El kit del sexo de la canarinha: "Acabo con vuestra vida mediática"
Brasil, AS
Lo que tenía que ser una concentración relativamente tranquila, se empezó a complicar en los coletazos finales de la primavera de 2002. La selección brasileña estaba concentrada en Kuala Lumpur para prepararse de cara al Mundial de Corea y Japón cuando el diario brasileño O Estado de Sao Paulo publicó que los jugadores de la canarinha recibían un "kit del sexo", una selección de revistas para adultos para hacer más llevadera la concentración que duraría casi dos meses.
Ese paquete, según publicó O Estado de Sao Paulo, no se entregó a todos los jugadores. En la lista de excluidos, según recuerda ESPN, estaba Kaká, de solo 20 años y evangélico que siempre trató de "evitar las tentaciones" e incluso reconoce haber llegado virgen al matrimonio.
En cuanto apareció la noticia, Scolari, el seleccionador, no tardó en enfrentarse directamente a la prensa. "No permití la distribución de revistas pornográficas. Vosotros queréis un lío pero no lo vais a conseguir. Si yo quiero, acabo con vuestra cobertura aquí. ¿Queréis verlo?, ¿apostamos? En un minuto lo consigo", aseguró el entrenador.
Esta bronca a los periodistas le generó otra con el jefe de prensa, Rodrigo Paiva, al que le dijo que no era capaz de "esconder nada". "Mira, Felipe, mientras tú casi pegas a los periodistas, yo estaba haciendo lo que hacer, preparar una negación oficial", le contestó Paiva, que pidió que le dejara a él este tipo de enfrentamientos.
La CBF lo negó y el propio Scolari organizó una reunión 'off the record' con la prensa para asegurar que ese kit no existía. Pero la verdad es otra, según ESPN, no se sabe si antes o después de esta bronca, los jugadores y el entrenador llegaron a un acuerdo y Scolari si permitió este "kit de sexo" en los descansos tras los partidos. A más de uno, le vino bien como reconocía Edilson en tono de broma. "Si Felipe no lo permite, tendré que comprar una muñeca hinchable".
La historia a nivel puramente deportivo es conocida. Brasil se impuso en el Mundial de 2002 ganando a Alemania en la final y consiguiendo su quinto título después de una concentración de 52 días que dejó anécdotas como esta.
Lo que tenía que ser una concentración relativamente tranquila, se empezó a complicar en los coletazos finales de la primavera de 2002. La selección brasileña estaba concentrada en Kuala Lumpur para prepararse de cara al Mundial de Corea y Japón cuando el diario brasileño O Estado de Sao Paulo publicó que los jugadores de la canarinha recibían un "kit del sexo", una selección de revistas para adultos para hacer más llevadera la concentración que duraría casi dos meses.
Ese paquete, según publicó O Estado de Sao Paulo, no se entregó a todos los jugadores. En la lista de excluidos, según recuerda ESPN, estaba Kaká, de solo 20 años y evangélico que siempre trató de "evitar las tentaciones" e incluso reconoce haber llegado virgen al matrimonio.
En cuanto apareció la noticia, Scolari, el seleccionador, no tardó en enfrentarse directamente a la prensa. "No permití la distribución de revistas pornográficas. Vosotros queréis un lío pero no lo vais a conseguir. Si yo quiero, acabo con vuestra cobertura aquí. ¿Queréis verlo?, ¿apostamos? En un minuto lo consigo", aseguró el entrenador.
Esta bronca a los periodistas le generó otra con el jefe de prensa, Rodrigo Paiva, al que le dijo que no era capaz de "esconder nada". "Mira, Felipe, mientras tú casi pegas a los periodistas, yo estaba haciendo lo que hacer, preparar una negación oficial", le contestó Paiva, que pidió que le dejara a él este tipo de enfrentamientos.
La CBF lo negó y el propio Scolari organizó una reunión 'off the record' con la prensa para asegurar que ese kit no existía. Pero la verdad es otra, según ESPN, no se sabe si antes o después de esta bronca, los jugadores y el entrenador llegaron a un acuerdo y Scolari si permitió este "kit de sexo" en los descansos tras los partidos. A más de uno, le vino bien como reconocía Edilson en tono de broma. "Si Felipe no lo permite, tendré que comprar una muñeca hinchable".
La historia a nivel puramente deportivo es conocida. Brasil se impuso en el Mundial de 2002 ganando a Alemania en la final y consiguiendo su quinto título después de una concentración de 52 días que dejó anécdotas como esta.