¿Cuánto cloro es mucho?

Redacción, EFE
El cloro es uno de los desinfectantes más populares en esta emergencia sanitaria, pero los médicos recomiendan no abusar de esta sustancia, ya que puede incluso debilitar nuestro sistema inmunológico.
En cuanto al nivel de cloro en agua potable, se establece que no debe superar los 2 mg/l respecto al combinado residual mientras que el cloro libre residual no debe superar el 1 mg/l.


Cuando no se utiliza de la forma adecuada o nos exponemos a su forma gaseosa sin protección, podemos sufrir daños en el aparato respiratorio.

“El cloro que está en el agua y aquel que es usado para lavar frutas y verduras por ejemplo funciona de la siguiente forma: flúor, cloro, bromo y yodo, que son halógenos (en la tabla periódica de química). Dentro de la ley de los halógenos, estos compiten por peso, siendo el flúor el más leve, después el cloro, bromo y después el yodo (que es más pesado); como el cloro es más leve que el yodo, éste ocupa su lugar en la glándula tiroide producien

do hipotiroidismo subclínico o clínico, consecuentemente lentificando las funciones tiroidianas y causando por ejemplo, aumento de peso, fatiga, intolerancia al frío, resecamiento de la piel, caída del cabello, aumento del colesterol y flujo menstrual, además de infertilidad, depresión y claro fragiliza el sistema inmunológico”, explica el cirujano André Villalpando Adriázola.

El especialista indica que es obvio que cuanto menos se utilice esta sustancia, menos nociva será, pero el problema es que es difícil cuantificar la cantidad de cloro que hay en el agua potable, por eso se debe dar preferencia al consumo de agua mineral hasta para cocinar.

CANTIDADES

Para diluir el cloro en agua y limpiar algunas superficies en el hogar, es recomendable leer siempre la etiqueta para ver la concentración de cloro que cada marca contiene y diluir acorde a dicha concentración.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda usar 70% de alcohol etílico para desinfectar áreas pequeñas entre usos, como equipos reutilizables (por ejemplo, termómetros). Y el hipoclorito de sodio al 0,5% (equivalente a 5.000 ppm) para desinfectar superficies.



EFECTOS

Las consecuencias y efectos del cloro sobre la salud varían según el tiempo de exposición a dicho elemento y a las cantidades. Estos son los efectos más comunes de permanecer un largo periodo de tiempo en contacto con el cloro:

1. Problemas de asma

Es un problema muy común en los niños. Al entrar en nuestros pulmones, el cloro ingerido o inhalado del medio ambiente se encarga de desgastar las células que los protegen. Así, les quita su defensa y los hace más propensos a presentar problemas de asma. Además de causar irritación, puede generar tos y problemas para respirar. También se pueden presentar goteos nasales y sibilancias.

2. Dolores de garganta y nariz

El cloro es altamente irritante cuando se trata de mucosas. El contacto de este elemento afecta la garganta y genera tos excesiva y, por consiguiente, irritación en las vías respiratorias. En el caso de las

piscinas es de suma importancia evitar tragar agua, por el alto contenido de cloro.

3. Malestar general

Esto va relacionado con el punto anterior, pues el cloro irrita muchísimo y esto puede generar dolor en el pecho. Si se ingiere en grandes cantidades puede causar vómitos, nauseas, mareos y alteración en la respiración.

4. Irritación generalizada

Estar durante mucho tiempo en contacto con el cloro puede causar comezón, ardor, urticaria y enrojecimiento de la piel. En el caso de las albercas, sumergirse y no lavarse la cara después de salir puede causar irritación en los ojos y en la nariz.

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