“No venga, aquí no hay nada bonito”: Con ingenio la Llajta se cuida del virus

Cochabamba, Los Tiempos
Disciplina sindical, señalética en los pisos, aislamiento forzoso a migrantes y viajeros del interior, cámaras de desinfección, lavamanos portátiles, control en las trancas y carreteras, mercados móviles, cierre de carreteras y accesos principales son algunas medidas creativas, novedosas y forzosas que los pueblos de Cochabamba aplican para frenar la propagación del Covid-19.

El cumplimiento de la cuarentena ha despertado la solidaridad de sus habitantes: vecinos que preparan almuerzo y refrigerio para los militares y policías; empresas que realizan donaciones; vecinos, funcionarios y agentes del orden que atienden a personas de la tercera edad y autoridades que donan parte de su salario para destinarlo a la lucha contra el virus mortal.

Actualmente, Cochabamba es la segunda región con más casos positivos de coronavirus después de Santa Cruz. El departamento superó la veintena de personas infectadas y el virus está presente en seis municipios: Cercado, Santivañez, Cliza, Omereque, Sacaba y Chimoré, mientras que otros 11 reportaron casos sospechosos.

La llegada del coronavirus a Cochabamba no solo alarmó a sus habitantes, sino que movilizó a los dirigentes para que asuman medidas preventivas antes que el virus ingrese a sus comunidades considerando que sus ingresos son limitados y que la mayoría de los municipios alejados sólo cuentan con centros de salud y no así con hospitales, equipos ni personal médico especializado.

Multas y varazos


“Se presentó una caso (en un vehículo) que vino de Santa Cruz, pasó por Valle Grande. Rompió la tranca del puente del Espinal causando posibles lesiones al puente. Sacó la tranca de Conchulaguna exponiendo la salud de todos del lugar. Tenía un acompañante vestido de militar sin serlo. Les multamos y se le dio dos varazos y se les pidió que retornen a sus municipio”, publicó el alcalde de Pasorapa, Jaime Mendieta, en su cuenta de Facebook.

En las imágenes de la misma publicación se ve al burgomaestre y a un policía con varas en las manos realizando controles. Esta medida coercitiva fue puesta a consideración de las comunidades; mientras que los comentarios no se dejaron esperar. Unos apoyaban la disciplina sindical y otros la rechazaban.

Pasorapa está a más de 300 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, es una zona ganadera y la mayoría de sus habitantes son de la tercera edad. Han decidido el cierre de sus accesos principales para proteger del virus a su gente.

“Si están pensando viajar estos días evite conocer Pasorapa. Aquí no hay nada bonito, vivimos en el monte, no hay agua potable, somos picados por víboras venenosas y nos atacan los leones (…). En la noche sale la viuda y se los lleva (a los turistas) y los duendes duermen en las bancas de la plaza del cementerio (…). Ahhh y no hay papel higiénico y los murciélagos están bravísimos”, dice otra publicación irónica y graciosa dirigida a los turistas para que se abstengan de visitar ese pueblo.

Control sindical en el Chapare


El poder y organización sindical en el Chapare es primordial en la lucha contra el coronavirus, son el “brazo derecho” de las Fuerzas Armadas para el cumplimiento de las medidas y normas preventivas.

“En mi sindicato un vehículo de los dirigentes salen con megáfono casi todas las noches para que no salgamos de casa. No dicen que habrá sanciones, pero nada raro que apliquen multas”, dijo Julieta, vecina de Villa Tunari.

Los dirigentes y personal médico de San Gabriel en Villa Tunari habilitaron un punto de control donde realizan la medición de la temperatura. Si detectan algún caso sospechoso tienen la instrucción de aislarlos y activar los protocolos sanitarios.

En el municipio de Chimoré, donde se registró el primer caso positivo en Cochabamba, los soldados e instructores del Comando Estratégico Operacional, con carteles en mano, realizan campañas de concientización en plena carretera en la zona Las Cabañas.

Fue la primera región en cerrar la carretera que une a Cochabamba y Santa Cruz y las principales vías de acceso. “Se ha tomado la decisión de cerrar nuestras dos vías troncales del municipio de Chimoré porque en vano hacemos la cuarentena si por nuestras vías entran y sale gente que no sabemos de qué lugares son”, afirmó Nancy miembro de la Federación de Juntas Vecinales.

Días después los demás municipios del trópico también cerraron la carretera, reforzaron los controles a los vehículos y solo permiten la circulación de camiones con alimentos. Armaron barricadas de tierra y piedras para impedir la circulación.


