El Nápoli de Gattuso ya tiene su Copa
Los sureños derrotaron merecidamente a la Juventus en los penaltis, tras haber golpeado dos postes y creado seis ocasiones claras en los 90 minutos. Sarri sigue sin títulos.
Mirko Calemme
As
El Nápoles ganó ante la Juventus su sexta copa italiana. Un triunfo merecidísimo para Rino Gattuso, su primero en los banquillos, que cogió las riendas de un equipo desesperado en diciembre y le llevó a levantar un trofeo por primera vez desde 2014. Lo hizo justo ante el exazzurro Maurizio Sarri, que tras haber perdido la Supercopa sigue sin títulos con la Vecchia Signora, y Cristiano, que en Roma apenas se vio.
En Olímpico tristemente vacío (aunque en las televisiones sus gradas aparecían coloreadas por improbables tifos durante todos los 90 minutos), el ceremonial fue parecido al de todas las finales. Los jugadores saltaron al campo con el trofeo a sus espaldas y escucharon el himno de Mameli antes del saque de inicio, respetando, después, otro minuto de silencio para las victimas del COVID-19.
La lesión de Khedira obligó a Sarri a salir de inicio con un apagado Pjanic, mientras que Cristiano y Dybala se alternaban en el centro del tridente. Los bianconeri, como hicieron con el Milán, comenzaron el enfrentamiento dominando, pero sus dos mejores ocasiones (ambas de Cristiano) llegaron solo gracias a dos malos pases de los azzurri, que aguantaban bien.
Los de Gattuso, con el paso del tiempo, se hicieron con el balón y antes del descanso hicieron temblar a sus rivales. Insigne protagonizó una falta que golpeó el poste, un remate neutralizado por Buffon y un centro para Callejón despejado por Alex Sandro casi en la línea de gol. El legendario guardameta también fue decisivo sobre una iniciativa de Demme. Y en la reanudación le tocaría mucho más trabajo.
La Vecchia Signora, en la segunda parte, prácticamente no volvió a crear peligros, mientras que los sureños se desataron. Fabián y Milik chutaron fuera desde buena posición, Politano (que sustituyó a Callejón) cabeceó en los brazos de Buffon, que fue monumental en el descuento. El portero, a pesar de sus 42 años, se lanzó como un gato sobre un testarazo de Maksimovic y luego desvió en el poste un disparo de Elmas, prácticamente en la línea de gol. En el 90’ se llegó con 0-0 en el marcador, pero el reglamento de la Copa post cuarentena no preveía prórroga. En los penaltis, no obstante, la dosis de suerte de la Juve se había terminado: Dybala y Danilo fallaron las primeras dos penas máximas, mientras que los partenopei, con Insigne, Politano, Maksimovic y Milik, fueron infalibles y se llevaron el trofeo. De la entrega, a falta de instituciones, se ocuparon Agnelli y De Laurentiis, los dos presidentes rivales, regalando una imagen bonita e histórica. La otra es el gran Nápoles de Gattuso, primer campeón postcuarentena.
Gattuso
Gennaro Gattuso, técnico del Nápoles, cuyo equipo se coronó campeón de la Copa Italia este miércoles tras doblegar 4-2 al Juventus en los penaltis, aseguró que cree "que existe el dios del fútbol" y que, si se trabaja bien, al final se recoge el premio.
"En la vida el fútbol me dio más de lo que yo le di. Me ha permitido convertirme en lo que soy. Me ha hecho hombre. El fútbol me dio mucho y por eso trabajo con gran pasión. Sé que no puedo dejar de luchar nunca", dijo Gattuso al acabar el partido del estadio Olímpico de Roma en la televisión nacional italiana "Rai".
Su Nápoles ganó la sexta Copa Italia de su historia tras empatar 0-0 en los noventa minutos e imponerse 4-2 en los penaltis, ante un gris Juventus que solo creó un peligro a la portería rival al comienzo del duelo con un disparo del portugués Cristiano Ronaldo, también lejos de su nivel. "Quienes hacen este trabajo deben tener respeto porque somos afortunados. Yo quiero ver a gente con pasión, quiero que haya respeto", dijo Gattuso.
