Crían cuervos
En el Ciclón buscan inculcarles las identidad del club a las Inferiores y les mandan trabajos sobre la historia del CASLA. Un proyecto que resiste a la cuarentena...
Olé
Si hay algo que destaca a San Lorenzo es su identidad: el Padre Lorenzo Massa les inculcó a los pibes del barrio el amor por el club y esa historia se hizo imborrable. La pérdida del Gasómetro en manos de un gobierno de facto no hizo más que potenciar ese sentimiento de amor inclaudicable y el sentido de pertenencia. Prueba de ello es la lucha de años por recuperar los terrenos de Av. La Plata al 1700, que hoy continúa con el sueño de tener el estadio nuevamente en el barrio de Boedo.
San Lorenzo es mucho más que fútbol, a lo largo de la historia varias de sus disciplinas marcaron una época, la carga socio-cultural del barrio siempre está presente y eventos masivos, como lo eran los famosos carnavales, acercaban a grandes y chicos sin distinción de colores. Una gran familia, que trata de no archivar sus recuerdos en sepia en este mundo cibernético y, hoy, de aislamiento.
Por eso, en las categorías de Inferiores se viene desarrollando un intenso trabajo que se potenció en esta cuarentena. Los pibes, además de la correspondiente rutina física, realizan distintos cuestionarios y trabajos prácticos relacionados a temas que exceden a la pelotita y uno de los puntos principales es la historia del club. “La idea es que los chicos generen otro tipo de intereses más allá del fútbol”, le cuenta Fernando Armeno, coordinador de preparadores físicos de juveniles e infantiles, a Olé.
Obviamente, los cuerpos técnicos de cada categoría prepararon un plan de entrenamiento para que los chicos se mantengan en forma en sus casas y también se trabaja con videos vía WhatsApp y prácticas on line para que haya interacción en vivo.
Pero además, los juveniles tienen que realizar trabajos de investigación de diversos temas que van desde la sexualidad, las redes sociales, las drogas, el entrenamiento invisible y los cuidados que deben tener los deportistas fuera de la cancha hasta análisis tácticos de partidos, creación de ejercicios con distintas pautas e informes sobre la historia del fútbol y del club. “La idea es que conozcan el por qué del nombre del club, cuándo y cómo se fundó... No solamente quiénes salieron campeones y quiénes fueron los goleadores”, cuentan en Inferiores.
Esta movida comenzó a modo experimental con la Sexta, que tiene como DT a Martín Di Diego y a Javier Netto, campeón del Clausura 95, como ayudante de campo. Cuando todavía no estaba el aislamiento obligatorio, además de las jornadas de entrenamiento, los chicos tenían clases y talleres dos veces por mes.
Ahora, ante esta situación atípica, el proyecto no se detuvo. Por el contrario, se amplió. “La respuesta de los chicos es bárbara desde todo punto de vista. En la cuarentena, mantuvimos lo que veníamos haciendo con la Sexta y les planteamos a los técnicos y profes de otras categorías que mandaran este tipo de cuestionarios”, cuenta Armeno.
Por su parte, para los chicos que habitualmente viven en las pensiones de la Ciudad Deportiva, también hay un trabajo especial. Por obvias razones, con el club cerrado, todos volvieron a sus hogares, pero desde el club están siempre presentes. Se acordó con el director del colegio al que asisten que se les brinden clases virtuales, tareas y trabajos prácticos para no perder el ciclo lectivo, hay comunicación constante con las familias para saber si precisan algo y hasta el psicólogo (el mismo de la Primera) hace un seguimiento de los pequeños jugadores para ver cómo están.
“San Lorenzo tiene que empezar a tomar ese sentido de pertenencia con los jugadores y qué mejor que nosotros, con el Pipi (Romagnoli), para contarles a los jóvenes sobre la historia del club”, señaló el Beto Acosta, miembro de la Secretaría Técnica, en charla con El Equipo Desafío.
Los hinchas suelen cantar en la tribuna que quieren que los jugadores lo sientan igual que ellos y en Boedo quieren que no todo pase por el fútbol y, a la vez, potenciar el sentimiento por los colores azulgranas...
