Coronavirus: los nuevos artilugios inventados para combatir la pandemia
Un gancho higiénico, un pulverizador desinfectante en la muñeca, unos guantes partidos para apretar los botones con los nudillos y un dispositivo que abre las puertas de los autos... todo para protegerse del virus
El Deber
Mientras se dirigía en coche a su fábrica en el oeste de Londres la semana pasada, el diseñador Steve Brooks tenía el coronavirus en mente. ¿Cómo se podría abrir una puerta sin tocar el picaporte?
"Todo el mundo tiene que usar el dedo meñique o encontrar una parte de la puerta que nadie haya tocado", dice Brooks, diseñador y propietario de DDB Ltd, una empresa que fabrica muebles de oficina. Entonces se le ocurrió producir un gancho que hiciera el trabajo.
El llamado gancho higiénico es lo suficientemente pequeño como para caber en un bolsillo y está hecho de un material no poroso, lo que lo hace fácil de limpiar. Es uno de los cientos de cachivachis ideados en los últimos días y semanas para ayudar a prevenir la propagación del coronavirus.
Desde fabricantes de muebles hasta desarrolladores de software de inteligencia artificial, empresas de todo el mundo están adaptando los productos existentes o inventando otros nuevos para ayudar a luchar contra la pandemia o simplemente facilitar la vida de los que trabajan desde casa, en hospitales o atrapados en cuarentena.
El aluvión innovador se produce en un momento en que empresas como Ford, LVMH y Airbus adaptan sus plantas para fabricar material esencial en la lucha contra la pandemia como desinfectantes de manos, respiradores artificiales y mascarillas.
En años pasados fueron grandes compañías como estas, con capacidad financiera y fábricas, las que tradicionalmente tenían que cambiar rápidamente del diseño de un prototipo a la fabricación del producto.
Sin embargo, en la actualidad hay una diferencia crucial y es que la impresión 3D y el software de alta tecnología permiten que empresas grandes y pequeñas produzcan los dispositivos más rápidamente que nunca.
"Definitivamente hay un montón de personas con recursos 3D muy dispuestas a ayudar", dice MacKenzie Brown, fundadora de la empresa de diseño de productos CAD Crowd, con sede en California.
Hace dos semanas, su compañía lanzó un concurso de un mes de duración sobre dispositivos prácticos para navegar en el nuevo mundo del coronavirus.
Se presentaron unas 65 propuestas, entre las que se incluyen un pulverizador desinfectante montado en la muñeca, unos guantes partidos por la mitad para apretar los botones con los nudillos y un dispositivo que permite abrir las puertas de los autos sin tocar el tirador, pensado para los usuarios de taxis.
Como la pandemia hace que la gente sea mucho más consciente de la higiene, algunos productos nuevos pueden tener una vida útil más allá de la actual crisis.
Algoritmo
Las empresas de nuevas tecnologías están retocando sus sistemas.
En Seattle, los hermanos Joseph y Matthew Toles y su amigo Justin Ith, dueños de una joven empresa llamada Slightly Robot, desarrollaron una muñequera para reducir gestos compulsivos como el rascado de piel, morderse las uñas y tocarse el pelo.
Cuando su ciudad natal informó de las primeras muertes por el virus el mes pasado, adaptaron el diseño para crear una nueva pulsera inteligente, la Immutouch, que zumba cuando la mano del usuario se acerca a su cara.
"Teníamos el algoritmo, el software y el hardware. Lo hemos reprogramado para que funcione en el contacto con la cara", dice Matthew Toles en una entrevista. "Hicimos 350 dispositivos y un sitio web en una semana y ahora todo depende de la rapidez de producción".
La empresa rumana de software robótico UiPath encontró entretanto una forma para que las enfermeras del Hospital Universitario Mater Misericordiae de la capital irlandesa, Dublín, se liberen de la pesada tarea de introducir datos y automatizar el archivo de los resultados de las pruebas de virus. Espera replicarlo en otros hospitales.
Scylla, una empresa estadounidense dedicada a la investigación de la gripe aviar que fabrica sistemas de detección de armas para escuelas y casinos, se centró en el virus cuando China, el epicentro original del brote, informó de sus primeros casos hace tres meses.
