De camarero: así se hizo Michael Jordan un hueco en el baloncesto

EEUU, AS
The Last Dance, el documental que ha producido ESPN y que se emite en Netflix a nivel internacional, se centra en la figura de Michael Jordan pero gira, sobre todo, en torno a la temporada 1997/98 de la NBA. El último Anillo de Chicago hasta la fecha y también el sexto para un Jordan que, sin embargo, tuvo historia a sus espaldas: la universidad, las sospechas de una vida alternativa con las apuestas, la muerte de su padre y sus años fuera para jugar al béisbol, una última etapa en los Wizards... Ese último baile con los Bulls, sobre todo por cómo se dio, es lo que refuerza el documental, pero define y no completa la vida de este superdeportista nacido en Nueva York y crecido en Carolina del Norte. Hay mucho más.

Algo así ha querido trasladar el director del documental, Jason Hehir. Hay tantas historias sobre Michael Jordan que no todas cabían en la cinta. Son diez episodios de una hora cada uno, pero ni así se puede dar cobertura a todos ellas. En una entrevista en The Dan Le Batard Show With Stugotz para promocionar el documental, Hehir reveló cuál es la anécdota que más le gusta sobre Jordan de las que no han podido entrar en el metraje final. Así la narró en antena:

"Cuando estaba en ‘high-school’, entre el año de 'sophomore' y el de 'senior', su entrenador dio con la manera de llevarle a un campus que estaba lleno de reclutas de cinco estrellas y lo hizo mintiendo sobre sus estadísticas. Trucó sus números, los mejoró, porque no estaba en el mapa de ningún ojeador. Ninguno iba a reparar en un chico de una escuela de Carolina del Norte"

"Jordan fue allí para estar una semana, que era lo que sus padres podían afrontar económicamente en ese momento, pero lo hizo tan bien en los primeros días que terminó siendo el MVP de todo el campus"

"Tenías a Pat Ewing, Len Bias y más chicos con calidad, pero Michael (o Mike, como se le llamaba en aquellos tiempos) pasó a todos por encima. Le rogaron que se quedase, que había más entrenadores de universidad que querían verle jugar y no habían podido, pero sus padres fueron taxativos: ‘No nos lo podemos permitir’. Así que a la familia le propusieron un trato: ‘Pagaremos por él si trabaja en la cocina y de camarero para los otros chicos’. Y ahí veías al MVP, primero sirviendo queso y frutas a los demás niños y luego superándoles en la pista"

Entradas populares