Crían cuervos...
Si hay algo que destaca a San Lorenzo es su identidad: el Padre Lorenzo Massa les inculcó a los pibes del barrio el amor por el club y esa historia se hizo imborrable. La pérdida del Gasómetro en manos de un gobierno de facto no hizo más que potenciar ese sentimiento de amor inclaudicable y el sentido de pertenencia. Prueba de ello es la lucha de años por recuperar los terrenos de Av. La Plata al 1700, que hoy continúa con el sueño de tener el estadio nuevamente en el barrio de Boedo.
San Lorenzo es mucho más que fútbol, a lo largo de la historia varias de sus disciplinas marcaron una época, la carga socio-cultural del barrio siempre está presente y eventos masivos, como lo eran los famosos carnavales, acercaban a grandes y chicos sin distinción de colores. Una gran familia, que trata de no archivar sus recuerdos en sepia en este mundo cibernético y, hoy, de aislamiento.
Por eso, en las categorías de Inferiores se viene desarrollando un intenso trabajo que se potenció en esta cuarentena. Los pibes, además de la correspondiente rutina física, realizan distintos cuestionarios y trabajos prácticos relacionados a temas que exceden a la pelotita y uno de los puntos principales es la historia del club. “La idea es que los chicos generen otro tipo de intereses más allá del fútbol”, le cuenta Fernando Armeno, coordinador de preparadores físicos de juveniles e infantiles, a Olé.
Obviamente, los cuerpos técnicos de cada categoría prepararon un plan de entrenamiento para que los chicos se mantengan en forma en sus casas y también se trabaja con videos vía WhatsApp y prácticas on line para que haya interacción en vivo.
Pero además, los juveniles tienen que realizar trabajos de investigación de diversos temas que van desde la sexualidad, las redes sociales, las drogas, el entrenamiento invisible y los cuidados que deben tener los deportistas fuera de la cancha hasta análisis tácticos de partidos, creación de ejercicios con distintas pautas e informes sobre la historia del fútbol y del club. “La idea es que conozcan el por qué del nombre del club, cuándo y cómo se fundó... No solamente quiénes salieron campeones y quiénes fueron los goleadores”, cuentan en Inferiores.
Esta movida comenzó a modo experimental con la Sexta, que tiene como DT a Martín Di Diego y a Javier Netto, campeón del Clausura 95, como ayudante de campo. Cuando todavía no estaba el aislamiento obligatorio, además de las jornadas de entrenamiento, los chicos tenían clases y talleres dos veces por mes.
Ahora, ante esta situación atípica, el proyecto no se detuvo. Por el contrario, se amplió. “La respuesta de los chicos es bárbara desde todo punto de vista. En la cuarentena, mantuvimos lo que veníamos haciendo con la Sexta y les planteamos a los técnicos y profes de otras categorías que mandaran este tipo de cuestionarios”, cuenta Armeno.
Por su parte, para los chicos que habitualmente viven en las pensiones de la Ciudad Deportiva, también hay un trabajo especial. Por obvias razones, con el club cerrado, todos volvieron a sus hogares, pero desde el club están siempre presentes. Se acordó con el director del colegio al que asisten que se les brinden clases virtuales, tareas y trabajos prácticos para no perder el ciclo lectivo, hay comunicación constante con las familias para saber si precisan algo y hasta el psicólogo (el mismo de la Primera) hace un seguimiento de los pequeños jugadores para ver cómo están.
“San Lorenzo tiene que empezar a tomar ese sentido de pertenencia con los jugadores y qué mejor que nosotros, con el Pipi (Romagnoli), para contarles a los jóvenes sobre la historia del club”, señaló el Beto Acosta, miembro de la Secretaría Técnica, en charla con El Equipo Desafío.
Los hinchas suelen cantar en la tribuna que quieren que los jugadores lo sientan igual que ellos y en Boedo quieren que no todo pase por el fútbol y, a la vez, potenciar el sentimiento por los colores azulgranas...
Crían cuervos...
