La particular invitación de Mostaza al Mellizo Gustavo

Gustavo Barros Schelotto recordó qué le dijo Merlo para sumarlo al Racing que sería campeón en 2001 y repasó las bondades de aquel equipo. Mostaza habló con Olé, dio más detalles y definió lo que fue el Mellizo para esa Academia.

Olé
Alguna vez alguien contó que en su primer entrenamiento en Racing, Gustavo Barros Schelotto inició las tareas de elongación algo apartado del grupo y que, por eso, se llevó algunas miradas de reojo... Poco tiempo después, sin embargo, el Mellizo se integraría muy bien a un equipo compacto adentro y afuera de la cancha. Se convertiría en un jugador muy positivo en el vestuario, querido, comprometido. Muy cerebral en el campo, sería vital para traducir a los hechos lo que Reinaldo Merlo le había propuesto por teléfono en una invitación más que seductora...


"Yo estaba en Villarreal de España, sin mucha continuidad. Mostaza Merlo me llamó y me dijo directamente: '¿Querés venir y salir campeón con Racing?', recordó el Mellizo, de 47 años cumplidos este lunes, en declaraciones a Radio Rivadavia (AM 630). Consultado por Olé, Merlo brindó más detalles de cómo surgió aquel contacto con el actual ayudante de campo de su hermano Guillermo en Los Angeles Galaxy de la MLS: "Una mañana estábamos haciendo fútbol en Racing, antes de que empezara el torneo. Vino Fernando Marín (presidente de Blanquiceleste) y me llamó aparte. '¿Te interesa Schelotto?', me preguntó. '¡Cómo no me va a interesar!', le contesté. Fui al vestuario, hablé con él. 'Estoy sin jugar', me dijo Gustavo. Yo le conté que teníamos un buen grupo y que apuntábamos al título. 'Sos un jugador importante, te vamos a poner bien físicamente, le avisé".

De memoria prodigiosa para los detalles, nada le cuesta al hombre de la estatua repasar la relevancia del Mellizo en la obtención de aquel campeonato, que significó para Racing el quiebre de la racha de 35 largos años sin coronación en el ámbito doméstico. "Por suerte vino y fue fundamental como todos los demás. Tenía mucha experiencia, era un jugador importante que veía muy bien el fútbol. Sea acopló muy bien por su categoría, fue una de las claves. Estoy muy contento de haberlo traído", revive Mostaza.

Un año antes Gustavo había ganado con Boca la Copa Libertadores e Intercontinental con Boca. Cuando desembarcó en la Academia se encontró con un equipo que definió así: "Era muy combativo. No había una figura; trabajábamos todos a la par y nos íbamos empujado entre nosotros. No fuimos brillantes desde lo visual, pero tuvimos grandes partidos". Para ese Apertura 2001 se habían incorporado varios futbolistas, no obstante eso no representó obstáculos ese periodo de formación.

"Nos sumamos 13 ó 14 jugadores. Un cambio así -subraya Barros Schelotto- generalmente requiere un tiempo de adaptación, pero con nosotros sucedió al revés. Empezamos a ganar y llegamos punteros a la mitad del torneo. Ahí nos dimos cuenta de que podíamos ser campeones". Desde que se fue de la Academia Gustavo habló pocas veces de aquella consagración y esta vez se explayó a piacere, también con halagos para el ídolo de Racing: "Mostaza es un gran conductor. Con el tiempo uno puede apreciar lo que hacen los entrenadores y Merlo tuvo que adaptarse varias veces desde lo táctico, sobre todo en defensa, como al posición de Maciel de líbero, por ejemplo. Él generó el espíritu especial que tenía ese equipo".

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