Iker Casillas ha decidido no presentarse a las elecciones a la Federación

Madrid, Marca
Iker Casillas no se presentará a las elecciones a la Federación Española de Fútbol. Tras anunciar en las primeras semanas del año, que estaba dispuesto a ser presidente del fútbol español, el todavía jugador del Oporto ha decidido no dar el paso, tal y como informó Onda Cero.Casillas en el inicio de la pandemia afirmó que no era el momento de hablar de las elecciones, aparcando cualquier movimiento es ese sentido.


Con la convocatoria de la elecciones ya en marcha (podrían ser el 17 de agosto, pero un mes antes se daría forma a la Asamblea, que es lo que marca de manera definitiva la elección de presidente), el que fuera internaconal español cree que no tiene tiempo para preparar un equipo que tenga garantía para luchar con Luis Rubiales por el sillón presidencial.

El todavía portero cree que la premura en la convocatoria de las elecciones da ventaja al actual presidente, de ahí que mantenga que no se lucharía en igualdad de condiciones, lo que le ha llevado a renunciar al proceso electoral.

Regresar al Real Madrid


Iker Casillas pregona, en su actividad en las redes sociales, que hay que vivir al día y disfrutar del presente. Ese estado de ánimo tan vital y optimista de la leyenda del fútbol español está fortalecido desde que sufrió, el 1 de mayo de 2019, un infarto de miocardio en un entrenamiento con el Oporto. Gracias la rápida actuación de los médicos, el traslado al hospital y la intervención se evitó una desgracia. Casillas ha intentado regresar a la competición y no lo consigue.

Trabaja para el club portugués como figura de enlace entre los jugadores y el club. Su deseo, aspiración y objetivo estaba en regresar a España, tras cinco años en Oporto, y pelear por el sillón presidencial de la Federación. Nunca ha dicho que colgaba los guantes, como parece que no dirá que abandona la candidatura. Pero su futuro, pese que quiera vivir al día, tiene planes. Hoy son de incertidumbre. Puede seguir en Oporto, en un cargo irrelevante en el club, como podría tomarse un año sabático para estar con la familia y esperar a otros proyectos con la Liga, UEFA, FIFA o algún medio de comunicación. Si algo le haría ilusión es una llamada del Real Madrid. Hace unas semanas reconoció, en otro mensaje en las redes sociales, que fue un error cómo se despidió del club con aquella rueda de prensa en solitario. Durante el confinamiento le ha reprochado a Piqué que celebrara el 2-6 del Barça en el Bernabéu.

A Casillas le toca mover ficha. El veterano Iker es un novato o, digamos, que un canterano en los despachos, pese a que tenga el apoyo del presidente de la Liga, Javier Tebas. Para llegar a la presidencia de la Federación Española de Fútbol se necesita un tiempo suficiente con el que hacer campaña e ir debilitando el ejército de votos del que está en el poder. No es nada sencillo para Iker, pese a que por carisma y contactos sintiera, a principios de año, que estaba en disposición de pelear por el sillón presidencial con Luis Rubiales. Al actual presidente, con menos pedigrí, le costó sangre, sudor y lágrimas acabar con el larguísimo mandato de Ángel María Villar (en el poder desde1988). El persistente y guerrero Rubiales lo destronó en las elecciones del 17 de mayo de 2018 con un contrincante (Juan Luis Larrea) de la cuerda del antiguo régimen.

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