“Grondona tuvo un rol central en el FIFA Gate”
Ken Bensinger, el periodista que investigó y siguió el juicio contra dirigentes y empresarios por los sobornos en la FIFA, habló con Olé a cinco años de la redada de Interpol en el hotel de Suiza.
Olé
El 27 de mayo de 2015, en el hotel Baur au Lac de Zúrich, los relojes de oro de los popes del fútbol mundial se detuvieron cuando varios autos de Interpol estacionaron en las lujosas escaleras del lobby. Esa mañana hubo 14 detenidos. Explotó el FIFA Gate por una investigación de la justicia de Estados Unidos. "Tras décadas de impunidad ante escándalos, finalmente el cartel mundial del futbol quedó de rodillas ante uno de los pocos países del mundo al que parecía no importarle en absoluto ese deporte", escribió Ken Bensinger, el periodista que siguió todo el proceso en la Corte de Brooklyn, que transformó su investigación en best seller y que, ahora, habla telefónicamente con Olé de las derivaciones de este escándalo que sigue abierto.
-A cinco años de los arrestos, ¿creés que se hizo justicia?
-Sí, justicia se hizo. Claro que es imposible hacer toda la justicia que el caso demandaba. Quizá la gente fanática del fútbol esperaba una limpieza total. Pero para entender lo que pasó en el FIFA Gate resulta más sensato comparar esta investigación con las acciones del gobierno estadounidense contra el crimen organizado. A algunos líderes se los puede limpiar, pero los delitos siguen existiendo. Lo que es indudable es que sirvió para despertar el foco de la corrupción en el deporte y para efectuar un cambio. A lo mejor no agarraron a todos los posibles corruptos. Pero vimos que quedaron involucrados dos tipos de personas: los que daban sobornos y los que recibían.
-¿Cómo comenzaste a trabajar sobre el FIFA Gate?
-Yo soy periodista de investigación, no necesariamente de temas deportivos. Tras dejar Los Angeles Times, comencé un nuevo trabajo en Buzzfeed y armé un sumario con varios temas que quería investigar. La primera idea fue del mundo del arte, y desafortunadamente la nota no funcionó. La segunda fue hacer un perfil sobre Chuck Blazer, un dirigente estadounidense de fútbol que en ese momento tenía un gran peso en la CONCACAF. Quería una nota sobre una figura importante poco reconocida en Estados Unidos para publicarla antes del Mundial 2014. Había encontrado en el archivo informaciones y artículos que retrataban una carrera bastante corrupta sin poder comprobarlo. En ese momento, hablé con el FBI y otras agencias para ver si lo estaban investigando, y no me dieron respuesta. La nota se publicó antes del Mundial. Volví a trabajar sobre otros temas. Y un año después, en el famoso día de los arrestos en Suiza, el caso explotó. Aquel hombre que yo había investigado había sido clave para delatar la trama de la corrupción en la FIFA.
Ken Bensinger lleva más de dos décadas como periodista profesional. Trabajó en The Wall Street Journal, Los Angeles Times y, desde 2014, en BuzzFeed News. Recibió el premio ASME National Magazine y el Premio Gerald Loeb por Distinguished Finance & Business Reporting, y fue finalista del Pulitzer en informes nacionales. Su libro Tarjeta Roja fue traducido a varios idiomas. "Pero no sé por qué no se publicó en la Argentina. En otros países de América Latina sí está a la venta", dice.
-¿Estabas al tanto de lo que sucedería esa mañana del 2015?
-Me agarró también de sorpresa. La noticia fue una bomba. Estados Unidos no es el país más futbolístico, pero el tema dominó la portadas de los diarios por meses. El deporte en general es casi como una religión en el mundo. Y ver este escándalo resultó un shock. Por eso repito. Más allá de la sorpresa, lo que hubo acá fue una revelacion. Hubo un poder judicial dispuesto a hacer algo.