Ha rediseñado su software de inteligencia artificial para medir la temperatura de la frente de una persona, enviando una alerta si detecta fiebre. Tomando imágenes de una cámara térmica, el software puede utilizarse en edificios públicos como hospitales y aeropuertos, y oficinas de empresas, dice el responsable de tecnología Ara Ghazaryan.
El Gobierno de una nación sudamericana hizo un pedido de 5.000 licencias del sistema de Scylla para sus edificios públicos y su sistema de transporte, dijo Ghazaryan, que no quiso revelar el país.
Como en la Segunda Guerra
Las turbulencias mundiales a menudo generan nuevos productos e innovación.
El actual estallido de creatividad puede llegar a compararse con el que se produjo durante la Segunda Guerra Mundial, cuando empresas, Gobiernos y científicos se embarcaron en proyectos que tuvieron consecuencias duraderas.
La tecnología utilizada para ayudar a guiar los cohetes eventualmente llevó a los primeros satélites y a poner al hombre en la Luna.
"No hay duda de que los inventores presentarán cientos, sino miles, de nuevas ideas", dijo Kane Kramer, inventor y cofundador de la Sociedad Británica de Inventores. Kramer concibió la idea de descargar música y datos a finales de los 70.
Muchas compañías están donando sus nuevas herramientas o vendiéndolas a precio de coste. Los diseños del concurso CAD Crowd son gratis para su descarga y uso, por ejemplo. Para algunos, sin embargo, el negocio extra podría proporcionar un colchón financiero al evaporarse otras fuentes de ingresos durante la pandemia.
Brooks, el diseñador de DDB, ha trabajado rápidamente.
Esta semana, menos de una semana después de su primer diseño, salieron a la venta cuatro modelos diferentes del gancho, vendiéndose a poco menos de 15 libras (18,60 dólares) cada uno. Está donando un gancho por cada uno que vende.
Ahora Brooks está dirigiendo su ojo creativo a otro aparato en la misma línea.
"Ya hemos recibido una solicitud del Servicio Nacional de Salud de Gales para diseñar algo para empujar una puerta".
El Deber
Mientras se dirigía en coche a su fábrica en el oeste de Londres la semana pasada, el diseñador Steve Brooks tenía el coronavirus en mente. ¿Cómo se podría abrir una puerta sin tocar el picaporte?
"Todo el mundo tiene que usar el dedo meñique o encontrar una parte de la puerta que nadie haya tocado", dice Brooks, diseñador y propietario de DDB Ltd, una empresa que fabrica muebles de oficina. Entonces se le ocurrió producir un gancho que hiciera el trabajo.
El llamado gancho higiénico es lo suficientemente pequeño como para caber en un bolsillo y está hecho de un material no poroso, lo que lo hace fácil de limpiar. Es uno de los cientos de cachivachis ideados en los últimos días y semanas para ayudar a prevenir la propagación del coronavirus.
Desde fabricantes de muebles hasta desarrolladores de software de inteligencia artificial, empresas de todo el mundo están adaptando los productos existentes o inventando otros nuevos para ayudar a luchar contra la pandemia o simplemente facilitar la vida de los que trabajan desde casa, en hospitales o atrapados en cuarentena.
El aluvión innovador se produce en un momento en que empresas como Ford, LVMH y Airbus adaptan sus plantas para fabricar material esencial en la lucha contra la pandemia como desinfectantes de manos, respiradores artificiales y mascarillas.
En años pasados fueron grandes compañías como estas, con capacidad financiera y fábricas, las que tradicionalmente tenían que cambiar rápidamente del diseño de un prototipo a la fabricación del producto.
Sin embargo, en la actualidad hay una diferencia crucial y es que la impresión 3D y el software de alta tecnología permiten que empresas grandes y pequeñas produzcan los dispositivos más rápidamente que nunca.
"Definitivamente hay un montón de personas con recursos 3D muy dispuestas a ayudar", dice MacKenzie Brown, fundadora de la empresa de diseño de productos CAD Crowd, con sede en California.
