Víctor Blanco, con súper poderes

Ni Ameal ni D'Onofrio... El dirigente con más poder en la nueva AFA, debajo de Tapia, es el presidente de Racing: ahora tiene firma y lo acompaña en la representación internacional.

Olé
Muchas de las voces que se escucharon después de la Asamblea General Extraordinaria que el martes reeligió como presidente de la AFA a Claudio Tapia por un nuevo período (2021-25) fueron en consonancia con que ahora sí todo el fútbol argentino se sienta a la mesa de las decisiones: volvieron River y San Lorenzo, Boca recuperó la vicepresidencia que le pertenecía a Daniel Angelici; hasta Independiente y el Ascenso -tanto Metropolitano como Interior- están representados. Sin embargo no son Rodolfo D’Onofrio ni Jorge Ameal; no son Marcelo Tinelli ni Hugo Moyano; no son Marcelo Achile ni Guillermo Raed los que más relevancia tienen después de Chiqui. El dirigente con más poder, debajo del presidente, ahora es el secretario general. Ergo, Víctor Blanco.


El titular de Racing ya ocupaba ese puesto en Viamonte desde 2017 pero no con esa relevancia. Porque entre las 35 modificaciones estatutarias que se realizaron, está la supresión del Director General Ejecutivo. Y todos las responsabilidades que le correspondían ahora recaen sobre el secretario general.

Entre los principales atributos están: acompañar al Presidente en la representación legal de la AFA; refrendar la firma del Presidente al celebrar acuerdos, convenios, convenciones, firmar títulos, documentos públicos y privados, contratos, actas, balances, correspondencia y cualquier otro acto o documento (para los balances, se agrega la firma del Tesorero); y acompañar al Presidente en las relaciones entre la AFA y sus miembros, la FIFA, la Conmebol, autoridades políticas y otras organizaciones.

La importancia del cargo radica en una cuestión principal: Blanco es el que tiene firma junto a Tapia y, cuando sea necesario, Pablo Toviggino (ahora tesorero), que es quien venía rubricando los acuerdos, como los que la semana pasada se firmaron con Futbolistas Agremiados y la Asociación de Técnicos para extender hasta diciembre los contratos que se vencen el 30-J.

Empresario hotelero, de 74 años, al frente de la Academia desde septiembre de 2013 -gestión ordenada y club al que devolvió al plano internacional con continuidad-, Víctor se posiciona como un hombre fuerte del fútbol. De muy buena relación con Tapia, al que respalda por cómo arregló la economía de AFA y por cómo levantó a Selección (sobre todo, la reorganización en las Juveniles), suele moverse con cintura política dentro de Viamonte, donde no registra confrontaciones públicas aunque hace escuchar su voz.

Por ejemplo, avala la nueva Liga Profesional -porque representa más plata para todos- pero no quiere llevarla a 28 o 30 equipos (como tampoco quieren River ni Boca). Comprende que ahora no haya descensos, pero su número ideal de equipos es de 22, que es una demanda que tenían las empresas dueñas de los derechos audiovisuales. ¿Aspira al sillón de Chiqui? No, más le gustaría un cargo formal en FIFA.

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