Casillas planifica su futuro lejos de la presidencia de la Federación
Oporto, OK Diario
Iker Casillas empieza a plantearse un futuro que no sea ser presidente de la Federación Española de Fútbol. El portero, que oficialmente no se ha retirado del fútbol, ha realizado diversos movimientos en las últimas fechas que dejan en evidencia que ocupar el asiento de Luis Rubiales no es algo prioritario.
El ex capitán del Real Madrid, en plena cuarentena, ha anunciado dos pasos que le distancian totalmente de su pretensión de dirigir la RFEF. El jugador anunció su fichaje por la Organización Mundial del Turismo como embajador del Turismo Sostenible y además se informó de que ha invertido en la start-up Idoven, cuyo objetivo es detectar a distancia problemas cardíacos entre los deportistas.
Estos dos anuncios, unido a que no ha movido nada para su candidatura durante el confinamiento, ponen en duda que Casillas tenga un real interés de hacerse con la presidencia de la Federación. El portero, además de sus nuevas ocupaciones, también trabaja como embajador en la Liga y es complicado que pueda encontrar el tiempo para conciliarlo todo.
Por otra parte, el jugador ha visto cómo el impulsor de su candidatura, su ex compañero David Aganzo, ha manchado el nombre de la Asociación Española de Futbolista por una acusación de cohecho. Casillas ha observado con cierto recelo las turbulencias vividas en la organización en las últimas semanas y cómo lo ha sufrido un amigo cercano como Fernando Morientes, quien quería también el puesto de presidente del sindicato de futbolistas.
Si ya de por sí la situación era complicada para Iker veremos si la paz temporal que vive Federación y Liga se traduce en una retirada del apoyo de los segundos a Casillas. En el mejor de los casos, el portero tendría el apoyo de la AFE si Aganzo sobrevive a la futura moción de censura y eso serían 13 votos de 140 de la Asamblea de la RFEF.
Nunca un presidente en vigencia ha perdido una reelección en la Federación de Fútbol y parece que Iker no ve posible hacer un milagro fuera de los terrenos de juego. Sus últimos movimientos delatan que quizá cuando se reinicie el proceso electoral en la RFEF haya un candidato menos en liza. A partir del 8 de junio, seguramente, tendremos la respuesta definitiva del portero.
Iker Casillas empieza a plantearse un futuro que no sea ser presidente de la Federación Española de Fútbol. El portero, que oficialmente no se ha retirado del fútbol, ha realizado diversos movimientos en las últimas fechas que dejan en evidencia que ocupar el asiento de Luis Rubiales no es algo prioritario.
El ex capitán del Real Madrid, en plena cuarentena, ha anunciado dos pasos que le distancian totalmente de su pretensión de dirigir la RFEF. El jugador anunció su fichaje por la Organización Mundial del Turismo como embajador del Turismo Sostenible y además se informó de que ha invertido en la start-up Idoven, cuyo objetivo es detectar a distancia problemas cardíacos entre los deportistas.
Estos dos anuncios, unido a que no ha movido nada para su candidatura durante el confinamiento, ponen en duda que Casillas tenga un real interés de hacerse con la presidencia de la Federación. El portero, además de sus nuevas ocupaciones, también trabaja como embajador en la Liga y es complicado que pueda encontrar el tiempo para conciliarlo todo.
Por otra parte, el jugador ha visto cómo el impulsor de su candidatura, su ex compañero David Aganzo, ha manchado el nombre de la Asociación Española de Futbolista por una acusación de cohecho. Casillas ha observado con cierto recelo las turbulencias vividas en la organización en las últimas semanas y cómo lo ha sufrido un amigo cercano como Fernando Morientes, quien quería también el puesto de presidente del sindicato de futbolistas.
Si ya de por sí la situación era complicada para Iker veremos si la paz temporal que vive Federación y Liga se traduce en una retirada del apoyo de los segundos a Casillas. En el mejor de los casos, el portero tendría el apoyo de la AFE si Aganzo sobrevive a la futura moción de censura y eso serían 13 votos de 140 de la Asamblea de la RFEF.
Nunca un presidente en vigencia ha perdido una reelección en la Federación de Fútbol y parece que Iker no ve posible hacer un milagro fuera de los terrenos de juego. Sus últimos movimientos delatan que quizá cuando se reinicie el proceso electoral en la RFEF haya un candidato menos en liza. A partir del 8 de junio, seguramente, tendremos la respuesta definitiva del portero.