Boca se mueve: el pedido de Russo a Riquelme
Se viene un mes de decisiones y por eso Miguel ya le hizo el primer encargo a Román: quiere retener a Zárate y a Soldano. Las razones y la situación de cada uno...
Olé
El ataque. El ataque fue un sello distintivo del Boca de Russo. Y al mismo tiempo, fue una marca que se contrapuso rápidamente con el ciclo Alfaro. El ataque, en ese sprint de siete fechas rumbo al campeonato, le dio al equipo 16 goles, un promedio de más de dos por partido (y si se cuenta Libertadores y Copa Superliga, 24 en 10). El ataque, su estructura tal y como estaba, es lo que Miguel desea conservar, lo que pidió a Riquelme y su consejo como una de las prioridades para lo que viene. Y eso, el ataque, además del caso Carlos Tevez, incluye las renovaciones de Mauro Zárate y de Franco Soldano.
Sí, el DT ya transmitió que los quiere a los dos. O que más bien, que los necesita a los dos. A uno, Soldano, para seguir acompañando a Tevez, porque si hay algo que demostró el ex Unión fue que su juego liberó al 10, lo ayudó, le fue funcional. De hecho, empezaron a jugar juntos en el partido contra Talleres, en Córdoba, y no se separaron más. Y al otro. Zárate, para tener un recambio de jerarquía para Carlitos, por si al ídolo le cuesta volver a los 36 de este parate sin precedentes (como en su momento le costó recuperar ritmo de competencia tras su poca actividad en el fútbol chino).
Por Mauro, además, Russo tiene un afecto especial: lo hizo goleador en Vélez a los 18 años y a los 33 sabe que es uno de los pocos que puede domar su carácter. Pero además, conoce sus condiciones. Las que todavía no terminó de explotar con continuidad vistiendo la azul y oro. Ni siquiera con él.
Para la vuelta a la actividad, entonces, y sobre todo si se disputa la fase de grupos de la Copa antes de que finalice el 2020, Miguel se la juega por quienes le dieron su segundo título en el club. Porque a Tevez, Zárate y Soldano, claro, hay que sumarles a Wanchope Ábila y Jan Hurtado, pero también la posibilidad de quedarse con Walter Bou y/o Mateo Retegui (ver aparte). Por eso, desde el consejo de fútbol van a comenzar las negociaciones para darle el gusto al técnico campeón: por un lado, irán por Carlitos y por otro, por Mauro y Franco.
En ese sentido, son dos situaciones bien distintas. Con Zárate se trata de una gestión mano a mano. Y con Soldano, todo depende de la voluntad de Olympiacos de Grecia, el club dueño de su pase. Pero en principio, en los primeros sondeos que pudo realizar Olé, hay muy buena predisposición de cada una de las partes para llegar a un acuerdo por la continuidad de ambos.
Por Soldano, el panorama es siguiente: el mes que viene se vence su préstamo con el club griego y su opción es impagable (cinco millones de euros). También lo sería renovar un préstamo en las condiciones en las que llegó al club a mitad del 2019: fue por 300.000 euros. Pero del lado del ex Unión existe toda la voluntad para seguir y ya lo hizo saber su representante. “Él está cómodo, contento y feliz. Su deseo de quedarse es prioridad. Existe la posibilidad de renovar el préstamo, no habría problemas”, dijo Hernán Rubiola. Eso es porque los griegos, en principio, no pondría grandes trabas: si la nueva cesión es accesible, Boca la pagará.
Por Mauro, todavía no hubo un contacto directo, pero eso ocurrirá ya en estos días. Su contrato también se vence ahora en junio. En realidad, él tenía una cláusula de renovación automática para seguir hasta el 2021, pero no cumplió los objetivos deportivos: debía jugar 45 minutos o más en el 50% de los partidos de la temporada y, por distintas lesiones que sufrió y su nivel irregular, sólo alcanzó el 27%. Por esa razón, el vínculo que ya tenía firmado y arreglado (incluso, con lo que iba a cobrar por un año más) quedó sin efecto.
Para seguir, entonces, habrá que negociar un nuevo vínculo, que ni por asomo será el que tenía como uno de los top del plantel. Si MZ acepta una rebaja sustancial (la oferta del club sería cercana a un tercio de lo que ganaba), el ex Vélez continuará. “Él quiere quedarse en Boca y ese deseo va más allá de lo económico. Si lo quieren, va a seguir. Lo demás se arregla”, aseguran desde su entorno.
La cuestión es que si bien aún no hay una fecha de regreso a la actividad, Boca empezó a calentar motores. El miércoles se conoció que dio de baja a Marcos Díaz, quien no seguirá en el club. Y ahora Russo realizó su primer pedido para el Boca que se viene: que el ataque siga siendo el mismo que fue...