-¿La investigación judicial se basó más en arrepentimientos que en otro tipo de evidencias, como documentos o transferencias bancarias?
-Sí, la Justicia en Estados Unidos depende mucho del concepto de la delación premiada. A cambio de delatar te otorgan un beneficio en la sentencia. No todos los países usan ese recurso... Y la verdad es que no hay mejor manera de desarmar un rompecabeza sin la ayuda de un arrepentido.
-¿Chuck Blazer fue entonces el mayor colaborador en el caso?
-Sí, Blazer colaboró un montón. Creo que fue el delator clave junto con el brasileño José Hawilla. En realidad, sin Blazer no hay FIFA Gate. Y sin Hawilla no se hubiera tocado el fútbol de Sudamérica. Hemos visto mucha corrupción en este caso, en Medio Oriente, Africa, Europa, pero donde más se ha avanzado, creo, fue en Sudamérica.
-Es decir que sin José Hawilla no hubieran habido involucrados argentinos.
-En un principio, no.
-¿Qué papel tuvo Julio Grondona en el reparto en esta trama de corrupción?
-Grondona tiene un rol central y gigantesco en todo el caso. En Sudamérica había un eje de poder de tres personas. De acuerdo a lo que se ve en el FIFA Gate, esas personas eran Grondona, Ricardo Teixeira y Nicolás Leoz. Según la mayoría de las conversaciones que he tenido y de lo que aportaron los testigos y arrepentidos, Grondona lideraba mucho. No sólo era la mano derecha de Blatter. Más allá de que manejaba pocos votos en la FIFA, tenia una agudeza y habilidad de manejar grupos muy importante.
-En el primer informe, la fiscal Loretta Lynch denuncia que "el presidente de la Federación Argentina" cobró 15 millones de dólares en sobornos. Pero luego nunca se lo nombra directamente.
-Porque Grondona murió un año antes de que comenzara el proceso. En Estados Unidos no se acusa a un muerto. Distinto es el caso de los involucrados que murieron durante el proceso. Por eso Grondona aparece en distintos momentos como la figura de Co-Conspirador. En la última presentación no hay dudas de que es el Co-Conspirador 1.
-Uno de los relatos del juicio que llamó mucho la atención en la Argentina fue que en el entierro de Grondona se acordó cómo seguiría el reparto de dinero y poder en Sudamérica.
-Es parte del testimonio de Alejandro Burzaco. Luego de la muerte de Grondona, hubo una disputa de poder. En ese momento estaba Figueredo en Conmebol. Y Napout quería su lugar. Además, había que dejar en claro cómo era y cómo se negociaría el reparto de dinero. Y cuánto recibía Grondona. Entre las entrevistas que hice de manera paralela, hablé con mucha gente que tiene experiencia en investigaciones. Y me decían que nadie representaba mejor el papel de gangster que Grondona.
-¿Por qué Alejandro Burzaco, quien admitió ante la Justicia haber pagado millones de sobornos a Grondona y a otros dirigentes, todavía no recibió sentencia?
-Los delatores no han recibido sentencia y es posible que tengan que esperar mucho más. En abril se anunciaron nuevos cargos en el caso. Uno de los cuales también es argentino: Hernán López. Entonces, como la investigación sigue abierta, Burzaco puede colaborar más. Mientras tanto, él está libre esperando la sentencia. En estos casos es común que la fiscalía envíe una carta al juez diciendo que fulano fue muy útil y que por lo tanto se solicita que se le dé el menor plazo posible.
-¿Qué diferencias o similitudes encuentras entre el FIFA Gate y otros grandes casos en los que se desarticularon grandes organizaciones criminales?
-En el FIFA Gate, que yo sepa, se robó mucho dinero para comprar sedes, derechos de televisión, marketing, pero no hubo asesinatos como en casos de narcos y mafias.
-¿Hoy la FIFA es más transparente?
