Bianchi y su recuerdo a 20 años de la tercera Libertadores de Boca
El Virrey elogió al plantel xeneize que conquistó la Copa en el Morumbí, frente al poderoso Palmeiras de Luiz Felipe Scolari. “Tenía 20 jugadores inteligentes”, afirmó.
Olé
El 21 de junio de 2000 se vivió una de las definiciones más recordadas en la historia de la Copa Libertadores. Es que Boca tuvo que ir a los penales contra Palmeiras en el mítico Morumbí, instancia a la que se llegó tras empatar 2-2 en el resultado global. Y si bien el gran destacado de esa tanda fue Oscar Córdoba, el arquitecto de ese impresionante equipo sin dudas fue Carlos Bianchi. Por eso, a 20 años de esa noche, el entrenador habló sobre ese hito tan presente en la memoria de los fanáticos xeneizes.
"Siempre dije que en el fútbol se puede tener buenos, regulares o malos jugadores, pero si no son inteligentes no sirve de nada. Ese plantel de Boca tenía 20 jugadores inteligentes", afirmó el Virrey en diálogo con Télam. Vale recordar que ese plantel tenía pesos pesados de la institución como Juan Román Riquelme, Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto, Jorge Bermúdez, Hugo Ibarra y Sebastián Battaglia, entre otros.
Pero los recuerdos de Bianchi fueron un poco más allá y repasó el contexto en el que se arribó a la definición contra los de Luiz Felipe Scolari. "Ese año lo habíamos comenzado mal porque tuvimos muchas lesiones, aunque siempre primero estuvo el equipo. En enero yo no tenía Palermo, se rompió los ligamentos Serna y Bermúdez estuvo durante un tiempo desgarrado. Eran gran parte de mi columna vertebral", detalló el DT a sus 71 años, mientras lleva a cabo una estricta cuarentena junto a su esposa Margarita.
Hubo más de 10 mil hinchas del club de La Ribera presentes en el estadio ubicado en Sao Paulo, los cuales fueron testigos privilegiados de un paso a paso hacia la gloria. Primero abrió Alex para los locales, pero respiraron cuando Gullermo igualó. Luego se dibujó una gran sonrisa en cada uno de los fanáticos que seguían la definición cuando Faustino Asprilla y Roque Júnior fallaron, al mismo tiempo que Román y el Loco inflaban la red.
La esperanza del Verdao, más allá de que Rogério metió el cuarto penal, se desvaneció de a poco cuando Bermúdez se acercó a la pelota. Claro, el Patrón dejó su fuerza de lado y apeló a la precisión para definir a la izquierda del arquero Marcos. Así, con Diego Maradona ubicado en una de las cabinas de la cancha, en donde se encontraba para hacer las veces de comentarista para la cadena PSN, el Xeneize levantó su tercera Libertadores, la cual se le negaba hace doce años.
Olé
El 21 de junio de 2000 se vivió una de las definiciones más recordadas en la historia de la Copa Libertadores. Es que Boca tuvo que ir a los penales contra Palmeiras en el mítico Morumbí, instancia a la que se llegó tras empatar 2-2 en el resultado global. Y si bien el gran destacado de esa tanda fue Oscar Córdoba, el arquitecto de ese impresionante equipo sin dudas fue Carlos Bianchi. Por eso, a 20 años de esa noche, el entrenador habló sobre ese hito tan presente en la memoria de los fanáticos xeneizes.
"Siempre dije que en el fútbol se puede tener buenos, regulares o malos jugadores, pero si no son inteligentes no sirve de nada. Ese plantel de Boca tenía 20 jugadores inteligentes", afirmó el Virrey en diálogo con Télam. Vale recordar que ese plantel tenía pesos pesados de la institución como Juan Román Riquelme, Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto, Jorge Bermúdez, Hugo Ibarra y Sebastián Battaglia, entre otros.
Pero los recuerdos de Bianchi fueron un poco más allá y repasó el contexto en el que se arribó a la definición contra los de Luiz Felipe Scolari. "Ese año lo habíamos comenzado mal porque tuvimos muchas lesiones, aunque siempre primero estuvo el equipo. En enero yo no tenía Palermo, se rompió los ligamentos Serna y Bermúdez estuvo durante un tiempo desgarrado. Eran gran parte de mi columna vertebral", detalló el DT a sus 71 años, mientras lleva a cabo una estricta cuarentena junto a su esposa Margarita.
Hubo más de 10 mil hinchas del club de La Ribera presentes en el estadio ubicado en Sao Paulo, los cuales fueron testigos privilegiados de un paso a paso hacia la gloria. Primero abrió Alex para los locales, pero respiraron cuando Gullermo igualó. Luego se dibujó una gran sonrisa en cada uno de los fanáticos que seguían la definición cuando Faustino Asprilla y Roque Júnior fallaron, al mismo tiempo que Román y el Loco inflaban la red.
La esperanza del Verdao, más allá de que Rogério metió el cuarto penal, se desvaneció de a poco cuando Bermúdez se acercó a la pelota. Claro, el Patrón dejó su fuerza de lado y apeló a la precisión para definir a la izquierda del arquero Marcos. Así, con Diego Maradona ubicado en una de las cabinas de la cancha, en donde se encontraba para hacer las veces de comentarista para la cadena PSN, el Xeneize levantó su tercera Libertadores, la cual se le negaba hace doce años.