De Jong, a dar más gas

Barcelona, AS
"Satisfecho, pero no totalmente satisfecho". Así definió Frenkie de Jong su temporada el pasado 6 de abril desde Amsterdam, donde viajó antes de que se decretase el estado de alarma en España. Puede que la declaración no sea brillante, pero sí ajustada a la realidad. De Jong ha dado el nivel en el Barça esta temporada. Se adaptó rápido y se le vio cómodo desde el primer día, y ha sido titular indiscutible. Sucede que se había visto a un jugador tan fresco, tan exuberante y tan distinto en el Ajax y la selección holandesa que el socio se ha quedado con ganas de más De Jong.

A De Jong se le ha visto jugar con el freno de mano en muchos momentos esta temporada. Hace varios años que, desde la marcha de Luis Enrique como entrenador y el adiós de Neymar como conductor de las transiciones, el Barça es un equipo más racional, que conserva hasta el extremo el juego de posición al ritmo de Piqué, Busquets, Rakitic y Messi. Procedente de un equipo de chavales que jugaban desbocados (Neres, Ziyech, Van de Beek), ha tenido que bajar un punto el pistón. No obstante, De Jong tiene herramientas para jugar así también. Conoce los códigos del fútbol de posición y sabe asegurar el balón. Eso sí, una de sus mejores condiciones, la capacidad para romper líneas con su extraordinaria conducción de balón en carrera, no está siendo aprovechada por el Barça como debería.

De Jong ha pasado el confinamiento cuidando su alimentación ("como menos de lo normal porque el entrenamiento es menor de lo normal. No es que no coma de algo en concreto pero estoy cuidadoso con lo que como y con lo que bebo") y pensando cómo mejorar su juego. El holandés devora vídeos de sus partidos. Una de sus obsesiones es conectar mejor con Messi. Ha habido chispazos, como en el partido del Eibar; y, especialmente en el 1-1 de Heliópolis. Loco por rodearse de los mejores jugadores, Messi corrió para abrazar a De Jong con una energía pocas veces vista. Dio la sensación de que tiene más ganas que nadie de que el futbolista termine de acoplarse a lo que Cesc llamó el "software" del Barça.

Indiscutible para Valverde y Setién, de momento De Jong se ha terminado por asentar en el puesto de interior. El de mediocentro, de momento, es propiedad de Sergio Busquets, uno de los compañeros que, por cierto, más le ayudó en su adaptación al principio. De Jong venía de jugar con Schöne en la posición de mediocentro. Eso le permitía descolgarse tantas veces como deseaba. Sin embargo, jugar de ''cinco' posicional en el Barça es distinto. Lo comprobó, por ejemplo, en Orriols. En el partido ante el Levante, De Jong no estaba en su sitio para cortar una segunda jugada que significó el 1-1 de los granotas.

Una de las lecciones que ha ido aprendiendo en su año de rookie en LaLiga, donde también terminó decepcionado el Clásico por la derrota y, sobre todo, de su partido en Nápoles, en el que sólo había tocado el balón en 51 ocasiones. "Satisfecho, pero no totalmente satisfecho", De Jong ha sido un acierto estratégico del Barça. Pero él nunca está conforme. Tiene prisa por ser determinante, convertirse en líder y ganar su primera Liga con el Barça.

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