Iker Casillas: “Durante un tiempo tenía miedo de caminar y dormir"

Oporto, El País
Hace casi un año que Iker Casillas, portero en la filas del Oporto, sufrió un infarto que le apartó de la competición y que hizo temer por su vida. Su rápida recuperación física no ha significado que, psicológicamente, Casillas no haya tenido sus temores, sus miedos que afrontar. Ahora da cuenta de algunos de ellos en una conversación que ha tenido con el exfutbolista Míchel, que desde hace casi un año es el entrenador de los Pumas, en México.



En la charla el deportista, que cumplirá 39 años en un mes, confesaba que ve complicado regresar de forma activa a los terrenos de juego. “Volver a jugar creo que va a ser difícil. Hace un mes y medio, justo antes de la pandemia, estuve con el doctor en la ciudad deportiva del Oporto, me vieron que estaba bien, me hicieron una prueba de esfuerzo y quedamos para repetirla en abril pero no ha podido ser por esto”, aseguró. El coronavirus también ha frenado su carrera para llegar a lo más algo de la Federación Española de Fútbol. “Quiero presentarme a la presidencia de la Federación, pero lo bueno es acabar con la pandemia. Yo sigo adelante, pero no es lo importante ahora”, reflexionaba.

Además, Casillas desgranó algunas de las situaciones a las que se enfrentó tras el infarto, como su primera prueba de esfuerzo. “Ahora no tengo inseguridad. Al principio estaba más acongojado y con más nervios. Recuerdo la primera prueba en España que casi me vengo abajo, me desmayé. Era a las tres semanas y fui un inconsciente”, recordaba. También explicó los miedos que lo acongojaban las primeras semanas y como estuvo “triste durante aproximadamente un mes". Asegura que tenía miedo “de caminar, dormir y hacer algún esfuerzo físico. Era imposible. Ahora no estoy preocupado, me siento bien. Pero también tengo mucha medicación que me hace sentir bien”.
El guardameta también se refirió a sus dos hijos, Martín, de seis años, y Lucas, de tres y medio, fruto de su unión con la periodista Sara Carbonero. “No, que estudien, que sean lo que quieran", hablaba sobre sus posibles futuras carreras deportivas. "Me da miedo que tengan ese fracaso y tienes que estar muy fuerte”.
Carbonero, Casillas y sus dos hijos viven en Oporto desde hace casi cinco años, donde la ciudad y el equipo de fútbol les han acogido con cariño. “Buen club, igual que el Benfica, el Oporto es un club maravilloso. Y además el trato que te dan”, decía Míchel sobre esta última etapa en la trayectoria deportiva de Casillas. “Estoy convencido de que cuando definitivamente dejes de jugar vas a querer seguir allí, en esa ciudad, con esa gente”, afirmaba el técnico, algo que el portero no negaba.
Míchel también sugirió que el Real Madrid, equipo que vio nacer a Casillas y en el que militó durante años, debía tener un gesto con él. “Espero que el Madrid te haga un homenaje. Yo iré”, le dijo el entrenador de los Pumas y exmadridista, a lo que Casillas se rió. “Un homenaje a todos, que la gente ha crecido con muchos", le quitaba hierro Casillas.
Además, el técnico ahora asentado en México recordó cómo habían estado “mucho tiempo en el mismo club” y desgranó una anécdota. “Recuerdo a un niño con jersey verde de portero con una franja en el pecho", explicaba. "Íbamos a salir al terreno de juego porque habíamos sido campeones y estaban todas las categorías inferiores. Iker, con 13 años, se me quedó mirando y me dice: ‘Vamos, Michel, acelera, que ya estás viejo’”, dijo Míchel. Iker terminó de cuadrar la anécdota entre risas: “Te diste la vuelta y me miraste mal. No voy a decir lo que me dijiste... pero poco más y tengo que salir corriendo”.

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