Quedó todo roto en Independiente
El conflicto entre la dirigencia y el plantel dejó heridas abiertas y bronca entre algunos jugadores y dirigentes. A muchos les van a buscar una salida urgente.
Olé
Hay heridas que no cicatrizarán rápido en Independiente. La catarata de intimaciones que enviaron los futbolistas como consecuencia del atraso en el pago de los sueldos produjo grietas que hoy pueden apreciarse a simple vista. Y que parecen profundizarse a medida que transcurren las horas. Son varios los futbolistas que podrían no continuar en el club. En parte porque será necesario realizar un ajuste presupuestario muy importante para equilibrar los números y recuperar la salud financiera de la institución. Aunque también existe otro motivo: hay jugadores cuya imagen quedó desgastada. En algunos casos, ante la dirigencia. En otros, ante el público. Incluso hubo algunas discusiones que resquebrajaron un poco la convivencia interna entre algunos integrantes del plantel. Discusiones que surgieron por las posturas tomadas para ejercer el reclamo, que por cierto fue legítimo. Va a ser difícil que algunos futbolistas continúen en Avellaneda.
Gastón Silva fue el primero en ir a fondo. El defensor se consideró despedido ante el incumplimiento de los plazos establecidos para la cancelación de la deuda salarial. Los directivos lo intimaron para que vuelva a entrenarse, pero el uruguayo no reculó y ahora se desató una batalla legal cuyo desenlace aún se presume incierto. Martín Campaña no firmó el acuerdo para cobrar el sueldo de marzo el 8 de junio en lugar de el 1°, tal como se había consensuado a principios de mayo. El futuro del arquero es una incógnita, aunque quienes conducen el club están convencidos de que sería un error que se quede y van a pedirle a su representante que le busque ofertas.
Más allá de los casos que ya se han hecho públicos, hay otros apuntados. Silvio Romero es uno de ellos. El delantero, quien se quedó con la cinta de capitán en enero, fue quien impulsó la determinación de intimar a Independiente luego de varias charlas con Sergio Marchi. Varios de sus compañeros lo respaldaron, aunque no estuvieron de acuerdo y existen resquemores subrepticios. El Rojo no va a rifar su patrimonio, pero al Chino le buscarán destino. Y más aún contemplando que su salario es de los más importantes.
Lucas Romero, otro que gana una fortuna, también está en la mira de los directivos. El volante central llegó a mediados del año pasado y tiene contrato hasta el 30 de junio de 2023, pero en el club sostienen que sus prestaciones no estuvieron a la altura de lo que cobra. El uruguayo Carlos Benavídez podría ser cedido a préstamo o vendido si el club logra recuperar algo de los 2.500.000 dólares que Independiente se comprometió a pagarle a Defensor Sporting por su pase (aún se deben 1.580.000). En Avellaneda aseguran que Juan Sánchez Miño tiene una oferta de Estudiantes y lo entusiasma irse. Y Leandro Fernández, cuyo contrato termina el 30/6, no renovaría.
Todo parece indicar que, si llegan ofertas, el éxodo será importante.
Olé
Hay heridas que no cicatrizarán rápido en Independiente. La catarata de intimaciones que enviaron los futbolistas como consecuencia del atraso en el pago de los sueldos produjo grietas que hoy pueden apreciarse a simple vista. Y que parecen profundizarse a medida que transcurren las horas. Son varios los futbolistas que podrían no continuar en el club. En parte porque será necesario realizar un ajuste presupuestario muy importante para equilibrar los números y recuperar la salud financiera de la institución. Aunque también existe otro motivo: hay jugadores cuya imagen quedó desgastada. En algunos casos, ante la dirigencia. En otros, ante el público. Incluso hubo algunas discusiones que resquebrajaron un poco la convivencia interna entre algunos integrantes del plantel. Discusiones que surgieron por las posturas tomadas para ejercer el reclamo, que por cierto fue legítimo. Va a ser difícil que algunos futbolistas continúen en Avellaneda.
Gastón Silva fue el primero en ir a fondo. El defensor se consideró despedido ante el incumplimiento de los plazos establecidos para la cancelación de la deuda salarial. Los directivos lo intimaron para que vuelva a entrenarse, pero el uruguayo no reculó y ahora se desató una batalla legal cuyo desenlace aún se presume incierto. Martín Campaña no firmó el acuerdo para cobrar el sueldo de marzo el 8 de junio en lugar de el 1°, tal como se había consensuado a principios de mayo. El futuro del arquero es una incógnita, aunque quienes conducen el club están convencidos de que sería un error que se quede y van a pedirle a su representante que le busque ofertas.
Más allá de los casos que ya se han hecho públicos, hay otros apuntados. Silvio Romero es uno de ellos. El delantero, quien se quedó con la cinta de capitán en enero, fue quien impulsó la determinación de intimar a Independiente luego de varias charlas con Sergio Marchi. Varios de sus compañeros lo respaldaron, aunque no estuvieron de acuerdo y existen resquemores subrepticios. El Rojo no va a rifar su patrimonio, pero al Chino le buscarán destino. Y más aún contemplando que su salario es de los más importantes.
Lucas Romero, otro que gana una fortuna, también está en la mira de los directivos. El volante central llegó a mediados del año pasado y tiene contrato hasta el 30 de junio de 2023, pero en el club sostienen que sus prestaciones no estuvieron a la altura de lo que cobra. El uruguayo Carlos Benavídez podría ser cedido a préstamo o vendido si el club logra recuperar algo de los 2.500.000 dólares que Independiente se comprometió a pagarle a Defensor Sporting por su pase (aún se deben 1.580.000). En Avellaneda aseguran que Juan Sánchez Miño tiene una oferta de Estudiantes y lo entusiasma irse. Y Leandro Fernández, cuyo contrato termina el 30/6, no renovaría.
Todo parece indicar que, si llegan ofertas, el éxodo será importante.