como una moto. Está entrenando como si no le hubiera pasado nada. Está feliz, lo intenta todo y encima le sale. Nos va a ayudar mucho para el asalto a la Liga y para la vuelta con el City”.
El jueves colgó un vídeo la televisión del club donde se corroboraran esos buenos vaticinios. En el partidillo que dispuso Zidane hizo un hat-trick, siendo dos de los goles de muy bella factura. Se le ve rápido, dinámico, sin miedo a golpear la pelota con fuerza y con mucha hambre de balón. Ayer repitió. Hazard ha dicho a su gente de confianza que quiere demostrar en estos 11 partidos que restan que su fichaje está más que justificado y que el Madrid hizo un esfuerzo con él precisamente para estar a tope en la hora de la verdad, en la que se deciden los títulos. El confinamiento, a pesar de la causa desgraciada que lo provocó, le vino de perlas al belga, dado que cuando fue a operarse a Dallas, tras caer lesionado grave en el campo del Levante, él daba por perdida la temporada.
Para Zidane no hay debate. Hazard y Benzema son intocables en la punta de ataque, mientras que habrá un puñado de jugadores (Vinicius, Asensio, Rodrygo, Lucas Vázquez, Bale...) que se disputarán la otra plaza del tridente de ataque. La única duda es si Zizou prefiere en el estreno liguero ante el Eibar en el Di Stéfano (día 14, 19:30 horas) darle entrada en la segunda parte para que vaya cogiendo ritmo y ya sea titular a partir del siguiente partido, más exigente, ante el Valencia también en Valdebebas (día 18, a las 22:00). Hazard no quiere esperar más. Aspira a que esta sea su Liga. Tiene por delante once exámenes para consumar su deseo.