-Creo que en Gianni Infantino vemos una persona muy parecida a Blatter. No veo que la FIFA sea más abierta o transparente que antes. Esto es una apreciación personal: le sigue interesando mucho la plata.
Olé
El 27 de mayo de 2015, en el hotel Baur au Lac de Zúrich, los relojes de oro de los popes del fútbol mundial se detuvieron cuando varios autos de Interpol estacionaron en las lujosas escaleras del lobby. Esa mañana hubo 14 detenidos. Explotó el FIFA Gate por una investigación de la justicia de Estados Unidos. "Tras décadas de impunidad ante escándalos, finalmente el cartel mundial del futbol quedó de rodillas ante uno de los pocos países del mundo al que parecía no importarle en absoluto ese deporte", escribió Ken Bensinger, el periodista que siguió todo el proceso en la Corte de Brooklyn, que transformó su investigación en best seller y que, ahora, habla telefónicamente con Olé de las derivaciones de este escándalo que sigue abierto.
-A cinco años de los arrestos, ¿creés que se hizo justicia?
-Sí, justicia se hizo. Claro que es imposible hacer toda la justicia que el caso demandaba. Quizá la gente fanática del fútbol esperaba una limpieza total. Pero para entender lo que pasó en el FIFA Gate resulta más sensato comparar esta investigación con las acciones del gobierno estadounidense contra el crimen organizado. A algunos líderes se los puede limpiar, pero los delitos siguen existiendo. Lo que es indudable es que sirvió para despertar el foco de la corrupción en el deporte y para efectuar un cambio. A lo mejor no agarraron a todos los posibles corruptos. Pero vimos que quedaron involucrados dos tipos de personas: los que daban sobornos y los que recibían.
-¿Cómo comenzaste a trabajar sobre el FIFA Gate?
-Yo soy periodista de investigación, no necesariamente de temas deportivos. Tras dejar Los Angeles Times, comencé un nuevo trabajo en Buzzfeed y armé un sumario con varios temas que quería investigar. La primera idea fue del mundo del arte, y desafortunadamente la nota no funcionó. La segunda fue hacer un perfil sobre Chuck Blazer, un dirigente estadounidense de fútbol que en ese momento tenía un gran peso en la CONCACAF. Quería una nota sobre una figura importante poco reconocida en Estados Unidos para publicarla antes del Mundial 2014. Había encontrado en el archivo informaciones y artículos que retrataban una carrera bastante corrupta sin poder comprobarlo. En ese momento, hablé con el FBI y otras agencias para ver si lo estaban investigando, y no me dieron respuesta. La nota se publicó antes del Mundial. Volví a trabajar sobre otros temas. Y un año después, en el famoso día de los arrestos en Suiza, el caso explotó. Aquel hombre que yo había investigado había sido clave para delatar la trama de la corrupción en la FIFA.
Ken Bensinger lleva más de dos décadas como periodista profesional. Trabajó en The Wall Street Journal, Los Angeles Times y, desde 2014, en BuzzFeed News. Recibió el premio ASME National Magazine y el Premio Gerald Loeb por Distinguished Finance & Business Reporting, y fue finalista del Pulitzer en informes nacionales. Su libro Tarjeta Roja fue traducido a varios idiomas. "Pero no sé por qué no se publicó en la Argentina. En otros países de América Latina sí está a la venta", dice.
-¿Estabas al tanto de lo que sucedería esa mañana del 2015?
-Me agarró también de sorpresa. La noticia fue una bomba. Estados Unidos no es el país más futbolístico, pero el tema dominó la portadas de los diarios por meses. El deporte en general es casi como una religión en el mundo. Y ver este escándalo resultó un shock. Por eso repito. Más allá de la sorpresa, lo que hubo acá fue una revelacion. Hubo un poder judicial dispuesto a hacer algo.
-¿La investigación judicial se basó más en arrepentimientos que en otro tipo de evidencias, como documentos o transferencias bancarias?