Hace dos semanas, su compañía lanzó un concurso de un mes de duración sobre dispositivos prácticos para navegar en el nuevo mundo del coronavirus.
Se presentaron unas 65 propuestas, entre las que se incluyen un pulverizador desinfectante montado en la muñeca, unos guantes partidos por la mitad para apretar los botones con los nudillos y un dispositivo que permite abrir las puertas de los autos sin tocar el tirador, pensado para los usuarios de taxis.
Como la pandemia hace que la gente sea mucho más consciente de la higiene, algunos productos nuevos pueden tener una vida útil más allá de la actual crisis.
Algoritmo
Las empresas de nuevas tecnologías están retocando sus sistemas.
En Seattle, los hermanos Joseph y Matthew Toles y su amigo Justin Ith, dueños de una joven empresa llamada Slightly Robot, desarrollaron una muñequera para reducir gestos compulsivos como el rascado de piel, morderse las uñas y tocarse el pelo.
Cuando su ciudad natal informó de las primeras muertes por el virus el mes pasado, adaptaron el diseño para crear una nueva pulsera inteligente, la Immutouch, que zumba cuando la mano del usuario se acerca a su cara.
"Teníamos el algoritmo, el software y el hardware. Lo hemos reprogramado para que funcione en el contacto con la cara", dice Matthew Toles en una entrevista. "Hicimos 350 dispositivos y un sitio web en una semana y ahora todo depende de la rapidez de producción".
La empresa rumana de software robótico UiPath encontró entretanto una forma para que las enfermeras del Hospital Universitario Mater Misericordiae de la capital irlandesa, Dublín, se liberen de la pesada tarea de introducir datos y automatizar el archivo de los resultados de las pruebas de virus. Espera replicarlo en otros hospitales.
Scylla, una empresa estadounidense dedicada a la investigación de la gripe aviar que fabrica sistemas de detección de armas para escuelas y casinos, se centró en el virus cuando China, el epicentro original del brote, informó de sus primeros casos hace tres meses.
Ha rediseñado su software de inteligencia artificial para medir la temperatura de la frente de una persona, enviando una alerta si detecta fiebre. Tomando imágenes de una cámara térmica, el software puede utilizarse en edificios públicos como hospitales y aeropuertos, y oficinas de empresas, dice el responsable de tecnología Ara Ghazaryan.
El Gobierno de una nación sudamericana hizo un pedido de 5.000 licencias del sistema de Scylla para sus edificios públicos y su sistema de transporte, dijo Ghazaryan, que no quiso revelar el país.
Como en la Segunda Guerra
Las turbulencias mundiales a menudo generan nuevos productos e innovación.
El actual estallido de creatividad puede llegar a compararse con el que se produjo durante la Segunda Guerra Mundial, cuando empresas, Gobiernos y científicos se embarcaron en proyectos que tuvieron consecuencias duraderas.
La tecnología utilizada para ayudar a guiar los cohetes eventualmente llevó a los primeros satélites y a poner al hombre en la Luna.
"No hay duda de que los inventores presentarán cientos, sino miles, de nuevas ideas", dijo Kane Kramer, inventor y cofundador de la Sociedad Británica de Inventores. Kramer concibió la idea de descargar música y datos a finales de los 70.
Muchas compañías están donando sus nuevas herramientas o vendiéndolas a precio de coste. Los diseños del concurso CAD Crowd son gratis para su descarga y uso, por ejemplo. Para algunos, sin embargo, el negocio extra podría proporcionar un colchón financiero al evaporarse otras fuentes de ingresos durante la pandemia.
Brooks, el diseñador de DDB, ha trabajado rápidamente.
Esta semana, menos de una semana después de su primer diseño, salieron a la venta cuatro modelos diferentes del gancho, vendiéndose a poco menos de 15 libras (18,60 dólares) cada uno. Está donando un gancho por cada uno que vende.
Ahora Brooks está dirigiendo su ojo creativo a otro aparato en la misma línea.
"Ya hemos recibido una solicitud del Servicio Nacional de Salud de Gales para diseñar algo para empujar una puerta".