Así volvió el fútbol en el Maracaná
El partido que Flamengo le ganó 3 a 0 Bangu, por el Carioca, se jugó sin público y con un protocolo muy estricto de seguridad para evitar contagios.
Olé
En Brasil volvió el fútbol oficial. En el país, que ya aceptó oficialmente más de 47.000 muertos por coronavirus, no se había aplicado la cuarentena obligatoria, pero tras la aparición de la pandemia se cortaron espectáculos públicos. Hasta que este jueves jugaron Bangu y Flamengo por el Carioca.
Por supuesto, hubo un protocolo para cumplir, dispuesto por el alcalde Marcelo Crivella y las autoridades sanitarias, en acuerdo con la Federación Carioca. Esto, cuando otros clubes de Río de Janeiro, como Vasco da Gama y Fluminense, no están de acuerdo con el regreso del fútbol oficial, y hasta anunciaron recursos legales para no presentarse a jugar. El partido fue sin torcedores, aunque algunos se acercaron a las afueras para alentar al Fla. También hubo protestas contra el presidente del país, Jair Bolsonaro.
Entre las medidas preventivas, se dispuso un máximo de 40 personas por equipo, cada uno debía pasar por el control de temperatura y por un túnel desinfectante antes de ingresar al estadio. En los vestuarios y dentro de la cancha hubo alcohol en gel, en los bancos de suplentes se debía dejar un asiento vacío entre todos sus integrantes. Sólo se les permitió a los futbolistas que jugaban sacarse el barbijo, mientras que suplentes, personal de vigilancia sanitaria y de seguridad debía mantener el tapaboca puesto. Incluso, en el calentamiento previo, el entrenador de arqueros no pudo sacárselo mientras preparaba a los jugadores. Los ballboys debían encargarse de la desinfección de las pelotas. En el entretiempo, personal sanitario limpió los dos bancos de suplentes.
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En Brasil volvió el fútbol oficial. En el país, que ya aceptó oficialmente más de 47.000 muertos por coronavirus, no se había aplicado la cuarentena obligatoria, pero tras la aparición de la pandemia se cortaron espectáculos públicos. Hasta que este jueves jugaron Bangu y Flamengo por el Carioca.
Por supuesto, hubo un protocolo para cumplir, dispuesto por el alcalde Marcelo Crivella y las autoridades sanitarias, en acuerdo con la Federación Carioca. Esto, cuando otros clubes de Río de Janeiro, como Vasco da Gama y Fluminense, no están de acuerdo con el regreso del fútbol oficial, y hasta anunciaron recursos legales para no presentarse a jugar. El partido fue sin torcedores, aunque algunos se acercaron a las afueras para alentar al Fla. También hubo protestas contra el presidente del país, Jair Bolsonaro.
Entre las medidas preventivas, se dispuso un máximo de 40 personas por equipo, cada uno debía pasar por el control de temperatura y por un túnel desinfectante antes de ingresar al estadio. En los vestuarios y dentro de la cancha hubo alcohol en gel, en los bancos de suplentes se debía dejar un asiento vacío entre todos sus integrantes. Sólo se les permitió a los futbolistas que jugaban sacarse el barbijo, mientras que suplentes, personal de vigilancia sanitaria y de seguridad debía mantener el tapaboca puesto. Incluso, en el calentamiento previo, el entrenador de arqueros no pudo sacárselo mientras preparaba a los jugadores. Los ballboys debían encargarse de la desinfección de las pelotas. En el entretiempo, personal sanitario limpió los dos bancos de suplentes.