Presidenta del Colegio de Enfermeras de Santa Cruz: "tenemos ocho enfermeras internadas con coronavirus"
La máxima cabeza de este ente colegiado critica que la población no sea responsable en su cuidado. Informó que en una red tienen 14 pacientes asintomáticos que no se quieren internar. Actualmente hay 2.250 enfermeras trabajando, pero en realidad deberían ser 3.825
Aida Maria Zuazo Dominguez
El Deber
Lleva tres décadas utilizando el mandil blanco de enfermera. Desce hace seis años, Leonor Flores, que comenzó cuidando enfermos de terapia intensiva, ahora preside el Colegio de Enfermeras de Santa Cruz.
Desde su trinchera cuestiona el manejo de la pandemia de coronavirus que, hasta hoy, se llevó la vida de dos colegas suyas y tiene a ocho internadas.
-¿Cuál es la situación actual de las enfermeras en Santa Cruz?
Esta situación está desnudando la realidad en la que nos desenvolvemos. El sector de enfermería, dentro de la escala salarial de salud, es el personal que tiene el salario más bajo y eso no puede ser, años y años venimos reclamando esta situación. Nos sentimos discriminadas porque no valoran nuestra profesión, quizás ahora con lo que está ocurriendo, las autoridades del Gobierno nacional se den cuenta.
El personal de enfermería está 24 horas con el paciente, sabemos de las necesidades, sé que no es época de pedir, pero estoy desnudando la realidad en la que nosotros nos desenvolvemos en esta batalla contra esta epidemia.
Ahora estamos más enfocadas en tener las condiciones para realizar nuestro trabajo. Nos estamos encontrando con ese muro tan fuerte que es el déficit que tenemos en recursos humanos, no puede ser que en esta época una licenciada tenga que atender entre 40 y 60 pacientes, como se ve en algunos establecimientos.
Una enfermera sigue atendiendo a cuatro o cinco pacientes delicados, porque el cálculo de enfermería se hace de acuerdo a los servicios, por ejemplo, para atender neonatos es una licenciada para estar con cada niño delicado en una unidad de neonatología y nosotros tenemos aquí barbaridades, cifras para sorprender a cualquiera. Una tiene que atender a cuatro o cinco en condiciones infrahumanas.
En caso de terapia, es una cada cuatro, en este momento por la crisis, están atendiendo una por cada cinco o seis pacientes, así no se puede, la sobrecarga laboral está destruyendo la salud física y mental de las enfermeras, esto es insostenible, no sabemos qué vamos a hacer.
Sufrimos con el paciente, parecería que la enfermera es dura o como nos dicen, que somos aburridas, pero es el estrés por no poder cumplir con nuestra obligación.
-¿Cuántas enfermeras hay en Santa Cruz?
Hay un aproximado de 2.250 enfermeras trabajando y lo que necesitamos mínimo para la capacidad instalada de hospitales son 3.895 licenciadas. De esto, el 64% no tiene ítem, la mayoría son contratos. El ítem nos garantiza un trabajo estable y no estar pensando cada año si van a renovar o no el contrato. Eso pasa en la mayoría de los hospitales de primer y segundo nivel.
Ahora estamos muy preocupadas, si bien el problema es de años porque no solo expone nuestra estabilidad emocional, sino también la vida.
-Se ha reportado hasta ahora el fallecimiento de dos enfermeras.
Lo recibimos con el mayor dolor, primero como ser humano y luego porque fueron nuestras colegas.
Estamos muy preocupadas, se están extremando las solicitudes de que se dote de cantidad suficiente de enfermeras y de los insumos adecuados, oportunos y correctos. Ya hicimos nuestra queja al colegio nacional y al Concejo Internacional de Enfermería.
Si bien el Gobierno nos ha ido dotando de enfermeras, pero es una cantidad mínima, hasta ahora habrán dado unos 40 o 50 ítems, eso no es óptimo.
-¿Cómo están trabajando las enfermeras en los centros de referencia de Covid-19?
En lo que es Remanso sí tienen equipos de protección para poder trabajar, son unos buzos, que no son los adecuados, pero se los ponen una sola vez y no pueden sacárselo en todo el turno, no pueden ir ni al baño, ¿quién va a aguantar 12 horas?
