Los 11 de cada lado y la táctica ganadora de Gallardo
Así formaron los equipos aquella noche del gas pimienta y recordamos la decisión del Muñeco, clave en ese primer tiempo.
Olé
Sin Teófilo Gutiérrez, expulsado en el 1-0 en el Monumental, Marcelo Gallardo dispuso un solo cambio para la revancha en la Bombonera: el ingreso del Pity Martínez por el colombiano. Rodolfo Arruabarrena, en tanto, hizo cinco modificaciones para intentar dar vuelta la serie: dos en defensa (Peruzzi y Burdisso por Marín y Torsiglieri), uno en el medio (Meli por Cubas) y dos en ofensiva (Osvaldo por Calleri y Carrizo por Lodeiro.
Así, Boca formó con Orion; Peruzzi, Guillermo Burdisso, Daniel Díaz, Colazo; Meli, Gago, Pablo Pérez; Pavón, Osvaldo y Carrizo. Mientras que el banco fueron Sara, Torsiglieri, Monzón, Cubas, Lodeiro, Palacios y Calleri.
En tanto River jugó con Barovero; Mammana, Maidana, Funes Mori, Vangioni; Carlos Sánchez, Kranevitter, Ponzio, Driussi; Gonzalo Martínez; y Mora. Los suplentes fueron Chiarini, Pezzella, Rojas, Mayada, Pisculichi, Boyé y Cavenaghi.
El Vasco sostuvo el 4-3-3 habitual y el Muñeco apostó por un 4-4-1-1, con el que maniató a Boca. "Gallardo, uno que adentro entendía bien el juego, ratificó que también sabe leerlo afuera. Sin que traicionara su idea, repitió el dúo Kranevitter-Ponzio. Y para cubrir el ancho y tener superioridad numérica sobre los tres medios rivales, puso a Carlos Sánchez y a Driussi. Esa fue la clave para partir a Boca, romperle su línea de volantes y obligarlo a salir con pelotazos largos de Guillermo Burdisso y el Cata Díaz", escribió Marcelo Sottile, analista de Olé en aquella noche histórica.
En esos 45 minutos, el local sólo llegó con un remate desde media distancia de Osvaldo que Barovero controló con absoluta tranquilidad. Para el comienzo de la parte final, Arruabarrena tenía previsto poner a Lodeiro, una variante que nunca se pudo cristalizar...
Olé
Sin Teófilo Gutiérrez, expulsado en el 1-0 en el Monumental, Marcelo Gallardo dispuso un solo cambio para la revancha en la Bombonera: el ingreso del Pity Martínez por el colombiano. Rodolfo Arruabarrena, en tanto, hizo cinco modificaciones para intentar dar vuelta la serie: dos en defensa (Peruzzi y Burdisso por Marín y Torsiglieri), uno en el medio (Meli por Cubas) y dos en ofensiva (Osvaldo por Calleri y Carrizo por Lodeiro.
Así, Boca formó con Orion; Peruzzi, Guillermo Burdisso, Daniel Díaz, Colazo; Meli, Gago, Pablo Pérez; Pavón, Osvaldo y Carrizo. Mientras que el banco fueron Sara, Torsiglieri, Monzón, Cubas, Lodeiro, Palacios y Calleri.
En tanto River jugó con Barovero; Mammana, Maidana, Funes Mori, Vangioni; Carlos Sánchez, Kranevitter, Ponzio, Driussi; Gonzalo Martínez; y Mora. Los suplentes fueron Chiarini, Pezzella, Rojas, Mayada, Pisculichi, Boyé y Cavenaghi.
El Vasco sostuvo el 4-3-3 habitual y el Muñeco apostó por un 4-4-1-1, con el que maniató a Boca. "Gallardo, uno que adentro entendía bien el juego, ratificó que también sabe leerlo afuera. Sin que traicionara su idea, repitió el dúo Kranevitter-Ponzio. Y para cubrir el ancho y tener superioridad numérica sobre los tres medios rivales, puso a Carlos Sánchez y a Driussi. Esa fue la clave para partir a Boca, romperle su línea de volantes y obligarlo a salir con pelotazos largos de Guillermo Burdisso y el Cata Díaz", escribió Marcelo Sottile, analista de Olé en aquella noche histórica.
En esos 45 minutos, el local sólo llegó con un remate desde media distancia de Osvaldo que Barovero controló con absoluta tranquilidad. Para el comienzo de la parte final, Arruabarrena tenía previsto poner a Lodeiro, una variante que nunca se pudo cristalizar...