Olé
El ataque. El ataque fue un sello distintivo del Boca de Russo. Y al mismo tiempo, fue una marca que se contrapuso rápidamente con el ciclo Alfaro. El ataque, en ese sprint de siete fechas rumbo al campeonato, le dio al equipo 16 goles, un promedio de más de dos por partido (y si se cuenta Libertadores y Copa Superliga, 24 en 10). El ataque, su estructura tal y como estaba, es lo que Miguel desea conservar, lo que pidió a Riquelme y su consejo como una de las prioridades para lo que viene. Y eso, el ataque, además del caso Carlos Tevez, incluye las renovaciones de Mauro Zárate y de Franco Soldano.
Sí, el DT ya transmitió que los quiere a los dos. O que más bien, que los necesita a los dos. A uno, Soldano, para seguir acompañando a Tevez, porque si hay algo que demostró el ex Unión fue que su juego liberó al 10, lo ayudó, le fue funcional. De hecho, empezaron a jugar juntos en el partido contra Talleres, en Córdoba, y no se separaron más. Y al otro. Zárate, para tener un recambio de jerarquía para Carlitos, por si al ídolo le cuesta volver a los 36 de este parate sin precedentes (como en su momento le costó recuperar ritmo de competencia tras su poca actividad en el fútbol chino).
Por Mauro, además, Russo tiene un afecto especial: lo hizo goleador en Vélez a los 18 años y a los 33 sabe que es uno de los pocos que puede domar su carácter. Pero además, conoce sus condiciones. Las que todavía no terminó de explotar con continuidad vistiendo la azul y oro. Ni siquiera con él.
Para la vuelta a la actividad, entonces, y sobre todo si se disputa la fase de grupos de la Copa antes de que finalice el 2020, Miguel se la juega por quienes le dieron su segundo título en el club. Porque a Tevez, Zárate y Soldano, claro, hay que sumarles a Wanchope Ábila y Jan Hurtado, pero también la posibilidad de quedarse con Walter Bou y/o Mateo Retegui (ver aparte). Por eso, desde el consejo de fútbol van a comenzar las negociaciones para darle el gusto al técnico campeón: por un lado, irán por Carlitos y por otro, por Mauro y Franco.
En ese sentido, son dos situaciones bien distintas. Con Zárate se trata de una gestión mano a mano. Y con Soldano, todo depende de la voluntad de Olympiacos de Grecia, el club dueño de su pase. Pero en principio, en los primeros sondeos que pudo realizar Olé, hay muy buena predisposición de cada una de las partes para llegar a un acuerdo por la continuidad de ambos.
Por Soldano, el panorama es siguiente: el mes que viene se vence su préstamo con el club griego y su opción es impagable (cinco millones de euros). También lo sería renovar un préstamo en las condiciones en las que llegó al club a mitad del 2019: fue por 300.000 euros. Pero del lado del ex Unión existe toda la voluntad para seguir y ya lo hizo saber su representante. “Él está cómodo, contento y feliz. Su deseo de quedarse es prioridad. Existe la posibilidad de renovar el préstamo, no habría problemas”, dijo Hernán Rubiola. Eso es porque los griegos, en principio, no pondría grandes trabas: si la nueva cesión es accesible, Boca la pagará.
Por Mauro, todavía no hubo un contacto directo, pero eso ocurrirá ya en estos días. Su contrato también se vence ahora en junio. En realidad, él tenía una cláusula de renovación automática para seguir hasta el 2021, pero no cumplió los objetivos deportivos: debía jugar 45 minutos o más en el 50% de los partidos de la temporada y, por distintas lesiones que sufrió y su nivel irregular, sólo alcanzó el 27%. Por esa razón, el vínculo que ya tenía firmado y arreglado (incluso, con lo que iba a cobrar por un año más) quedó sin efecto.
Para seguir, entonces, habrá que negociar un nuevo vínculo, que ni por asomo será el que tenía como uno de los top del plantel. Si MZ acepta una rebaja sustancial (la oferta del club sería cercana a un tercio de lo que ganaba), el ex Vélez continuará. “Él quiere quedarse en Boca y ese deseo va más allá de lo económico. Si lo quieren, va a seguir. Lo demás se arregla”, aseguran desde su entorno.
La cuestión es que si bien aún no hay una fecha de regreso a la actividad, Boca empezó a calentar motores. El miércoles se conoció que dio de baja a Marcos Díaz, quien no seguirá en el club. Y ahora Russo realizó su primer pedido para el Boca que se viene: que el ataque siga siendo el mismo que fue...