El día que Kranevitter lloró en una charla con Gallardo

El Colo recuerda una conversación con el Muñeco que lo marcó para toda su carrera y que terminó con lágrimas. Imperdible.

Olé
Matías Kranevitter no tuvo un entrenador igual a Marcelo Gallardo. Por algo el tucumano cuenta que sueña con que el Muñeco lo vuelva a dirigir en algún momento y, como hincha, pide que se quede en River mucho tiempo más. Y en ese sentido, el volante que hace poco pasó al Monterrey mexicano, se soltó y contó en el Súper Mitre Deportivo una anécdota con MG que lo marcó para siempre y que hasta lo hizo llorar.


“En 2014 nosotros fuimos de pretemporada a Miami, él había llegado recién al club, y yo era un chico que no pensaba mucho... Y me acuerdo de que un equipo de afuera me quería llevar. Yo estaba un poco mareado, como que tenía ganas de irme, y la pretemporada no la había hecho bien. Cuando volvimos a Argentina me acuerdo de que cuando llegamos al predio Marcelo me llama y me dice 'quiero que vengas a mi despacho', y cuando ibas ahí era medio jodido, ja. Pero ahí tuvimos una charla que me llegó mucho, al punto de que me hizo llorar, me hizo recordar y pensar en un montón de cosas personales, y a partir de ahí cambió un poco mi cabeza; recuerdo que en ese torneo no había arrancado jugando, estaba como medio enojado, pero me hizo dar cuenta de que dependía de mí, que si yo quería y podía iba a jugar y eso me quedó muy marcado. Y así fue, después jugué", contó el volante central, que en ese momento se ganó el puesto definitivamente.

Y siguió: “Uno se va dando cuenta de que la exigencia que imponía Gallardo te hace mejor y te hace mejorar mucho. En el club tenés la presión todos los fines de semana. Marcelo hizo mejorar a muchísimos jugadores y a mí principalmente me hizo cambiar un montón. Quizá yo era chico, pero me hizo tener una mentalidad de un profesional, de salir adelante”. Y también reveló que le quedó una relación con el Muñeco luego de su partida a Europa: "Yo con Gallardo he hablado muchas veces desde que me fui de River, pero eran charlas que no estaban vinculadas con el fútbol. Quizá me saludaba por mi cumpleaños o yo lo felicitaba por algo, y después charlas de entrenador a jugador o de persona a persona, hasta el día de hoy tenemos una buena relación con él”.

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