El Gobierno francés perfila el desconfinamiento apoyado en los alcaldes

París, AP
A dos semanas del fin del confinamiento en Francia, el Gobierno prepara con los cargos locales y los actores económicos y sociales la hoja de ruta de la vuelta a la normalidad, progresiva en sectores como la educación o la restauración.
El primer ministro francés, Édouard Philippe, tiene ocupada su agenda este sábado y domingo con reuniones que giran en torno al transporte, la distribución de mascarillas o la realización de test, considerados temas esenciales.


El Ejecutivo no quiere precipitarse en sus medidas ante el temor a una segunda ola epidémica. Este viernes y desde el 1 de marzo Francia tenía registrados 122.577 casos de coronavirus y 22.245 muertes.

Francia ha sobrepasado ya las 50.000 pruebas de detección al día, según anunció hoy el ministro de Sanidad, Olivier Véran, y quiere llegar al menos a entre 500.000 y 700.000 por semana cuando el próximo 11 de mayo se levante el confinamiento.

Las autoridades coinciden en que hacerle la prueba a los más de 60 millones de franceses sería "imposible", por lo que se dará prioridad a los sospechosos y a quienes hayan estado en contacto con casos confirmados de coronavirus.

Es uno de los muchos ejes pendientes de un plan que la ministra de la Cohesión Territorial, Jacqueline Gourault, consultará el lunes con asociaciones de cargos locales antes de su presentación oficial, sin fecha fijada pero prevista para antes de finales de mes.

El presidente francés, Emmanuel Macron, dejó claro el jueves en una videoconferencia con alcaldes que el desconfinamiento progresivo debe elaborarse a través de una colaboración estrecha con los distintos representantes territoriales.

Hasta ahora las pistas filtradas han puesto en evidencia la falta de un rumbo claro: el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, avanzó el 21 de abril que la vuelta a las clases sería paulatina a partir del 11 de mayo, pero dos días después el Elíseo señaló que contempla que el regreso sea voluntario.

"El Gobierno está transformando un rompecabezas para él en un rompecabezas para los alcaldes", dijo este sábado en la emisora "Europe 1" el presidente de la asociación de alcaldes de ciudades pequeñas, Christophe Bouillon.

El debate parlamentario sobre el desconfinamiento se celebrará en la Asamblea Nacional el 5 de mayo. Mientras, el Ejecutivo se ha dedicado en parte a tranquilizar a los sectores económicos más afectados.

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, se reunió el viernes con representantes del sector de la restauración y, aunque destacó que la fecha de reapertura de bares y restaurantes no se fijará hasta antes de finales de mayo, amplió su fondo de ayudas a negocios de hasta dos millones de facturación, uno más que antes.

"Entiendo la impaciencia del sector, pero debemos evaluar los efectos del principio del desconfinamiento para poder pasar a la siguiente etapa. Nada sería peor que dar demasiado precozmente una fecha a los profesionales del turismo y después aplazar las reaperturas por razones sanitarias", dijo hoy en "Le Figaro" el secretario de Estado de Exteriores, Jean-Baptiste Lemoyne.

Le Maire también había indicado ayer que Air France recibirá 7.000 millones de euros de préstamos bancarios y del Estado para afrontar la crisis provocada por la pandemia, mientras se negocia con Renault otro de unos 5.000 millones.

Los frentes abiertos son múltiples: el presidente de la Confederación de Comerciantes, Francis Palombi, reclamó este sábado un aplazamiento de las rebajas para las tiendas que hacen ese tipo de promociones y una treintena de diputados conservadores quieren que las vacaciones de principios de julio se pospongan a septiembre.

La elaboración de la hoja de ruta de vuelta a la normalidad, según los medios, ha tensado la relación entre Macron y su primer ministro, que según señaló hoy "Le Figaro" tiene un enfoque más técnico y conservador y hubiera preferido postergar la fecha del desconfinamiento.

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