El tráfico internacional de drogas en tiempos de coronavirus
Con la paralización del transporte aéreo, la caída del transporte de carga, el cierre de las fronteras y el confinamiento de las poblaciones, es más complicado fabricar, transportar y vender drogas. Por lo que los traficantes han tenido que innovar
Agencia AFP
Sobrevivir económicamente a una crisis supone ser creativo y precavido. Una regla que se aplica también a los traficantes de drogas de todo el mundo, bajo presión por la pandemia del nuevo coronavirus.
Con la paralización del transporte aéreo, la caída del transporte de carga, el cierre de las fronteras y el confinamiento de las poblaciones, es más complicado fabricar, transportar y vender drogas. Por lo que los traficantes han tenido que innovar.
A principios de mes, dos empleados de un hospital público fueron arrestados en Honduras por transportar 300 paquetes de marihuana en una ambulancia con la que burlaban las restricciones de circulación impuestas por el coronavirus.
Pero más allá de estas prácticas artesanales, los expertos pronostican el advenimiento de nuevas tecnologías en el tráfico internacional de drogas.
La crisis sanitaria "va a promover la automatización, los drones y los submarinos en el negocio de la droga", afirma Vanda Feldab-Brown, especialista en tráfico de ilícitos de la Brookings Institution, un centro de reflexión estadounidense.
En los años 2000 un cartel colombiano compró un semisumergible en Sri Lanka a la rebelión independentista de los Tigres Tamiles, que lo utilizaban con fines militares. Más recientemente, los colombianos fabricaron uno ellos mismos.
"En unos 15 años podremos ver vehículos marinos no tripulados transportando cantidades significativas", asegura Feldab-Brown.
Varios indicadores muestran que los traficantes están bajo presión.
Según varias fuentes contactadas por la AFP, los precios están subiendo y la pureza está bajando. Para evitar incautaciones, robos por parte de una organización rival o incluso la caducidad del producto, los traficantes tienen pocas reservas, pero podrían aguantar unas semanas.
A principios de abril, Bélgica detectó que los traficantes de cocaína en Sudamérica "llenaban lo más posible los contenedores" para prepararse para una caída del tráfico a Europa por el nuevo coronavirus.
La gran pregunta ahora es cuánto tiempo va a durar la crisis, pero no hay duda de que los traficantes de todas partes del mundo, sobre todo productores, personal logístico, y vendedores al por mayor y menos, tendrán que adaptarse.
Los cárteles mexicanos han buscado proveedores alternativos, indios sobre todo, según Carlos Rodríguez Ulloa, analista de seguridad del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE) en México. "Se va a dar una sustitución, que ya se estaba dando pero que se va a potenciar", estima.
¿Puede la crisis redibujar el mapa geopolítico de las drogas? Los traficantes controlan territorios bien definidos, a veces muy pequeños, y es posible que el coronavirus no los incentivará a globalizar su actividad.
Pero habrá ganadores y perdedores en esta crisis. "Así como la enfermedad mata a la gente más frágil, lo mismo pasará con los grupos criminales. Los que tienen menos reservas financieras podrían perder mercado o ir a la quiebra", dice Vanda Feldab-Brown.
Las verdaderas víctimas serán los que están más abajo, los pequeños traficantes. Sin mencionar a los drogadictos, que se pondrán en peligro al lanzarse sobre el primer sustituto que llegue al mercado.
"Lo más preocupante es el riesgo de seguridad", estima el especialista francés David Weinberger. "Va a haber un aumento del empobrecimiento de las personas más frágiles y, por lo tanto, problemas de violencia si la crisis continúa", dijo a la AFP.
Agencia AFP
Sobrevivir económicamente a una crisis supone ser creativo y precavido. Una regla que se aplica también a los traficantes de drogas de todo el mundo, bajo presión por la pandemia del nuevo coronavirus.
Con la paralización del transporte aéreo, la caída del transporte de carga, el cierre de las fronteras y el confinamiento de las poblaciones, es más complicado fabricar, transportar y vender drogas. Por lo que los traficantes han tenido que innovar.
A principios de mes, dos empleados de un hospital público fueron arrestados en Honduras por transportar 300 paquetes de marihuana en una ambulancia con la que burlaban las restricciones de circulación impuestas por el coronavirus.
Pero más allá de estas prácticas artesanales, los expertos pronostican el advenimiento de nuevas tecnologías en el tráfico internacional de drogas.
La crisis sanitaria "va a promover la automatización, los drones y los submarinos en el negocio de la droga", afirma Vanda Feldab-Brown, especialista en tráfico de ilícitos de la Brookings Institution, un centro de reflexión estadounidense.
En los años 2000 un cartel colombiano compró un semisumergible en Sri Lanka a la rebelión independentista de los Tigres Tamiles, que lo utilizaban con fines militares. Más recientemente, los colombianos fabricaron uno ellos mismos.
"En unos 15 años podremos ver vehículos marinos no tripulados transportando cantidades significativas", asegura Feldab-Brown.
Varios indicadores muestran que los traficantes están bajo presión.
Según varias fuentes contactadas por la AFP, los precios están subiendo y la pureza está bajando. Para evitar incautaciones, robos por parte de una organización rival o incluso la caducidad del producto, los traficantes tienen pocas reservas, pero podrían aguantar unas semanas.
A principios de abril, Bélgica detectó que los traficantes de cocaína en Sudamérica "llenaban lo más posible los contenedores" para prepararse para una caída del tráfico a Europa por el nuevo coronavirus.
La gran pregunta ahora es cuánto tiempo va a durar la crisis, pero no hay duda de que los traficantes de todas partes del mundo, sobre todo productores, personal logístico, y vendedores al por mayor y menos, tendrán que adaptarse.
Los cárteles mexicanos han buscado proveedores alternativos, indios sobre todo, según Carlos Rodríguez Ulloa, analista de seguridad del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE) en México. "Se va a dar una sustitución, que ya se estaba dando pero que se va a potenciar", estima.
¿Puede la crisis redibujar el mapa geopolítico de las drogas? Los traficantes controlan territorios bien definidos, a veces muy pequeños, y es posible que el coronavirus no los incentivará a globalizar su actividad.
Pero habrá ganadores y perdedores en esta crisis. "Así como la enfermedad mata a la gente más frágil, lo mismo pasará con los grupos criminales. Los que tienen menos reservas financieras podrían perder mercado o ir a la quiebra", dice Vanda Feldab-Brown.
Las verdaderas víctimas serán los que están más abajo, los pequeños traficantes. Sin mencionar a los drogadictos, que se pondrán en peligro al lanzarse sobre el primer sustituto que llegue al mercado.
"Lo más preocupante es el riesgo de seguridad", estima el especialista francés David Weinberger. "Va a haber un aumento del empobrecimiento de las personas más frágiles y, por lo tanto, problemas de violencia si la crisis continúa", dijo a la AFP.