La actividad empresarial se reactiva a tropiezos; el sector culpa a la burocracia

Redacción, El Deber
El timbre suena y la vecina sale de su casa a recibir tres bolsas de alimentos que están casi congelados. Ya está en sus manos el dinero con el que paga por el servicio a domicilio. El vendedor, también tiene listo el datáfono por si el cliente quiere pagar con una tarjeta. El proveedor está totalmente cubierto por un overol y protegido de guantes oscuros y un barbijo que le cubre casi todo el rostro. Le da la factura a su “casera” y se da la vuelta para seguir con su distribución puerta a puerta.


La empresa es una de las tantas que, independientemente de las condiciones del nivel de riesgo de los municipios, tienen el permiso para desarrollar sus actividades ininterrumpidamente o de acuerdo a la modalidad aplicable a su actividad, a fin de garantizar el abastecimiento de la población, según el Decreto Supremo (DS) 4229.

En ese rubro está, por ejemplo, la compañía Sofía Ltda., donde aseguran cumplir con toda rigurosidad los protocolos de higiene y bioseguridad, en esta cuarentena por la pandemia del coronavirus.

“Gracias al absoluto compromiso de los estándares más altos de calidad y su responsabilidad con sus colaboradores, clientes, proveedores y la familia boliviana en general, todos nuestros productos cuentan con los debidos controles de inocuidad industrial”, manifestaron desde la entidad.


El DS 4229, establece el inicio de actividades a entidades públicas y privadas dedicadas a la producción de alimentos, artículos de consumo masivo, comercialización de artículos de primera necesidad y la provisión de insumos para estas; así como, la elaboración de productos de higiene, entre otros.

Protocolos

Por el mismo camino, está la Planta Industrializadora de Leche (PIL), que asegura, sigue las instructivas de las autoridades competentes y que está adoptando medidas de promoción de la salud y de bioseguridad para la prevención y contención del Covid-19 al interior de sus instalaciones.


“La producción de alimentos se realiza siguiendo los protocolos sanitarios correspondientes a fin de resguardar la seguridad y la salud de los trabajadores. En esta perspectiva, PIL Andina S.A. ha reforzado los controles al ingreso de nuestras plantas a nivel nacional (Cochabamba, La Paz y Santa Cruz), con la desinfección de unidades de transporte de productos y materias primas, dotación de equipos de protección personal, habilitación de lavamanos y pediluvios al ingreso de cada ambiente, monitoreo constante de temperatura corporal, encuestas diarias para seguimiento del estado de salud de todos los turnos activos, asignación de unidades de transporte para el personal manteniendo las distancias recomendadas y la correspondiente desinfección en cada cambio de turno.

Según Daniel Aguilar, gerente general de esta industria, también se reforzó las medidas de bioseguridad necesarias para cuidar no solo a sus colaboradores sino también a sus consumidores. “Buscamos que, desde el acopio, la fabricación, el transporte y la entrega del producto se cumplan los procedimientos de seguridad, manteniendo el menor contacto posible y las distancias recomendadas. A nivel de transacciones, por ejemplo, hemos implementado el pago con código QR, débito crédito y el reparto móvil o “delivery” como una forma de llegar al consumidor final, sobre todo, con el precio justo”, señala la información de la industria láctea.


Información, desinfección y trabajo en casa

Preparándose para iniciar labores, después de casi 60 días de cuarentena, en la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) se realizaron varias acciones preventivas a nivel interno. Por ejemplo, se capacitó al personal sobre los síntomas y medidas preventivas del Covid-19; se preparó material de difusión; se proveyó de material de desinfección; se implementó el control de temperatura para todo el personal; y los comedores y buses de transportes fueron adecuados para cumplir el requerimiento de mantener mínimo un metro de distancia entre personas, designando cantidades máximas para su uso.

Parque industrial

En los últimos días, se ha visto bastante movimiento en el Parque Industrial de la ciudad de Santa Cruz, donde las industrias han empezado a operar, basándose en la normativa del Gobierno.

