Klopp: los secretos del técnico campeón

El entrenador alemán consiguió la Premier con el Liverpool tras 30 años de espera, y venía de hacer historia en la Champions y el Mundial de Clubes. Acá, el abecé de su estilo, sus bases y su mentalidad ganadora.

Olé
Jurgen Klopp es uno de los máximos exponentes a la hora de explicar el protagonismo que los entrenadores fueron ganando en la historia del fútbol. Liverpool se coronó campeón de la Premier League con mucho tiempo de anticipo y tras 30 años, rompió una fuerte sequía en el plano local, que se apaciguó con la llegada del DT germano. Claro, antes había logrado -nada más ni nada menos- que la Champions League y el Mundial de Clubes, llegando a lo más alto del planeta. ¿Cómo llegó a ser considerado uno de los mejores técnicos del mundo? ¿Cómo este teutón que es fanático de la cerveza pasó del banco de suplentes del Mainz al este momento de estrellato?


Como la mayoría de los entrenadores, el teutón de 53 años tuvo una carrera dentro del rectángulo de juego y si bien no fue muy distinguida, era muy querido por los seguidores del Mainz 05, un equipo humilde del fútbol alemán donde desempeñó casi toda su etapa con los cortos. Primero como delantero y luego como defensor, no se destacó porque él mismo se encargó de confesar que tenía un "rol muy directivo".

Así comenzó todo. Antes de retirarse copiaba y almacenaba cada detalle del cuerpo técnico, para poder formarse hasta tener su primera oportunidad. Esa cuota de confianza le llegó pocos meses después de retirarse en 2001: los dirigentes echaron a Eckhard Krautzun y le ofrecieron el puesto de manera interina.

¿Cómo le fue en sus inicios? El equipo ganó en su debut ante el Duisburgo y luego consiguió seis victorias en siete juegos, para que el conjunto que dirigía se lograra salvar del descenso. Después pasó del temor de la perdida de categoría al glorioso éxito: tras varias temporadas cambiando una ideología de juego (mucho más vertiginoso y veloz), finalmente en 2004 logró el histórico tercer lugar, que le concedió un boleto a la Bundesliga, la élite alemana.

En 2008, tras convertirse en un nombre de moda en Alemania, decidió dejar atrás la comodidad y emprender un nuevo desafío con una exposición mucho mayor: el Borussia Dortmund. El cambio drástico tuvo sus inconvenientes al principio, pero bancó a un equipo con mucha juventud y con mucha dinámica. La mentalidad ganadora comenzó ahí, cuando a partir del 2010 despegó y ganó dos torneos germanos consecutivos (2010/2011 y 2011/2012) y lo hizo batiendo todos los récords del club y pasando por encima del Bayern, dominador absoluto ene se país.

Ganó tres copas locales más, pero sobre todo llegó a su primera final de Champions, con un elenco formado a su imagen y semejanza: una referencia de área como Lewandowski, explosión por las bandas de la mano de Marco Reus y Jakub Blaszczykowski , y el buen pie de İlkay Gundogan. El destino iluminó a los bávaros y en una noche soñada para Arjen Robben, su primera gran definición le fue esquiva a Klopp.

Una merma en la última temporada (finalizó séptimo) no le quitó a los principales clubes en el Viejo Continente la codicia de querer tener al alemán entre sus filas y fue el Liverpool quien logró conformar un proyecto que realmente lo sedujo. El reto era enorme, devolver a un club que muchos ven como el más grande de Inglaterra, pero que hace tiempo no ganaba a lo más alto. Y desde el primer día se puso a cranear lo que finalmente fue: un equipo sensación.

De inmediato llegaron resultados: los Reds en la final de la Europa League ante el Sevilla. James Miner era el capitán de un equipo que futbolísticamente lideraban Coutinho, Firmino y Lallana. Claro, por esa cuestión esquiva del destino otra vez la suerte le fue esquiva y el trofeo lo levantaron los andaluces por 3 a 1 en mayo del 2016.

Fiel a su estilo y la marca que lo caracteriza, Klopp no bajó los brazos y fue por más. En las dos temporadas siguientes devolvió al equipo a la cuarta posición, llegando a dos finales de Champions League. La primera, derrota ante el Real Madrid básicamente por errores individuales de una tarde negra y recordada por el arquero Karius. La segunda, el gran premio con el título de la Liga de Campeones ante el Tottenham. Dicen que todos los caminos conducen a Roma, pero para este técnico alemán, el esfuerzo y la dedicación van hacia el éxito. Campeón del Mundial de Clubes y con números asombrosos e históricos, ganador de la Premier League. Y ahora, ¿que zanahoria perseguirá el incansable Klopp?

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