En el Hospital Pampa de la Isla la situación es desesperante porque no era para Covid-19 y lo están readecuando. La Unidad de Cuidado Intermedios LA están refaccionando, falta personal, equipos de protección y ellas se sienten frustradas.
-Sicológicamente ¿cómo están ellas?
Están mal porque tienen temor y es comprensible. Estamos recibiendo apoyo, pero no es suficiente. El Colegio de Sicólogos se ha ofrecido para ayudar, igual nosotros, a través de Zoom, hablamos con ellas para hacer la contención emocional de ellas mismas y los pacientes.
Tenemos enfermeras internadas también como pacientes y nos dicen que es realmente grave, porque con esta enfermedad solo entran a tomarles sus signos vitales o a ayudarles en la alimentación, entonces se sienten aisladas.
-Entonces, ¿hay más enfermeras contagiadas?
Ese es el otro problema, tenemos contabilizadas a ocho enfermeras internadas con Covid-19 y otras en cuarentena que han sido contactos de pacientes positivos. Tenemos situaciones bien delicadas, como una que está en el Centro Ana Medina, su esposo en el San Juan de Dios y su bebé en el Hospital de Niños.
Otra cosa es que ya no hay espacios para internar. Ana Medina puede ser que reciba, porque tiene espacio para 200 personas, pero los otros hospitales para pacientes que requieran mayor observación, no hay.
Tenemos solo en una red a 14 pacientes asintomáticos por internar que son positivos y un gran porcentaje no quiere ser internado, incluso los hacemos firmar un documento que tenemos. Lo peor que hacen es la irresponsabilidad de que cuando se quedan en su casa no cumplen con las medidas de bioseguridad, andan sin barbijos, salen a las calle, algunos venden sus productos en las rotondas y no hacen caso, entonces, la población confiada va a su rotonda y ahí se contagia.
Hemos pedido a las autoridades que haya una sanción para aquellos pacientes que no cumplen con su aislamiento.
Si la gente no hace caso no sirve de nada lo que estamos haciendo. No entienden, se les habla personalmente, no les interesa, andan en sus casas sin barbijos, por eso se los obliga a internarlos, pero se resisten.
Aida Maria Zuazo Dominguez
El Deber
Lleva tres décadas utilizando el mandil blanco de enfermera. Desce hace seis años, Leonor Flores, que comenzó cuidando enfermos de terapia intensiva, ahora preside el Colegio de Enfermeras de Santa Cruz.
Desde su trinchera cuestiona el manejo de la pandemia de coronavirus que, hasta hoy, se llevó la vida de dos colegas suyas y tiene a ocho internadas.
-¿Cuál es la situación actual de las enfermeras en Santa Cruz?
Esta situación está desnudando la realidad en la que nos desenvolvemos. El sector de enfermería, dentro de la escala salarial de salud, es el personal que tiene el salario más bajo y eso no puede ser, años y años venimos reclamando esta situación. Nos sentimos discriminadas porque no valoran nuestra profesión, quizás ahora con lo que está ocurriendo, las autoridades del Gobierno nacional se den cuenta.
El personal de enfermería está 24 horas con el paciente, sabemos de las necesidades, sé que no es época de pedir, pero estoy desnudando la realidad en la que nosotros nos desenvolvemos en esta batalla contra esta epidemia.
Ahora estamos más enfocadas en tener las condiciones para realizar nuestro trabajo. Nos estamos encontrando con ese muro tan fuerte que es el déficit que tenemos en recursos humanos, no puede ser que en esta época una licenciada tenga que atender entre 40 y 60 pacientes, como se ve en algunos establecimientos.
Una enfermera sigue atendiendo a cuatro o cinco pacientes delicados, porque el cálculo de enfermería se hace de acuerdo a los servicios, por ejemplo, para atender neonatos es una licenciada para estar con cada niño delicado en una unidad de neonatología y nosotros tenemos aquí barbaridades, cifras para sorprender a cualquiera. Una tiene que atender a cuatro o cinco en condiciones infrahumanas.
