La economía boliviana creció un 2,2% en 2019, según el INE
Un reporte estatal exhibe que el sector agropecuario es el que registra mejor posicionamiento con un 5,3% de crecimiento. Mientras los grandes perdedores son la industria hidrocarburífera y minera; decrecieron un 10,31% y un 2,04%, respectivamente
Alvaro Rosales Melgar
El Deber
En 2019, la economía boliviana creció un 2,2%. Así lo resume un informe del instituto Nacional de Estadística (INE) que exhibe que la tasa de crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) superó a las cifras registradas en 2018. En valor significa Bs 49.256 millones frente a los Bs 48.188 millones entre ambas gestiones mencionadas.
La muestra del INE difiere de las estimaciones proyectadas por organismos internacionales y la propia administración del anterior Gobierno liderado por Evo Morales, en este último caso se había fijado un crecimiento cercano al 4,5%.
El sector que registra un mejor posicionamiento y mayor incidencia es el agropecuario con una contribución de 0,66% y un crecimiento de 5,30%. En los últimos meses, las inversiones y apuestas por estas esferas se ha visto dinamizada, especialmente desde Santa Cruz. Los actores del sector consideran que estas dinámicas serán claves para oxigenar la economía nacional.
En días pasados, el vicepresidente de la firma Interagro, Eduardo Nostas, manifestó que en el futuro será clave rediseñar el esquema productivo y apoyarlo en la base agroindustrial, tomando en cuenta que se debe dar un giro y dejar de lado las políticas extractivas para dar lugar a energías renovables (entre ellas el impulso de biocombustibles, por ejemplo), tomando en cuenta el dinamismo y fuentes de empleo que se pueden generar.
Y respecto al tema extractivo, la otra cara de la moneda es representada por la industria hidrocarburífera (principalmente petróleo crudo y gas natural), la peor posicionada en la lista del INE y que registra un decrecimiento del 10,31%.
Por estas fechas, en 2019 el reporte y análisis del INE resaltaba el efecto de la exportación del gas y los hidrocarburos en el crecimiento del PIB del país. Pese a que en 2018 registró un crecimiento del 4,22%, analistas económicos criticaron la dependencia de la economía nacional en este sector, que se ha visto golpeado por la caída de los precios del petróleo y el tema de contratos con países vecinos, Brasil y Argentina, los principales mercados.
Por otro lado, los servicios de establecimientos financieros (4,41% y uno de los principales soportes en la coyuntura que atraviesa el país), comunicaciones (4,27%) y servicios de administración pública (4,13%) ocupan el resto de lugares privilegiados.
Mientras tanto, otros lugares menos favorecidos se muestran los sectores de transporte y almacenamiento (0,99%), la construcción (1,91%) y la industria energética (2,83%). Pese a que registran cifras positivas, los actores de este sector reconocen que faltan incentivos y políticas que favorezcan al desarrollo.
Por ejemplo, el sector de la construcción, en otros años fue uno de los más favorecidos (llegó a crecer por encima del 10% en el anterior lustro) y hoy el 'virus' de la desaceleración lleva a esta área a un escenario complejo, ya que hay aspectos que urgen ser resueltos: pago de planillas por el avance de obras públicas, tema normativo, factor impositivo y prioridad para acceder a proyectos (empresas nacionales).
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Si bien los ministerios de Economía y de Planificación además del Banco Central de Bolivia, proyectaron en el Programa Fiscal Financiero 2020 que el crecimiento de la economía nacional alcanzaría un 3,5%, con el nuevo escenario que enfrenta el país (marcado por el coronavirus y la caída de los precios del petróleo) se prevé que la cifra sea menor.
El ministro de Economía, José Luis Parada, declaró a EL DEBER que tales proyecciones se verán disminuidas por lo que ocurre tanto a escala nacional e internacional, pero que el equipo económico está trabajando sobre este tema y en dar una respuesta para contrarrestar los efectos del coronavirus en el tema económico.
"El gasto público ha disminuido bastante porque las cosas superfluas y los proyectos no relacionados con la emergencia han sido postergados. Por otro lado, en cinco años, en los meses de enero y febrero (de 2020) se registró una balanza comercial positiva y eso significa que las importaciones deben controlarse un poco más y trabajar en el impulso de las exportaciones", resaltó la autoridad, sin dar más detalles.
Alvaro Rosales Melgar
El Deber
En 2019, la economía boliviana creció un 2,2%. Así lo resume un informe del instituto Nacional de Estadística (INE) que exhibe que la tasa de crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) superó a las cifras registradas en 2018. En valor significa Bs 49.256 millones frente a los Bs 48.188 millones entre ambas gestiones mencionadas.
La muestra del INE difiere de las estimaciones proyectadas por organismos internacionales y la propia administración del anterior Gobierno liderado por Evo Morales, en este último caso se había fijado un crecimiento cercano al 4,5%.
El sector que registra un mejor posicionamiento y mayor incidencia es el agropecuario con una contribución de 0,66% y un crecimiento de 5,30%. En los últimos meses, las inversiones y apuestas por estas esferas se ha visto dinamizada, especialmente desde Santa Cruz. Los actores del sector consideran que estas dinámicas serán claves para oxigenar la economía nacional.
En días pasados, el vicepresidente de la firma Interagro, Eduardo Nostas, manifestó que en el futuro será clave rediseñar el esquema productivo y apoyarlo en la base agroindustrial, tomando en cuenta que se debe dar un giro y dejar de lado las políticas extractivas para dar lugar a energías renovables (entre ellas el impulso de biocombustibles, por ejemplo), tomando en cuenta el dinamismo y fuentes de empleo que se pueden generar.
Y respecto al tema extractivo, la otra cara de la moneda es representada por la industria hidrocarburífera (principalmente petróleo crudo y gas natural), la peor posicionada en la lista del INE y que registra un decrecimiento del 10,31%.
Por estas fechas, en 2019 el reporte y análisis del INE resaltaba el efecto de la exportación del gas y los hidrocarburos en el crecimiento del PIB del país. Pese a que en 2018 registró un crecimiento del 4,22%, analistas económicos criticaron la dependencia de la economía nacional en este sector, que se ha visto golpeado por la caída de los precios del petróleo y el tema de contratos con países vecinos, Brasil y Argentina, los principales mercados.
Por otro lado, los servicios de establecimientos financieros (4,41% y uno de los principales soportes en la coyuntura que atraviesa el país), comunicaciones (4,27%) y servicios de administración pública (4,13%) ocupan el resto de lugares privilegiados.
Mientras tanto, otros lugares menos favorecidos se muestran los sectores de transporte y almacenamiento (0,99%), la construcción (1,91%) y la industria energética (2,83%). Pese a que registran cifras positivas, los actores de este sector reconocen que faltan incentivos y políticas que favorezcan al desarrollo.
Por ejemplo, el sector de la construcción, en otros años fue uno de los más favorecidos (llegó a crecer por encima del 10% en el anterior lustro) y hoy el 'virus' de la desaceleración lleva a esta área a un escenario complejo, ya que hay aspectos que urgen ser resueltos: pago de planillas por el avance de obras públicas, tema normativo, factor impositivo y prioridad para acceder a proyectos (empresas nacionales).
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