Kane da la razón a Mourinho
El delantero inglés marcó después de la polémica de la semana. Los 'spurs' se quedan séptimos a un punto del quinto puesto que defiende el Manchester United.
Alberto Muñoz
As
Espalda en el césped, brazos al aire y gesto de satisfacción. Ésa fue la estampa de Harry Kane instantes después de marcar su primer gol de 2020 tras casi medio año de lesión, pandemia y dudas, sobre todo dudas, acerca del momento y la forma del retorno. El inglés, que dio el tanto de la tranquilidad a los suyos en el derbi londinense, otorgó además, de forma colateral, la razón a un José Mourinho criticado esta semana por no ser capaz de sacar lo mejor de uno de los mejores arietes del mundo en los últimos años. El portugués, con su media sonrisa, volvió a tachar un problema de su bloc de notas. Asunto zanjado y a pensar en asaltar la cuarta posición.
El partido, sin embargo, no fue el más brillante que se le recuerda a los spurs. Farragoso, marcado por el retorno de un Dele Alli que convence a fogonazos y encarrilado además en un primer momento con un gol en propia puerta de los que sacan los colores. A los hammers, que coquetean con el descenso, seguro que les hace mucha menos gracia que al observador imparcial.
Antes, en la primera parte, el VAR había arrebatado, con justicia, el primer tanto a Son, otro de los recuperados para la causa tras la pandemia y que volvió a demostrar que es uno de los chispazos que a veces le faltan a este equipo. Él, Lo Celso y Bergwijn, que a pesar de que no era “la primera opción que fichar” para Mourinho, y de que no jugó este partido, se ha convertido en uno de los protagonistas de esta segunda parte de la temporada.
El surcoreano, además, fue el encargado de servir la asistencia para Kane en el segundo gol, una galopada al contragolpe que sirvió para constatar el retorno del inglés y el buen estado de forma física en el que se encuentra. El Tottenham se queda por tanto séptimo a un punto del quinto puesto que defiende el Manchester United y a seis de la codiciada cuarta plaza del Chelsea, aunque ambos tienen un partido menos y todavía pueden mantener la ventaja.
Alberto Muñoz
As
Espalda en el césped, brazos al aire y gesto de satisfacción. Ésa fue la estampa de Harry Kane instantes después de marcar su primer gol de 2020 tras casi medio año de lesión, pandemia y dudas, sobre todo dudas, acerca del momento y la forma del retorno. El inglés, que dio el tanto de la tranquilidad a los suyos en el derbi londinense, otorgó además, de forma colateral, la razón a un José Mourinho criticado esta semana por no ser capaz de sacar lo mejor de uno de los mejores arietes del mundo en los últimos años. El portugués, con su media sonrisa, volvió a tachar un problema de su bloc de notas. Asunto zanjado y a pensar en asaltar la cuarta posición.
El partido, sin embargo, no fue el más brillante que se le recuerda a los spurs. Farragoso, marcado por el retorno de un Dele Alli que convence a fogonazos y encarrilado además en un primer momento con un gol en propia puerta de los que sacan los colores. A los hammers, que coquetean con el descenso, seguro que les hace mucha menos gracia que al observador imparcial.
Antes, en la primera parte, el VAR había arrebatado, con justicia, el primer tanto a Son, otro de los recuperados para la causa tras la pandemia y que volvió a demostrar que es uno de los chispazos que a veces le faltan a este equipo. Él, Lo Celso y Bergwijn, que a pesar de que no era “la primera opción que fichar” para Mourinho, y de que no jugó este partido, se ha convertido en uno de los protagonistas de esta segunda parte de la temporada.
El surcoreano, además, fue el encargado de servir la asistencia para Kane en el segundo gol, una galopada al contragolpe que sirvió para constatar el retorno del inglés y el buen estado de forma física en el que se encuentra. El Tottenham se queda por tanto séptimo a un punto del quinto puesto que defiende el Manchester United y a seis de la codiciada cuarta plaza del Chelsea, aunque ambos tienen un partido menos y todavía pueden mantener la ventaja.