-Sí, la Justicia en Estados Unidos depende mucho del concepto de la delación premiada. A cambio de delatar te otorgan un beneficio en la sentencia. No todos los países usan ese recurso... Y la verdad es que no hay mejor manera de desarmar un rompecabeza sin la ayuda de un arrepentido.
-¿Chuck Blazer fue entonces el mayor colaborador en el caso?
-Sí, Blazer colaboró un montón. Creo que fue el delator clave junto con el brasileño José Hawilla. En realidad, sin Blazer no hay FIFA Gate. Y sin Hawilla no se hubiera tocado el fútbol de Sudamérica. Hemos visto mucha corrupción en este caso, en Medio Oriente, Africa, Europa, pero donde más se ha avanzado, creo, fue en Sudamérica.
-Es decir que sin José Hawilla no hubieran habido involucrados argentinos.
-En un principio, no.
-¿Qué papel tuvo Julio Grondona en el reparto en esta trama de corrupción?
-Grondona tiene un rol central y gigantesco en todo el caso. En Sudamérica había un eje de poder de tres personas. De acuerdo a lo que se ve en el FIFA Gate, esas personas eran Grondona, Ricardo Teixeira y Nicolás Leoz. Según la mayoría de las conversaciones que he tenido y de lo que aportaron los testigos y arrepentidos, Grondona lideraba mucho. No sólo era la mano derecha de Blatter. Más allá de que manejaba pocos votos en la FIFA, tenia una agudeza y habilidad de manejar grupos muy importante.
-En el primer informe, la fiscal Loretta Lynch denuncia que "el presidente de la Federación Argentina" cobró 15 millones de dólares en sobornos. Pero luego nunca se lo nombra directamente.
-Porque Grondona murió un año antes de que comenzara el proceso. En Estados Unidos no se acusa a un muerto. Distinto es el caso de los involucrados que murieron durante el proceso. Por eso Grondona aparece en distintos momentos como la figura de Co-Conspirador. En la última presentación no hay dudas de que es el Co-Conspirador 1.
-Uno de los relatos del juicio que llamó mucho la atención en la Argentina fue que en el entierro de Grondona se acordó cómo seguiría el reparto de dinero y poder en Sudamérica.
-Es parte del testimonio de Alejandro Burzaco. Luego de la muerte de Grondona, hubo una disputa de poder. En ese momento estaba Figueredo en Conmebol. Y Napout quería su lugar. Además, había que dejar en claro cómo era y cómo se negociaría el reparto de dinero. Y cuánto recibía Grondona. Entre las entrevistas que hice de manera paralela, hablé con mucha gente que tiene experiencia en investigaciones. Y me decían que nadie representaba mejor el papel de gangster que Grondona.
-¿Por qué Alejandro Burzaco, quien admitió ante la Justicia haber pagado millones de sobornos a Grondona y a otros dirigentes, todavía no recibió sentencia?
-Los delatores no han recibido sentencia y es posible que tengan que esperar mucho más. En abril se anunciaron nuevos cargos en el caso. Uno de los cuales también es argentino: Hernán López. Entonces, como la investigación sigue abierta, Burzaco puede colaborar más. Mientras tanto, él está libre esperando la sentencia. En estos casos es común que la fiscalía envíe una carta al juez diciendo que fulano fue muy útil y que por lo tanto se solicita que se le dé el menor plazo posible.
-¿Qué diferencias o similitudes encuentras entre el FIFA Gate y otros grandes casos en los que se desarticularon grandes organizaciones criminales?
-En el FIFA Gate, que yo sepa, se robó mucho dinero para comprar sedes, derechos de televisión, marketing, pero no hubo asesinatos como en casos de narcos y mafias.
-¿Hoy la FIFA es más transparente?
-Creo que en Gianni Infantino vemos una persona muy parecida a Blatter. No veo que la FIFA sea más abierta o transparente que antes. Esto es una apreciación personal: le sigue interesando mucho la plata.