Iker Casillas, un año después del día que cambió su vida: 'Ha sido, sinceramente, emocionante'
Oporto, Hola!
Ha pasado un año desde que Iker Casillas sufriese un infarto de miocardio durante uno de sus entrenamientos con el Oporto F.C. El mundo del deporte contenía la respiración y su esposa, Sara Carbonero, se regresaba desde Algeciras, donde se encontraba trabajando, para estar a su lado. Afortunadamente, el guardameta se recuperó con éxito y, aunque su vida ya no volvió a ser la misma y no ha podido volver a ponerse bajo los palos en un partido oficial, no puede evitar ver "la botella medio llena".
En este aniversario tan significativo, el mostoleño reflexiona con orgullo sobre el "gran obstáculo" superado y también anuncia un documental sobre su historia. "Hace un año, digamos que nací. Gracias a mi familia y a todos los que lo hicieron posible, sin ellos no estaría hoy aquí", escribía junto a un adelanto de la producción que se emitirá en Movistar+ sobre este último año de su vida.
"Y así, sin darme cuenta, un año. No soy de los que mira el camino recorrido. No suelo alardear de las cosas que han salido bien, pero en esta ocasión me siento contento por haber superado un gran obstáculo en mi vida. Ha sido, sinceramente, emocionante. Ha tenido terror, drama y ciertas dosis de ciencia ficción. Y por supuesto, ¡humor!", escribía también Iker junto a una imagen en la que aparece de espaldas contemplando pensativo el oceáno Atlántico que le ha acompañado muy de cerca durante estos años en la ciudad portuguesa, donde ahora está pasando el confinamiento con su familia. La publicación no ha tardado en llenarse de mensajes de ánimo y cariño y, entre ellos, no podía faltar el de Sara Carbonero, que con un emojí con forma de corazón condensaba todo lo que desea transmitir.
El papel de la presentadora ha sido crucial a lo largo de los complicados momentos que han dejado atrás. Ha sido su gran apoyo y eso, a pesar de que este último año tampoco ha sido fácil para ella, ya que a los pocos días del infarto de Iker, fue diagnósticada y operada de un tumor en el ovario. A los dos les ha tocado luchar para salir adelante y también estar ahí el uno para el otro. Un difícil desafío que los dos han superado con nota, dejando atrás la enfermedad y reforzando su unión como pareja junto a sus dos hijos Martín y Lucas.
Aunque sin duda es un aniversario que no le hubiese gustado no tener que celebrar, a lo largo de este año, Iker ha vencido sus miedos, ha celebrado cada uno de los objetivos que iba superando, como la primera vez que volvió a ponerse las botas después del infarto, y también ha sabido reinventarse. Hace unos meses mostraba su intención de cambiar el cesped del campo por la moqueta de sus despachos y presentaba su candidatura a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, lo que podría suponer, además, la vuelta a Madrid de la familia.
Entre tanto, Iker y Sara se encuentran pasando el confinamiento con sus hijos en Oporto, desde donde han compartido su rutina cotidiana, ahora más casera que nunca, y muchas de sus reflexiones para mandar ánimos a sus seguidores y lanzar un mensaje de optimismo ante tanta incertidumbre.