El Nápoles, sexto en la Serie A, deberá ahora disputar doce partidos ligueros e intentar remontar para clasificarse a la próxima Liga de Campeones.
"Tenemos el deber de jugar los últimos doce partidos de Serie A con respeto. Jugaremos cada tres días y todos serán necesarios. Debemos intentar clasificarnos para la Liga de Campeones, seguro que lo intentaremos", afirmó.
Sarri
Maurizio Sarri, técnico del Juventus Turín, lamentó este miércoles el revés en la tanda de penaltis (4-2) sufrido contra el Nápoles en la final de la Copa Italia y consideró que en este momento a su equipo le falta "brillantez", por lo que sus jugadores no pueden "dar mucho más".
"Estoy decepcionado por los chicos, por el club y los aficionados. En este momento no podemos dar mucho más, por cuestiones físicas y por unas bajas importantes (el argentino Gonzalo Higuaín, entre otros). Hicimos el partido con atención, pero en este momento nos falta brillantez", afirmó Sarri al acabar el encuentro en la televisión nacional italiana "Rai".
El Juventus regresó a competir tras tres meses de parón con un 0-0 contra el Milan en la semifinal copera y, tras avanzar a la final, acabó otro duelo sin goles antes de rendirse en los penaltis contra el Nápoles en el Olímpico de Roma.
El portugués Cristiano Ronaldo, quien creó el único peligro del Juventus, sin batir al meta rival, disputó un encuentro gris y Sarri reconoció que el luso todavía no está al máximo. "A Cristiano le vi como a los demás. A nivel de condición física le falta un poco de esa brillantez que le permitiría hacer las cosas de la mejor forma, pero en este momento puede pasar", afirmó. "A mis jugadores no les he dicho mucho, estaba muy enfadado y decepcionado. Ahora es mejor no decir nada, hablaremos más tarde o mañana (por este jueves)", concluyó.
Mirko Calemme
As
El Nápoles ganó ante la Juventus su sexta copa italiana. Un triunfo merecidísimo para Rino Gattuso, su primero en los banquillos, que cogió las riendas de un equipo desesperado en diciembre y le llevó a levantar un trofeo por primera vez desde 2014. Lo hizo justo ante el exazzurro Maurizio Sarri, que tras haber perdido la Supercopa sigue sin títulos con la Vecchia Signora, y Cristiano, que en Roma apenas se vio.
En Olímpico tristemente vacío (aunque en las televisiones sus gradas aparecían coloreadas por improbables tifos durante todos los 90 minutos), el ceremonial fue parecido al de todas las finales. Los jugadores saltaron al campo con el trofeo a sus espaldas y escucharon el himno de Mameli antes del saque de inicio, respetando, después, otro minuto de silencio para las victimas del COVID-19.
La lesión de Khedira obligó a Sarri a salir de inicio con un apagado Pjanic, mientras que Cristiano y Dybala se alternaban en el centro del tridente. Los bianconeri, como hicieron con el Milán, comenzaron el enfrentamiento dominando, pero sus dos mejores ocasiones (ambas de Cristiano) llegaron solo gracias a dos malos pases de los azzurri, que aguantaban bien.
Los de Gattuso, con el paso del tiempo, se hicieron con el balón y antes del descanso hicieron temblar a sus rivales. Insigne protagonizó una falta que golpeó el poste, un remate neutralizado por Buffon y un centro para Callejón despejado por Alex Sandro casi en la línea de gol. El legendario guardameta también fue decisivo sobre una iniciativa de Demme. Y en la reanudación le tocaría mucho más trabajo.