En Bulo Bulo se implementó un control estricto en la vía principal a esa región. Los dirigentes, personal médico y militares tienen la instrucción que cualquier persona que síntomas del coronavirus tiene prohibido el ingreso, según Trópico Al Día.

En Ivirgarzama, el mercado central Abasto, los jóvenes de la Central Única regalaron barbijos a los comerciantes y a las personas que se abastecían alimentos. “Nosotros, los jóvenes del trópico hemos tomado conciencia del coronavirus. Hemos traído alrededor de mil barbijos para regalarlos”, dijo a Kausachun Coca Franco Barrientos, uno de los líderes de la iniciativa.

En casi todos los mercados del Chapare habilitaron lavamanos portátiles. Es una norma que cada cliente se vale con agua y detergente antes de efectuar sus comprar.

En algunas comunidades del Trópico aún se analiza la posibilidad de aplicar el trabajo comunitario a aquellas personas que rompan el aislamiento obligatorio. Limpiar los espacios públicos, preparar refrigerios y colaborar en el control son algunos de los “castigos”. Pero, debido a que estas medidas podrían contribuir a la propagación del virus es que aún no fue aplicada, informaron desde la Federación de Juntas Vecinales.

Valle Alto prioriza la desinfección

Punata fue el primer municipio del Valle Alto en habilitar cámaras de desinfección en su mercado principal. Los policías municipales habilitaron un solo ingreso y cada persona debe seguir unos pasos antes de realizar sus compras: hacer fila a un metro de distancia, el lavado de las plantas de los calzados y luego la fumigación manualmente o en las cámaras de desinfección.


Casi todas las regiones del Valle Alto aplican este mecanismo, mientras que las demás localidades del Valle Bajo, del Chapare y el Cono Sur lo van replicando de acuerdo a sus posibilidades económicas.

Cliza, conocida como la tierra del pichón y granero de Bolivia, tiene un caso positivo. Se trata de un hombre que viajó al Plan 3.000 de Santa Cruz y fue allí donde contrajo el virus. Desde esa noticia, el municipio impuso con más rigurosidad las medidas preventivas. Suspendieron la feria central de los domingos y compraron un lote significativo para la desinfección de los lugares públicos y de las comunidades.

“Lo mejor que pueden hacer es no salir de sus casas. En la calle puede haber gente que es portador y no lo sabe”, recomendó el alcalde de Cliza, Walker Illanes.

Mientras dure la cuarentena, los policías de Cliza y funcionarios municipales tienen la tarea de colaborar y brindar asistencia a los ancianos y personas con discapacidad para que cobren la Renta Dignidad, en la compra de alimentos u otras necesidades.

Señalética preventiva

En Aiquile, municipio del Cono Sur, el grupo de jóvenes Los Chatos pintaron círculos en los pisos, en las aceras y asfalto de los lugares y zonas concurridas por donde los vecinos y comunarios efectúan sus compras. La finalidad de estas figuras es que las personas hagan fila respetando el metro de distancia para evitar contagios.


En el mercado central del Distrito 2 de Tolata también pintaron figuras en el piso como medida de bioseguridad, pero la distancia es de dos metros. “Tenemos que tomar conciencia de la grave situación sanitaria que vive Cochabamba y otras regiones. No por nuestra irresponsabilidad podemos contagiar a nuestros hermanos”, afirmó el alcalde Tolata, Walter Vargas, a Boliviaprensa.

Los matrimonios, fiestas religiosas, actos culturales y otros están prohibidas en esa región valluna.

Donación de salarios

El concejal por el municipio de Cercado, Sergio Rodríguez, donó 10 mil bolivianos para la producción de mil máscaras faciales lavables biodegradables “cuyo diseño está aprobado por el Colegio Médico. Se producirá en Cochabamba para entregar gratis al 100% del personal que trabaja en más de 30 establecimiento de salud”, publicó en su cuenta de Facebook.

Similar iniciativa la tuvo el alcalde Quillacollo, Héctor Montaño, quien donó 10 mil bolivianos de su salario. Los secretarios y directores se sumaron a la medida y entre todos recaudaron 48 mil bolivianos que serán destinados a la compra de alimentos e insumos para los más pobres de ese municipio.

Las regiones del eje metropolitano también aplican medidas preventivas, pero debido a que concentran un mayor número de habitantes, la aglomeración de gente -sobre todo en los mercados y en las entidades financieras- hace difícil el control para los policías y militares. Pese a contar con hospitales de primer, segundo y tercer nivel, también posee limitaciones en equipos y personal médico.

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