Una cachorrita dogo argentino es adoptada por un policía luego de ser atropellada y abandonada
La primera persona que la encontró en la calle, la levantó y la hizo curar. Luego, buscó al dueño en las redes sociales y al no aparecer, llevó al animal al Comando de la Policía. El resto de la historia te invitamos a leerla a continuación
Guider Arancibia Guillen
El Deber
Un policía adoptó a una cachorra de raza dogo argentino, de al menos seis meses de edad, que estaba herida y abandonada en la calle. El sargento primero Edwin Galarza la adoptó luego de que fuera entregada en el Comando por una mujer, que buscaba una persona de buen corazón que se la llevara con la condición de darle un trato humano.
La historia de esta perrita, de color blanco con negro y la cara pintada, empieza cuando el martes de la semana pasada, la ciudadana venezolana Desiré Riobo Coronado y su esposo Jonatan Arnez caminaban por el segundo anillo y avenida Centenario cuando de pronto vieron al animalito con raspaduras en el rostro y algunas heridas en otras partes del cuerpo. Se cree que un vehículo la atropelló, pero sus lesiones no eran de gravedad.
“En ese momento no sabíamos qué hacer pues nosotros estábamos a pie, de ida a hacer compras al supermercado porque ese día nos correspondía. Por suerte pasó un señor en su vehículo, nos trasladó con la perrita hasta un veterinario que la atendió. La cachorrita no tenía graves lesiones, eran solo raspaduras y la llevamos a mi casa”, dijo Riobo.
La tuvo una semana en su domicilio, difundió su foto en redes sociales y en ese tiempo no apareció el dueño. Como Riobo tiene varios perros en su casa, producto de la solidaridad que le caracteriza de recoger de la calle y darles buen trato, no tenía más espacio. Por eso acudió al Comando de la Policía para entregar a la perrita.
En el Comando los policías la llevaron hasta Bomberos para que allí se quede, pero tampoco había espacio y entonces no sabían qué hacer.
El policía Edwin Galarza, que presta servicio como conductor del comandante de la Policía, coronel José Enrique Terán, aceptó adoptarla. Este sábado último el policía Galarza llevó a la cachorra a su casa y ya es parte de su familia.
"La perrita rápido se está acostumbrando en mi casa. Hizo pronta amistad con otros perritos que tenemos y juega todo el tiempo, yo la adopté y estamos contentos”, dijo Galarza. La mascota ya tiene nombre y se llama Blanca.
La venezolana Desiré Riobo, que se encariñó de la mascota, se comunica a diario con el policía y recibe fotos de la cachorrita para saber cómo está. "Veo que la tratan súper bien y estoy contenta junto a mi esposo. Estaba perdida, abandonada y un poco herida y le hemos salvado”, concluyó Riobo.
Guider Arancibia Guillen
El Deber
Un policía adoptó a una cachorra de raza dogo argentino, de al menos seis meses de edad, que estaba herida y abandonada en la calle. El sargento primero Edwin Galarza la adoptó luego de que fuera entregada en el Comando por una mujer, que buscaba una persona de buen corazón que se la llevara con la condición de darle un trato humano.
La historia de esta perrita, de color blanco con negro y la cara pintada, empieza cuando el martes de la semana pasada, la ciudadana venezolana Desiré Riobo Coronado y su esposo Jonatan Arnez caminaban por el segundo anillo y avenida Centenario cuando de pronto vieron al animalito con raspaduras en el rostro y algunas heridas en otras partes del cuerpo. Se cree que un vehículo la atropelló, pero sus lesiones no eran de gravedad.
“En ese momento no sabíamos qué hacer pues nosotros estábamos a pie, de ida a hacer compras al supermercado porque ese día nos correspondía. Por suerte pasó un señor en su vehículo, nos trasladó con la perrita hasta un veterinario que la atendió. La cachorrita no tenía graves lesiones, eran solo raspaduras y la llevamos a mi casa”, dijo Riobo.
La tuvo una semana en su domicilio, difundió su foto en redes sociales y en ese tiempo no apareció el dueño. Como Riobo tiene varios perros en su casa, producto de la solidaridad que le caracteriza de recoger de la calle y darles buen trato, no tenía más espacio. Por eso acudió al Comando de la Policía para entregar a la perrita.
En el Comando los policías la llevaron hasta Bomberos para que allí se quede, pero tampoco había espacio y entonces no sabían qué hacer.
El policía Edwin Galarza, que presta servicio como conductor del comandante de la Policía, coronel José Enrique Terán, aceptó adoptarla. Este sábado último el policía Galarza llevó a la cachorra a su casa y ya es parte de su familia.
"La perrita rápido se está acostumbrando en mi casa. Hizo pronta amistad con otros perritos que tenemos y juega todo el tiempo, yo la adopté y estamos contentos”, dijo Galarza. La mascota ya tiene nombre y se llama Blanca.
La venezolana Desiré Riobo, que se encariñó de la mascota, se comunica a diario con el policía y recibe fotos de la cachorrita para saber cómo está. "Veo que la tratan súper bien y estoy contenta junto a mi esposo. Estaba perdida, abandonada y un poco herida y le hemos salvado”, concluyó Riobo.