En caso de terapia, es una cada cuatro, en este momento por la crisis, están atendiendo una por cada cinco o seis pacientes, así no se puede, la sobrecarga laboral está destruyendo la salud física y mental de las enfermeras, esto es insostenible, no sabemos qué vamos a hacer.
Sufrimos con el paciente, parecería que la enfermera es dura o como nos dicen, que somos aburridas, pero es el estrés por no poder cumplir con nuestra obligación.
-¿Cuántas enfermeras hay en Santa Cruz?
Hay un aproximado de 2.250 enfermeras trabajando y lo que necesitamos mínimo para la capacidad instalada de hospitales son 3.895 licenciadas. De esto, el 64% no tiene ítem, la mayoría son contratos. El ítem nos garantiza un trabajo estable y no estar pensando cada año si van a renovar o no el contrato. Eso pasa en la mayoría de los hospitales de primer y segundo nivel.
Ahora estamos muy preocupadas, si bien el problema es de años porque no solo expone nuestra estabilidad emocional, sino también la vida.
-Se ha reportado hasta ahora el fallecimiento de dos enfermeras.
Lo recibimos con el mayor dolor, primero como ser humano y luego porque fueron nuestras colegas.
Estamos muy preocupadas, se están extremando las solicitudes de que se dote de cantidad suficiente de enfermeras y de los insumos adecuados, oportunos y correctos. Ya hicimos nuestra queja al colegio nacional y al Concejo Internacional de Enfermería.
Si bien el Gobierno nos ha ido dotando de enfermeras, pero es una cantidad mínima, hasta ahora habrán dado unos 40 o 50 ítems, eso no es óptimo.
-¿Cómo están trabajando las enfermeras en los centros de referencia de Covid-19?
En lo que es Remanso sí tienen equipos de protección para poder trabajar, son unos buzos, que no son los adecuados, pero se los ponen una sola vez y no pueden sacárselo en todo el turno, no pueden ir ni al baño, ¿quién va a aguantar 12 horas?
En el Hospital Pampa de la Isla la situación es desesperante porque no era para Covid-19 y lo están readecuando. La Unidad de Cuidado Intermedios LA están refaccionando, falta personal, equipos de protección y ellas se sienten frustradas.
-Sicológicamente ¿cómo están ellas?
Están mal porque tienen temor y es comprensible. Estamos recibiendo apoyo, pero no es suficiente. El Colegio de Sicólogos se ha ofrecido para ayudar, igual nosotros, a través de Zoom, hablamos con ellas para hacer la contención emocional de ellas mismas y los pacientes.
Tenemos enfermeras internadas también como pacientes y nos dicen que es realmente grave, porque con esta enfermedad solo entran a tomarles sus signos vitales o a ayudarles en la alimentación, entonces se sienten aisladas.
-Entonces, ¿hay más enfermeras contagiadas?
Ese es el otro problema, tenemos contabilizadas a ocho enfermeras internadas con Covid-19 y otras en cuarentena que han sido contactos de pacientes positivos. Tenemos situaciones bien delicadas, como una que está en el Centro Ana Medina, su esposo en el San Juan de Dios y su bebé en el Hospital de Niños.
Otra cosa es que ya no hay espacios para internar. Ana Medina puede ser que reciba, porque tiene espacio para 200 personas, pero los otros hospitales para pacientes que requieran mayor observación, no hay.
Tenemos solo en una red a 14 pacientes asintomáticos por internar que son positivos y un gran porcentaje no quiere ser internado, incluso los hacemos firmar un documento que tenemos. Lo peor que hacen es la irresponsabilidad de que cuando se quedan en su casa no cumplen con las medidas de bioseguridad, andan sin barbijos, salen a las calle, algunos venden sus productos en las rotondas y no hacen caso, entonces, la población confiada va a su rotonda y ahí se contagia.
Hemos pedido a las autoridades que haya una sanción para aquellos pacientes que no cumplen con su aislamiento.
Si la gente no hace caso no sirve de nada lo que estamos haciendo. No entienden, se les habla personalmente, no les interesa, andan en sus casas sin barbijos, por eso se los obliga a internarlos, pero se resisten.