El recordado gesto obsceno de Barijho a Ameli

Hace 15 años, River y Banfield jugaban por la ida de cuartos de final de la Copa Libertadores, con un caliente cruce entre el Chipi y el defensor. En Olé lo revivimos.

Olé
Los partidos de Copa Libertadores en fases decisivas, en los llamados mano a mano, son generalmente ásperos. Y ni hablar cuando chocan dos equipos de un mismo país. Sean o no viejos rivales, suelen haber rencillas. La historia lo evidencia a lo largo de tantos años de disputa. Y en este 2 de junio vamos a recordar un duelo que aconteció precisamente hace 15 años entre River y Banfield por la ida de los cuartos de final, con dos protagonistas puntuales: Horacio Ameli y Antonio Barijho.


De un lado estaba el Millo dirigido por Leo Astrada, que buscaba revancha por la semifinal perdida ante Boca en la edición anterior. A la par, ya había explotado el affaire entre Ameli y Eduardo Tuzzio. No obstante, el plantel trataba de seguir enfocado en el objetivo grupal de esa primera mitad de año. Por el otro, el ascendente Taladro de Julio Falcioni, que se encontraba haciendo una notable campaña en el certamen continental y quería meterse entre los cuatro mejores, ya dentro de una participación histórica.

En un primer partido ríspido en el Florencio Sola, con varios focos de conflicto a lo largo de noventa minutos, el cruce entre Ameli y Barijho en mitad de cancha no pasó inadvertido. El Chipi jugaba un duelo aparte por su pasado en Boca y con el defensor había tenido un particular cruce en la serie del año anterior. Recordada fue una patada de Coco en la Bombonera que los jueces no vieron a la hora de sancionar con roja. En este caso, Barijho se tomó desquite, por presentarlo de una manera suave.

Con el propósito de volver locos a Ameli y a Tuzzio en medio de lo que ya era de público conocimiento, Barijho bajó al 2 de River en la mitad de la cancha. Foul típico de cualquier partido, más allá de la añeja rivalidad entre ambos. Pero ya en el suelo, el delantero apeló a un recurso tan desagradable y repudiable como lo perpetrado por su ahora víctima un año atrás. ¿Qué hizo Antonio? Le metió los dedos en la cola a Ameli y éste estalló lógicamente, levantándose enseguida para enfrentarlo.

Finalmente, fueron separados. Las acciones continuaron en un típico match de pulsaciones calientes, con un empate 1-1 en el sur de Buenos Aires. La revancha, también infartante, quedaría en favor de River por 3-2 para meterse en semifinales.

"Fue un partido muy friccionado por las condiciones del campo y algunas acciones resultaron duras. Con Ameli y Tuzzio no pasó nada, son cosas de juego. Uno, con picardía, trata de poner nervioso al rival, pero nada más", fueron las palabras del propio Barijho sobre su lucha en la ida, pasando por alto el gesto obsceno hacia Ameli. Una historia que quedó en la cancha, pero valía traerla a la memoria.

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