Jorge Cwirko, presidente de la Asociación de Empresarios del Parque Industrial, expresó a EL DEBER que, entre las medidas de bioseguridad que aplican en las industrias cruceñas, está el uso de fumigadoras para desinfección, barbijos y químicos para las áreas de ingreso.

Restricción

Pero los sectores que tenían que iniciar sus actividades se quejan por no poder empezar. “El problema es que muchas empresas se han preparado en base a normas de bioseguridad, pero el cuello de botella son los pases de circulación”, manifestó Gabriel Columba, comunicador de la Cámara de Industria y Comercio (Cainco) de Santa Cruz.

La planta industrializadora PIL argumentó también que, aún en medio de la denominada “cuarentena dinámica” todavía no estaban trabajando al 100% de su capacidad debido, por ejemplo, a la falta de los correspondientes permisos de circulación vehicular.

“En nuestras plantas estamos con un 65% de utilización de línea debido a las dificultades logísticas y costos que se deben asumir para continuar operando, además del refuerzo de medidas de bioseguridad. Con relación a los ingresos, la caída es significativa. Los canales de venta todavía están con horarios reducidos y con, cada vez, menor ticket de ventas. El portafolio de PIL Andina, en esta coyuntura, se ha reducido a la producción básica de fluidos, polvos y yogurt”, expresó.

Actualmente la planta opera al 65% de utilización de líneas productivas, debido a las dificultades logísticas, restricciones de ventanas horarias en la atención de los diferentes canales de venta y sobre costos que se deben asumir para continuar operando a nivel nacional .

Cadena de suministros

Por su parte, la CBN señaló que, en general, existen problemas vinculados con la cadena de suministros. Las empresas de servicios y de insumos para la producción no están trabajando en toda su capacidad y no todas han podido conseguir permisos de circulación, lo que plantea siempre problemas para fabricar y distribuir sus productos.

"Sabemos que el 80% de las empresas de la industria siguen paralizadas en el país, pese a que el Decreto 4229 establece que desde ayer podían volver a operar, debido al retraso en la entrega de permisos de circulación vehicular", respondió la CBN.

Por eso, pidió celeridad en la aprobación de los permisos de circulación y que sean menos burocráticos para que las empresas puedan volver a trabajar, en el marco de las restricciones que plantea esta emergencia sanitaria.

Quejas anticipadas

Pero pese a la normativa vigente de salir a generar economía, ha habido restricciones, principalmente en el orden de los permisos de circulación para las empresas y una confusión sobre quién debe otorgar el consentimiento, antes de aplicarse la norma.

La Cámara Nacional de Industria (CNI) señaló por su parte que, aunque el DS 4229 dispone que, independientemente de las condiciones de riesgo, desde el 11 de mayo de 2020 se da continuidad a la actividad industrial, manufactura y del sector agropecuario, esto no ha ocurrido.

“La CNI cumplió con su compromiso y, entre los días 9 y 10 de mayo, se remitió al Viceministerio de Seguridad Ciudadana, más de 3.500 solicitudes de permisos de circulación provenientes de empresas industriales de La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Tarija. El resultado es que, al día de hoy y aún cuando el sector industrial se ha preparado para el retorno a la actividad elaborando un Protocolo de Bioseguridad, la paralización de actividades para el 80% de las empresas del país continúa y no tiene visos de solución”, reclamó la entidad empresarial en un comunicado público.

Por su parte, Gustavo Jáuregui, gerente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) indicó que se estaban viendo complicaciones a nivel de coordinación para la emisión de los respectivos permisos de circulación y permisos de trabajo en las ciudades.

“Algo que se está complicando para las empresas, es la implementación del transporte del personal, dado que por la asignación de riesgo alto en los principales municipios del eje central (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz) donde se concentra la mayor densidad de actividad económica, no se cuenta con la posibilidad de contar con el transporte público necesario para la circulación del personal de las empresas de esos sectores”, expresó a EL DEBER.

Considerando que el nivel de asignación de riesgo lo están haciendo a nivel municipal, Jáuregui propuso que debería ser el nivel de los gobiernos municipales los que asuman la emisión de permisos de circulación de vehículos.

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