Casa Blanca nueva, vida nueva
El Real Madrid le ganó 3-1 al Eibar en su estreno en el estadio Di Stéfano por los lindos tantos de Kroos, Ramos y Marcelo. Volvió a quedar a dos puntos del Barsa y demostró que dará pelea.
Olé
El Real Madrid se tomó muy en serio que la vuelta del fútbol era una nueva posibilidad para reinventarse. Obligados a cambiar de casa por las obras en el Santiago Bernabéu, la mudanza al Alfredo Di Stéfano no les afectó en esta vuelta. Fue una victoria 3-1 al Eibar con baile al primer tiempo y con relajación en el segundo. Aunque lo más importante para ellos, volver a estar a dos puntos del Barsa en la pelea por la Liga.
Para Zinedine Zidane era la vuelta a la cancha donde se inició como entrenador en 2014, al mando del Castilla. Y ahora, el parate le trajo un poco más de alivio porque recuperó soldados, y uno de ellos fundamental. Eden Hazard fue titular y funcionó muy bien junto con Karim Benzema y Toni Kroos, los otros más destacados.
El belga había llegado al merengue por 100 millones de euros pero apenas había jugado solo 15 encuentros, afectado por lesiones. Ahora se puso a punto y ayer asistió a Sergio Ramos en el segundo y participó en el tercero. Antes, de entrada, Toni Kroos había puesto el 1-0 con una gran definición desde el borde del área que se clavó al angulo. Mientras que el tercero fue de Marcelo, el lateral que aprovechó para sumarse al Black Lives Matter con su festejo.
"Quedan diez finales más y hay que ganar lo mayor posible", dijo Sergio Ramos, el capitán blanco que además es el segundo goleador del equipo en la temporada con ocho goles. El de este domingo, una obra de contraataque que terminó definiendo él tras mandarse al área rival.
Y así será. A pesar de la relajación y el descuento del Eibar en el segundo tiempo, el Real mostró una buena cara en la vuelta. Más aún tras ver la goleada del Barcelona del sábado. Para los blancos, el jueves tocará visitar al Valencia también ya sabiendo el resultado de Messi y compañía.
Cuando se frenó todo el Real estaba a los tumbos. Eliminado de Copa del Rey, perdió la ida de octavos de Champions contra el City como local y había cerrado con una victoria en aquellos últimos cinco partidos, justo la del 2-0 del clásico contra el Barcelona. Ahora, los de Zidane empezaron con otra cara y dispuestos a dar pelea donde sea: el Bernabéu, en el Di Stéfano o donde le toque.
El Real Madrid se tomó muy en serio que la vuelta del fútbol era una nueva posibilidad para reinventarse. Obligados a cambiar de casa por las obras en el Santiago Bernabéu, la mudanza al Alfredo Di Stéfano no les afectó en esta vuelta. Fue una victoria 3-1 al Eibar con baile al primer tiempo y con relajación en el segundo. Aunque lo más importante para ellos, volver a estar a dos puntos del Barsa en la pelea por la Liga.
Para Zinedine Zidane era la vuelta a la cancha donde se inició como entrenador en 2014, al mando del Castilla. Y ahora, el parate le trajo un poco más de alivio porque recuperó soldados, y uno de ellos fundamental. Eden Hazard fue titular y funcionó muy bien junto con Karim Benzema y Toni Kroos, los otros más destacados.
El belga había llegado al merengue por 100 millones de euros pero apenas había jugado solo 15 encuentros, afectado por lesiones. Ahora se puso a punto y ayer asistió a Sergio Ramos en el segundo y participó en el tercero. Antes, de entrada, Toni Kroos había puesto el 1-0 con una gran definición desde el borde del área que se clavó al angulo. Mientras que el tercero fue de Marcelo, el lateral que aprovechó para sumarse al Black Lives Matter con su festejo.
"Quedan diez finales más y hay que ganar lo mayor posible", dijo Sergio Ramos, el capitán blanco que además es el segundo goleador del equipo en la temporada con ocho goles. El de este domingo, una obra de contraataque que terminó definiendo él tras mandarse al área rival.
Y así será. A pesar de la relajación y el descuento del Eibar en el segundo tiempo, el Real mostró una buena cara en la vuelta. Más aún tras ver la goleada del Barcelona del sábado. Para los blancos, el jueves tocará visitar al Valencia también ya sabiendo el resultado de Messi y compañía.
Cuando se frenó todo el Real estaba a los tumbos. Eliminado de Copa del Rey, perdió la ida de octavos de Champions contra el City como local y había cerrado con una victoria en aquellos últimos cinco partidos, justo la del 2-0 del clásico contra el Barcelona. Ahora, los de Zidane empezaron con otra cara y dispuestos a dar pelea donde sea: el Bernabéu, en el Di Stéfano o donde le toque.