La Vecchia Signora, en la segunda parte, prácticamente no volvió a crear peligros, mientras que los sureños se desataron. Fabián y Milik chutaron fuera desde buena posición, Politano (que sustituyó a Callejón) cabeceó en los brazos de Buffon, que fue monumental en el descuento. El portero, a pesar de sus 42 años, se lanzó como un gato sobre un testarazo de Maksimovic y luego desvió en el poste un disparo de Elmas, prácticamente en la línea de gol. En el 90’ se llegó con 0-0 en el marcador, pero el reglamento de la Copa post cuarentena no preveía prórroga. En los penaltis, no obstante, la dosis de suerte de la Juve se había terminado: Dybala y Danilo fallaron las primeras dos penas máximas, mientras que los partenopei, con Insigne, Politano, Maksimovic y Milik, fueron infalibles y se llevaron el trofeo. De la entrega, a falta de instituciones, se ocuparon Agnelli y De Laurentiis, los dos presidentes rivales, regalando una imagen bonita e histórica. La otra es el gran Nápoles de Gattuso, primer campeón postcuarentena.
Gattuso
Gennaro Gattuso, técnico del Nápoles, cuyo equipo se coronó campeón de la Copa Italia este miércoles tras doblegar 4-2 al Juventus en los penaltis, aseguró que cree "que existe el dios del fútbol" y que, si se trabaja bien, al final se recoge el premio.
"En la vida el fútbol me dio más de lo que yo le di. Me ha permitido convertirme en lo que soy. Me ha hecho hombre. El fútbol me dio mucho y por eso trabajo con gran pasión. Sé que no puedo dejar de luchar nunca", dijo Gattuso al acabar el partido del estadio Olímpico de Roma en la televisión nacional italiana "Rai".
Su Nápoles ganó la sexta Copa Italia de su historia tras empatar 0-0 en los noventa minutos e imponerse 4-2 en los penaltis, ante un gris Juventus que solo creó un peligro a la portería rival al comienzo del duelo con un disparo del portugués Cristiano Ronaldo, también lejos de su nivel. "Quienes hacen este trabajo deben tener respeto porque somos afortunados. Yo quiero ver a gente con pasión, quiero que haya respeto", dijo Gattuso.
El Nápoles, sexto en la Serie A, deberá ahora disputar doce partidos ligueros e intentar remontar para clasificarse a la próxima Liga de Campeones.
"Tenemos el deber de jugar los últimos doce partidos de Serie A con respeto. Jugaremos cada tres días y todos serán necesarios. Debemos intentar clasificarnos para la Liga de Campeones, seguro que lo intentaremos", afirmó.
Sarri
Maurizio Sarri, técnico del Juventus Turín, lamentó este miércoles el revés en la tanda de penaltis (4-2) sufrido contra el Nápoles en la final de la Copa Italia y consideró que en este momento a su equipo le falta "brillantez", por lo que sus jugadores no pueden "dar mucho más".
"Estoy decepcionado por los chicos, por el club y los aficionados. En este momento no podemos dar mucho más, por cuestiones físicas y por unas bajas importantes (el argentino Gonzalo Higuaín, entre otros). Hicimos el partido con atención, pero en este momento nos falta brillantez", afirmó Sarri al acabar el encuentro en la televisión nacional italiana "Rai".
El Juventus regresó a competir tras tres meses de parón con un 0-0 contra el Milan en la semifinal copera y, tras avanzar a la final, acabó otro duelo sin goles antes de rendirse en los penaltis contra el Nápoles en el Olímpico de Roma.
El portugués Cristiano Ronaldo, quien creó el único peligro del Juventus, sin batir al meta rival, disputó un encuentro gris y Sarri reconoció que el luso todavía no está al máximo. "A Cristiano le vi como a los demás. A nivel de condición física le falta un poco de esa brillantez que le permitiría hacer las cosas de la mejor forma, pero en este momento puede pasar", afirmó. "A mis jugadores no les he dicho mucho, estaba muy enfadado y decepcionado. Ahora es mejor no decir nada, hablaremos más tarde o mañana (por este jueves)", concluyó.